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El banco de la memoria

  • Redacción
  • 2010-09-01 00:00:00

Cuatro esquinitas tiene... el imperio de Alejandro Fernández. Pesquera, la casa madre; Dehesa La Granja, canto al campo autosuficiente; El Vínculo, la conquista de La Mancha... Pero Condado de Haza concentra la memoria y el sueño, atesora hitos de historia personal y la construcción, pieza a pieza, de la viña y el vino ideal. Estos días la vendimia lo demuestra. acida con el empuje del prestigio de Pesquera, la bodega se alza, sólida y monumental, abrazada en una viña que es el emblema de la tenacidad. Situada en el vecindario de Roa, es uno de los terruños más codiciados de la Ribera del Duero: el pago La Valera, Los Frailes, El Castillo, Santa Cruz... La escasa producción y el exiguo tamaño de las parcelas que impedía mecanizar las labores las llevaron al abandono: no justificaban el trabajo, ni siquiera la caminata desde el pueblo. De modo que, con habilidad y paciencia, Alejandro fue completando un rompecabezas de casi 300 pequeñas y selectas piezas que ahora cubre 200 hectáreas circundantes y otras 50 un poco más lejos. La viña: las 300 El sueño había comenzado a mediados de los años ochenta y las primeras replantaciones, en el 89. Todo Tempranillo o, como aquí le llaman, Tinta del País, respetando apenas 10 hectáreas de mimada viña vieja que aún son la guinda de algunas lujosas elaboraciones. El tiempo, veinte años sobrados, ha llevado en volandas unas y otras hasta este momento óptimo de calidad, y el resultado es la espléndida uva recogida este año. Las primeras elaboraciones se hicieron en Pesquera y sólo en 1995 se estrenó Haza como el château planeado y se presentaron en sociedad los vinos, el Condado de Haza y otro que sólo sale en partidas limitadísimas y en cosechas excepcionales: el Alenza, nombre que rinde homenaje a la unión de Alejandro y su esposa Esperanza. Y es que ésta es una empresa realmente familiar donde ellos y sus cuatro hijas se reparten todas las responsabilidades. Olga, Lucía y Mari Cruz en la gestión, mientras que la viña y el vino son labor directa de Alejandro y su hija Eva, la enóloga. En cualquier época del año la finca luce una belleza espectacular. Desde los ventanales del comedor la vista se desliza siguiendo las líneas que dibuja el viñedo sobre la tierra blanquecina, de escasa materia orgánica, la justa para la viña, hasta el muro de chopos que marca la ribera del Duero. La bodega: ingenio y gravedad Construir la bodega, con la inmensa cava a 30 metros de profundidad bajo el viñedo, exigíó reconducir cinco riachuelos subterráneos y elegir con precisión el emplazamiento “a contramontaña” para que la entrada de la vendimia y el camino de uva y vino sigan la lógica de la gravedad. Como una loa a la tradición todo luce allí un aspecto natural. Los materiales son antigüedades recicladas, desde la piedra a las tejas o a las chimeneas que presiden el comedor, e incluso el horno del que salen los asados típicos de la tierra, los reyes del menú, construido a la usanza antigua. Y en los porches se ha reunido una interesante colección de aperos de labranza que son un canto a la memoria, casi arqueología industrial, puesto que, antes que bodeguero, Alejandro construía maquinaria agrícola. El espacio es tan atractivo que ha adquirido vocación de escenario y de sala de recepciones con vocación solidaria. La más reciente reunió más de 150 asistentes en una cata de los vinos del Grupo auspiciada por la Asociación de Sumilleres de Valladolid que recaudó 10.000 euros para ayudar a la reconstrucción de Haití. Pero la estrella es siempre el vino, los cuidados de la vid en cada estación, y una elaboración sin más ayuda que una cortina de agua para refrigerar los depósitos. Y crianzas largas que superan los dos años años, en buena madera y en botella, como seguro de larga vida para la potencia de los tres tintos: el Condado de Haza, el Reserva y el Alenza. Con matices, con su personalidad distintiva, tres rótulos para copas plenas de fruta madura, de sugerencias sutiles de buena madera, de notas alegres de monte bajo o especias exóticas. Vinos para durar. Condado de Haza Carretera de La Horra s/n 09300 Roa (Burgos) Tel. 947 52 52 54 Fax: 947 52 52 62 info@condadodehaza.com www.grupopesquera.com

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