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Calentamiento global

  • Redacción
  • 2006-05-01 00:00:00

El aumento previsto de las temperaturas medias entre 2 y 6º C en un futuro más o menos próximo –entre 50 y 100 años a partir del presente– rediseñará el mapa vitivinícola mundial, según se ha resaltado en las primeras Jornadas sobre Calentamiento Global y Vino, celebradas en Barcelona, y el sector y el ser humano, en general, no parece muy consciente de ello. Por ejemplo, pequeños cambios en la Corriente del Golfo podrían modificar drásticamente los patrones de temperatura y precipitación de toda la fachada atlántica europea, desde Noruega y Escocia hasta las Canarias. Este cambio en concreto tendría efectos más que notables en Rías Baixas y en Burdeos, y también en todas aquellas regiones productoras con clima de influencia atlántica. Las consecuencias no solo serán las derivadas directamente de aumento del calor y la escasez de agua. Habrá zonas que se hagan demasiado cálidas y áridas para soportar el cultivo de la vid, pero también podrían venir «nuevas» plagas a asolar los viñedos. Todo esto, según las conclusiones de científicos, enólogos y bodegueros, tendrá notable influencia en los vinos, especialmente en los tintos, que perderán color, aumentarán su contenido alcohólico y se harán más «pesados» en general. De nuevo Burdeos, y regiones como La Mancha, en tres o cuatro décadas habrán sufrido una profunda transformación en el perfil de sus vinos. Por otra parte, variedades tintas (Petit Verdot, Graciano y Durif) y blancas (Vermentino, Viognier y Verdejo) pueden ver crecer su extensión, pues se trata de tipos de uva que parecen estar especialmente bien adaptados a las variaciones de temperatura. El cambio climático es una realidad palpable. A pesar de que el sector es consciente de que algo pasa con el clima, en general, cuesta mucho admitirlo, y aún más, estudiar el problema con detenimiento para empezar a tomar medidas urgentes al respecto. ¿A qué denominamos «tintos roble»? Son vinos del año con dos y tres meses de crianza en barricas de roble. Su estancia en madera siempre será inferior a seis meses porque, de lo contrario, pasarían a ser crianzas. Es una tipología espléndida por su relación calidad precio que hace furor en Ribera del Duero y Toro. ¿Cómo evitar que se oxide un vino abierto? Existen en el mercado tapones de vacío que vienen provistos de un extractor. Con este vaciado de oxígeno los vinos pueden aguantar hasta tres días más, siempre que se conserven en la nevera. A menor contenido de vino, menos días de vida.

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