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Buenos Rieslings a pesar de la lluvia otoñal

  • Redacción
  • 1999-02-01 00:00:00

Después de que el cálido sol primaveral trajese una floración temprana y que las lluvias de comienzos de verano fomentaran el crecimiento, los vinicultores alemanes ya celebraban las buenas perspectivas de una añada excelente. Sin embargo, y sobre todo en el Norte, el verano permaneció inusitadamente fresco hasta finales de Julio, para en el mes de Agosto traer un calor nunca visto. El 10 de Agosto fue uno de los días más calientes del siglo, con más de 40 grados, y en las uvas apareció un fenómeno que sólo conocían los viticultores de más edad que recordaban los años 1949 y 1959: las uvas resultaron quemadas por el sol, adquiriendo el hollejo un color parduzco. A principios de Septiembre comenzaron las lluvias, algo que fue saludado con alegría, aunque después de unas precipitaciones intensas la proporción de agua de las uvas aumentó perceptiblemente y bloqueó el desarrollo de la calidad, con una acidez y un extracto a menudo relativamente bajos. Sobre todo en las variedades tempranas más productivas hubo cosechas masivas que se reflejaron en una producción media (!) por hectárea de 15.000 litros en el caso de la Portugieser en el Palatinado, 14.000 litros en la Müller-Thurgau en Hesse-Rin, 13.000 litros en la Trollinger en Wurtemberg y nada menos que 17.000 litros en la Elbling en el Mosela. En algunos casos, los vinicultores redujeron la calificación de sus Qualitätswein a Tafelwein (vino de mesa) para evitar superar la producción máxima por hectárea.
Las lluvias se mantuvieron durante todo el otoño y contribuyeron a que, sobre todo en las variedades tempranas, como la Müller-Thurgau o la Portugieser, aparecieran problemas de podredumbre en los casos en que no pudo comenzarse a recoger la uva poco después de las precipitaciones. Dado que, en algunas zonas, un tratamiento demasiado indulgente de las viñas había provocado ya en verano una intensa aparición de mildíu, las uvas de las variedades tempranas mostraron una tendencia mayor que de costumbre a sufrir una botritis prematura.
Cabe distinguir entre la producción masiva de variedades sencillas cultivadas en zonas húmedas y los vinos de productores exigentes con viñedos bien situados. Cuando el mosto estaba ya en las bodegas y los primeros vinos habían fermentado, más de un bodeguero se asombró al comprobar lo bien que había marchado todo a pesar del otoño lluvioso. “El pésimo tiempo durante la cosecha resultó desagradable para los vendimiadores, pero las uvas conservaron la ventaja obtenida por la floración temprana y el verano parcialmente caluroso”, declaró la Asociación de Bodegas Alemanas de Vinos con Denominación y Vinos de Calidad (VDP).
Las variedades tardías más valiosas, como la Riesling y la Spätburgunder, sobrellevaron las lluvias asombrosamente bien, por suerte para las zonas de cultivo más septentrionales: Rheingau, Mosela-Sarre-Ruwer, Nahe y Rin Medio. Especialmente en laderas con suelos pobres y porosos, las uvas recolectadas estaban increíblemente sanas, y de una producción razonable. Pero mientras que el Mosela Medio y el Bajo Mosela obtuvieron buenos valores de densidad de mosto y extracto con producciones moderadas, las cantidades medias para la Riesling en el Sarre, el Ruwer y el Alto Mosela superaron claramente los 12.000 litros, con una madurez moderada.
Los que quisieron alcanzar con la Riesling valores superiores a 90 grados Öchsle tuvieron que esperar mucho, efectuar una selección estricta y aspirar a unas producciones de explotación medias en torno a los 7.000 litros. Habrá vinos de los máximos niveles de calidad, pero en pequeña cantidad. A cambio, el año traerá Rieslings afrutados y claros, con acidez madura y agradable, que podrán beberse pronto.

