Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Configuración e información Ver Política de Cookies

Mi Vino

Vinos

CERRAR
  • FORMULARIO DE CONTACTO
  • OPUSWINE, S.L. es el responsable del tratamiento de sus datos con la finalidad de enviarles información comercial. No se cederán datos a terceros salvo obligación legal. Puede ejercer su derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos, así como ampliar información sobre otros derechos y protección de datos aquí.

Sangría con firma de autor

0751488d3c360f81c1c44e14a6d5d8e1.jpg
  • Redacción
  • 2014-09-02 11:38:00

La última tendencia es la sangría. Elaborada con Chardonnay, Moscatel... ha comenzado una nueva era de imaginación y creatividad de la receta tradicional en la que se busca innovar y sorprender.

Al igual que la paella o las tapas, la sangría es, queramos o no, nuestra seña de identidad fuera de España. Hay quien se echa las manos a la cabeza, considerándolo una aberración, una alteración a la pureza del vino; y hay quien defiende que “lo importante es beber vino, aunque sea en sangría o en calimocho”.

En fin, lo cierto es que la sangría ya forma parte de nuestro recetario tradicional, aun poniendo en duda su procedencia: hay quien piensa que el término procede del inglés sangaree, por el color rojizo que adquiere el refresco. En el Diccionario Castellano de Esteban Torres (1788) se escribió que la sangría era una “bebida inventada por los ingleses que se toma mucho en las colonias inglesas y francesas de América”. Y cierto es que hay documentos donde se narraban las andanzas por las Américas en el que se llamaba “limonada de vino” a ese trago.

La clásica sangría sigue rigurosamente el siguiente proceso de elaboración: Vino tinto (1 litro) + el zumo de dos naranjas y el zumo de dos limones + trozos de melocotones + 3 cucharadas de azúcar + Gaseosa + abundante hielo. Sin embargo, vivimos un tiempo de creatividad.

Es por ello que a esa receta tradicional se le han unido voces que reinventan una y otra vez la simple fórmula, creando tragos llamados igual pero totalmente diferente. Por ejemplo, con lambrusco o con cava, con un toque de vermú o sin él… tal y como lo preparan en La Dominga (Espíritu Santo, 15. Madrid. Tel. 91 523 38 09. www.ladominga.es). O los que usan brandy, cointreau, vermú y canela para darle un toque especial, como ocurre en Bodegas Mezquita (C/ Corregidor Luis de la Cerda, 73. Córdoba 957 10 78 59). O los que eligen la Chardonnay y la pulpa de la fruta de la pasión para hacer de la sangría un trago gourmet, como es el caso de Old Fashioned (Carrer de Santa Teresa, 1. Barcelona. 933 68 52 77).

Los amantes de la sangría afirman que el vino de la receta tiene que ser joven y según la uva con la que se elabore conseguiremos una sangría con mayor o menor personalidad.

Estamos en un tiempo de reinvención de nuestras tradiciones, de hacer de los recuerdos gustativos un templo de modernidad y satisfacción. Tanto que hay quien se las ha ingeniado para crear una botella con diseño “muy español” y apostar por hacer de la sangría un trago más que digno para una mesa nacional o internacional. Ha sido el caso de Lolea, un grupo de entusiastas de este trago que ha creado una botella clásica muy folclórica con puntitos blancos o rojos en la que se encierra la genialidad: dos sangrías diferentes, ambas con un punto frizzante: una tinta, de notas de cereza y burbuja fina; y otra blanca, de uva Moscatel con un sutil aroma a vainilla. Lolea ha sido de las últimas marcas en apostar por esta bebida, pero no la única, ya que Sangrías Lolailo lleva tiempo exportando su trago español a otros países como Japón o Estados Unidos.

enoturismo


gente del vino