Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Configuración e información Ver Política de Cookies

Mi Vino

Vinos

CERRAR
  • FORMULARIO DE CONTACTO
  • OPUSWINE, S.L. es el responsable del tratamiento de sus datos con la finalidad de enviarles información comercial. No se cederán datos a terceros salvo obligación legal. Puede ejercer su derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos, así como ampliar información sobre otros derechos y protección de datos aquí.

Carlos Moro, en Rioja

6E0O3L5A1J2A4G4T4E3S1N4E2A8N5J.jpg
  • Ana Lorente
  • 2019-12-04 00:00:00

Paso a paso, el ideario y la tenacidad de Carlos Moro han dejado huella en todas las denominaciones vinícolas castellanas. En 2015, inauguró su primera vendimia en Rioja: el sueño largamente acariciado se hace realidad en la emblemática Sonsierra.


El recorrido por la historia de este bodeguero tan concienzudo como imparable podría jalonarse en copas como hitos; por ejemplo, en la exclusiva colección Vinos de Finca, seis referencias de joyitas que no superan las 1.000 botellas: Carlos Moro Finca Las Marcas (D.O.P. Rueda); Carlos Moro Finca Valdehierro (D.O.P. Cigales); Carlos Moro Finca Valmediano (D.O.P. Toro); Carlos Moro Finca San Cibrao (D.O.P. Ribeiro) y Carlos Moro Picón de Zurita (D.O.P. Ribera del Duero).
Sin embargo, ese amplio recorrido por sus dominios en toda la geografía vinícola del país se queda corto: faltan tanto sus vinos más populares y famosos –Emina, Matarromera, Valdelosfrailes, Rento...– como otras viñas históricas que ha sumado más recientemente, como esa Viña Garugele de San Vicente de la Sonsierra que ha sido reconocida por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente como Viñedo Singular, un reconocimiento del que apenas disfrutan 50 bodegas de la D.O.Ca. Rioja. Y es que su elección de viñas riojanas ha sido exquisita, en busca de la mejor uva para elaborar vinos muy personales, pensados y soñados largamente. Le llevó años de prospección, pero se ha traducido en un acierto pleno.


Lo primero es la viña
Con tanto mimo como conocimiento, ha reunido 20 hectáreas propias en 23 pagos muy especiales y 75 hectáreas controladas en el entorno de San Vicente de la Sonsierra, un enclave histórico de grandes vinos, documentado desde el año 1170 y que hoy reúne más puntos Parker que habitantes.
Allí y en Labastida, en Cuba Negra, Altabaza, Larrázuri, el Acueducto… nace por ejemplo el Tempranillo del CM Prestigio, en 10 hectáreas de viña vieja, entre 80 y 35 años, plantadas en vaso y que se podan a una yema para reducir la producción. Uvas pequeñitas que se vendimian a mano, en cajas de 12 kilos, y que se transforman en vinos para ocasiones históricas, como el primer vino de Bodega Carlos Moro, cuya etiqueta son sus iniciales, CM, y que ha sido recientemente el vino de celebración del décimo aniversario de los Premios Princesa de Girona. Tiene una crianza de doce meses en barricas de roble francés y americano que lo convierten en un vino intenso, elegante y redondo que ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos la Medalla de Plata en el Concurso Mundial de Bruselas 2017 y la Medalla de Plata en Decanter 2017.


Con vistas al futuro
La bodega nace en 2014, sobre un calado a 150 metros bajo tierra donde reposan más de 2.000 barricas de excelentes tonelerías en condiciones óptimas, tan cuidadas como todo el proceso de elaboración, desde la recepción de vendimia hasta la guarda, que se realiza por gravedad, sin forzar el movimiento de uvas, mostos o vino. Desde entonces se ha invertido para modernizar procesos con la última tecnología y para embellecer el espacio abierto al enoturismo, a los viajeros, que hoy después de visitar los yacimientos arqueológicos relacionados con el vino en la zona desembocan en el precioso Wine Bar para una variada cata. Un viaje desde el pasado que marcó la tradición hasta el gusto y la técnica más actuales, plasmados en la línea del vino más emblemático, el Oinoz.
El panorama exterior es también fascinante. La bodega se asienta en una ladera con excelentes vistas a la localidad y a los viñedos que la rodean tanto desde el ascensor acristalado como desde la sala de cata, un mirador excepcional.
En Rioja, como en las anteriores bodegas de Carlos Moro, impera un sentido social, aquí en colaboración con la Asociación Igual A Ti y la Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja, de modo que se ha puesto en marcha el Certamen Internacional de Brindis Literario, que cumple ahora su tercera edición, con el objetivo de contribuir a la difusión de la cultura y a la integración entre personas. Razones de sobra para un brindis.


Bodega Carlos Moro

www.bodegacarlosmoro.com

Camino Garugele, s/n
26338 San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)

941 334 093



enoturismo


gente del vino