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Foie gras con blancos dulces

  • Redacción
  • 2003-01-01 00:00:00

Hígado de ángel eres! Suavísima substancia, peso puro del goce!”, así comienza el poema que Pablo Neruda dedica al foie gras en su libro “Comiendo en Hungría”. Un auténtico placer para el paladar. El foie es únicamente el hígado de oca, y también de pato, hipertrofiado a propósito. Con esta técnica se consigue un manjar irresistible, de aspecto y color apetitosos, con un aroma y sabor complejos, y una textura untuosa y suave. Los de oca son más finos y aguantan mejor en conserva, sin embargo el de pato tiene un aroma más fuerte y, en ocasiones, es más indicado para prepararlo fresco.
El foie gras triunfa en todas sus formas: al natural, cocido, semi-cocido, trufado, en terrinas, en “block”... Comenzó sirviéndose al final de la comida, antes de los postres, pero hoy está presente de principio a fin: frío, en rodajas acompañadas de rebanadas de pan ligeramente tostadas, o en escalopes salteados, como plato central, en unión de infinidad de alimentos como lentejas, que hacen un espléndido matrimonio, o en su sencilla y arrolladora soledad. Pero siempre junto a vinos exquisitos que logren crear una gran sinfonía de aromas y sabores como la selección de blancos dulces que aquí proponemos. Blancos, la mayoría de sesgo mediterráneo, muy sutiles, elaborados con variedades aromáticas y personales como Moscatel, Malvasía o Xarel.lo. Despliegan múltiples sensaciones olfativas y gustativas; finas notas frutales y florales, un marcado carácter varietal, frescura, suavidad, melosidad, equilibrio... Terso terciopelo dorado de largo final.
NUESTRA SELECCIÓN
Gran Feudo Moscatel 2000
Julián Chivite.
Aromas primarios muy vivos, frescos (níspero, naranja) con elegancia, paso fresco y equilibrado con final cítrico agradable.

Molino Real 1999
Gago (Cía. de vinos Telmo Rodríguez).
Cautivan desde el primer momento la frescura de sus aromas. Su acento ácido estimula el conjunto, muy bien hecho.

Malvasía El Grifo 2000
El Grifo.
Explosivo, envolvente y con gran personalidad. Aromas de miel, fruta escarchada y cítricos exóticos. Amablemente dulce, con fuerte profundidad de sabores y aromas.

Fusta Nova 2001
Vicente Gandía Pla, S. A..
Color muy atractivo; aromas clásicos de moscatel: miel, jazmín y fruta de hueso madura. Sabroso, limpio y nada pesado.

Casta Diva Cos. Miel ‘00
Gutiérrez de la Vega.
Maestría y potencia de aromas con mucha cautela: nada molesta y todo agrada. Equilibrio total, se gana el paladar, y deja un final fresco y perfumado muy largo.

Parató Xarel.lo ‘00
Parató Vinícola, S.A.
Oro blanco muy brillante, atisbos de fruta blanca (pera, melón) con toque exótico. Paso delicado, bien medio y con gran frescura final.

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