La paciencia se vio recompensada
Fue posible obtener unos vinos excelentes, como demuestran los principales productores de la zona de Mosela-Sarre-Ruwer (Johannes Selbach: “Resulta milagroso con este tiempo, pero tenemos incluso Beerenauslesen”) o en el Rheingau. La bodega Robert Weil, que obtuvo un Kabinettwein con 33,3 g. de extracto, se limitó a una producción media de 5.500 litros por hectárea y consiguió, por décimo año consecutivo, todos los niveles de calidad, hasta Trockenbeerenauslese y Eiswein, que en algunos casos no se vendimiaron hasta Diciembre.
En Franconia, las uvas recolectadas fueron buenas y sanas cuando la Müller-Thurgau o la Silvaner se vendimiaron a tiempo. Posteriormente apareció putrefacción. Las calidades más habituales son Qualitätswein y Kabinettswein, siendo raras las calificaciones superiores, si se excluye el número bastante elevado de Eisweine obtenido en los últimos días de Noviembre.
El Palatinado y la región de Hesse-Rin pudieron cosechar Rieslings y Burgunder sanos, aunque aparecen grandes diferencias según la variedad, la ubicación, el momento de la vendimia y el tratamiento de los viñedos. En muchos casos, a diferencia de otras regiones, la paciencia para vendimiar no obtuvo recompensa. Los buenos productores consiguieron calidades de Spätlese tanto en los Riesling como en los Burgunder, con uvas de hasta 100 grados. También en el Palatinado hubo vinos excepcionales, entre ellas dos Trockenbeerenauslesen de las bodegas de Buhl y Bürklin-Wolf con más de 200 grados Öchsle. Bassermann-Jordan, una bodega dedicada exclusivamente al Riesling, alcanzó una densidad media del mosto de 92 grados Öchsle. En bodegas como Bergdole, Wehrheim o Knipser, los Burgunder estuvieron a la altura del año pasado en cuanto a acidez y grado de maduración.
Lo mismo ocurrió en Wurtemberg y Baden, porque este año el sol se dejó ver más en el Sur que en las regiones vinícolas septentrionales. Por eso, los vinicultores de Baden están especialmente contentos con la calidad de la añada. El 80% de las uvas Burgunder fue apto para vinos con denominación, un porcentaje significativamente mayor que en todas las demás zonas de cultivo. La satisfacción se debe sobre todo a los buenos valores de acidez, que en 1997 fueron a veces demasiado bajos. Incluso en el Silvaner se obtuvieron densidades de mosto superiores a 90 grados Öchsle. Jolmer celebra unos Burgunder más afrutados y equilibrados que el año anterior, y también en Heger se considera que la añada ha sido “al menos tan buena como la del 97” para los blancos. Una particularidad de 1998 ha sido la doble vendimia de Eiswein. El invierno de 1997/98 hubo que esperar mucho hasta alcanzar la temperatura de -7ºC necesaria para el Eiswein. No llegó hasta mediados de Enero, y para entonces las uvas no siempre se habían conservado. En cambio, el invierno de 1998/99 llegó muy pronto, con temperaturas de -8ºC. El 22 y 23 de Noviembre pudo recolectarse la segunda cosecha de Eiswein (segunda del año, aunque no de la temporada). Las densidades de mosto estaban entre 140 y 200 grados Öchsle. Es seguro que esta cosecha temprana de uva helada superará en calidad a la anterior, con unos vinos afrutados y elegantes.

Rin medio
Fecha de vendimia: 5. 10. 98
Tiempo en vendimia: lluvioso
Cantidad: elevada
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Ahr
Fecha de vendimia: 23. 9. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Mosela-Sarre-Ruwer
Fecha de vendimia: 5. 10. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Rheingau
Fecha de vendimia: 3. 10. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Evolución de precios: estable

Franconia
Fecha de vendimia: 25. 9. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Palatinado
Fecha de vendimia: 21. 9. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Nahe
Fecha de vendimia: 5. 10. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Hesse-Rin
Fecha de vendimia: 25. 9. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Württemberg
Fecha de vendimia: 5. 10. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

Baden
Fecha de vendimia: 17. 9. 98
Cantidad: elevada
Tiempo en vendimia: lluvioso
Calidad: buena
Evolución de precios: estable

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