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Ostras con blancos gallegos

  • Redacción
  • 2005-01-01 00:00:00

La ostra es uno de los moluscos más consumidos en el mundo y uno de los más apreciados desde tiempos muy remotos. Los antiguos griegos y los romanos fueron grandes comedores de ostras, título que probablemente ostenten en la actualidad los franceses. Hay, fundamentalmente, dos tipos de ostras: la plana (Ostrea edulis) y la honda (Crassostrea gigas). La mejor calidad de las ostras la presentan las planas, y dentro de ellas son muy valoradas las francesas de Marennes, Arcachon y Belon o las gallegas de Arcade, Arosa, Marín... Lo más recomendable es tomar las ostras vivas y añadir a su sublime crudeza una gota de limón para deleitarse con una intensa explosión de sabor a mar. Además, son muy nutritivas por su riqueza en sales minerales, proteínas y vitaminas. Es importante prestar atención a las condiciones en que llegan al mercado, ya que es un producto perecedero que exige garantías no sólo en el origen de la crianza sino también en la manipulación. La clasificación de las calidades tiene mucha relación con el peso. La máxima puntuación la obtiene, en la ostra plana, la denominada “Triple Cero” que se corresponde con una de 100 ó más gramos, para ir descendiendo hasta el número 6, en que estaríamos hablando de una ostra de 20 gramos. Se tienen que comprar siempre cerradas, ya que es un indicativo de su frescura. Las ostras casan muy bien con vinos blancos y espumosos, pero sobre todo con blancos gallegos como los que proponemos, especialmente aquellos de carácter salino, que armonizan con la delicadeza y finura gustativa de este lujurioso manjar. ÁNIMA BLANCA 2004 UO! singular wines. El interior muestra más cordura que la etiqueta. La mezcla de variedades es acertada, sin distorsiones y con profundidad a fruta exótica. AURA 2004 Aura. Excelente riqueza de aromas a maracuyá, pomelo y especias. Muy fresco y con carácter. Equilibrado y con elegante amargor. MARTIVILLÍ 2004 Angel Lorenzo Cachazo. Equilibrado en aromas y en boca. Tiene recuerdos de limas y otros cítricos con fresca entrada y delicado amargor. PALACIO BORNOS V.S. 2000 Crianza de Castilla la Vieja. Contundente, con una reducción noble espectacular. Una demostración de evolución magnífica. Graso, envolvente VEGA DE LA REINA 2004 Vega de la Reina. Nos gusta su punto graso en boca, lo envolvente que resulta y que deja un marcado volumen de frutas blancas y hierba. VIÑA CANTOSÁN 2004 Grupo Yllera. Muy aromático y vistoso en aromas de frutas tropicales, boj y hierba que no saturan. Magnífica acidez y casta. Buena añada.

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