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Beber y vivir

  • Redacción
  • 2012-12-01 09:00:00

Último editorial de 2012. Pese a que este año que se esfuma ha sido para arrinconarlo en la memoria, que no para olvidarlo, porque de las difíciles situaciones que cada uno pueda haber vivido a nivel personal o empresarial, y eso sin comentar el panorama nacional, también nos pueden llevar a la reflexión y sacar conclusiones. Pero este último editorial es optimista. Ya que diciembre era para nosotros un mes festivo de vino nuevo y este año no se celebrará PRIMER, el Salón de los Vinos de Maceración Carbónica, después de 14 años de existencia debido a causas ajenas a nuestra voluntad -esta frase es un portento-, ha salido un brote verde en la estepa nacional del sector de vino para compensar la pena -no se consuela quien no quiere, otra frase demoledora-.
Habrá que esperar unos meses para volver a celebrar la fiesta de los vinos de maceración carbónica, pero se ha presentado la campaña Quien sabe beber, sabe vivir, una acción de comunicación y concienciación de tres años de duración que tiene como objetivo poner en valor la cultura del vino en la sociedad española e informar sobre su consumo moderado y responsable. Una gran noticia teniendo en cuenta que son solo las exportaciones lo que está salvando a la mayoría de las bodegas, que otras bebidas, también alcohólicas e incluso muy alcohólicas, están en su curva ascendente, que la restauración tampoco pasa por su mejor momento y que la prensa especializada está bebiendo sin vivir. Y también porque después de años y años en busca de la campaña perdida, el sector se ha puesto de acuerdo y la iniciativa de la Federación Española del Vino ha sido secundada para su cofinanciación de parte del proyecto por la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, que aglutina a casi todas las denominaciones de origen. Ellos aportarán el 20% del presupuesto, la Unión Europea hasta un 60% y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente hasta un 20% de fondos nacionales. En esta campaña informativa, que se verá en revistas dispares y prensa nacional, hay un punto poco entendible, o como mínimo, paradójico: no se ha contado con la prensa especializada para su divulgación. Y lo es teniendo en cuenta, entre otras muchas cosas, que hemos sido pioneros en divulgar la cultura del vino en su más extenso alcance de la palabra, no solo al consumidor sino al público general, y que tampoco exclusivamente lo hemos hecho a través del papel o vía online, y como ejemplo muchos eventos abiertos al público o acciones formativas.
Bajo el lema Quien sabe beber, sabe vivir, que tan directamente vincula el consumo del vino a momentos de disfrute compartido, de experiencias, calidad y estilo de vida, y a pesar de todas las restricciones y trabas legales para su difusión publicitaria, si pudiésemos poner rostro al vino, seguro que empezaría el nuevo año con mejor cara. Y para caras, las de personajes públicos como vínculo de conexión emocional con el consumidor, una de las apuestas de Grey Group, la sólida agencia de publicidad que pondrá en marcha la campaña.
Llega cuando llega, ¡pero llega!Último editorial de 2012. Pese a que este año que se esfuma ha sido para arrinconarlo en la memoria, que no para olvidarlo, porque de las difíciles situaciones que cada uno pueda haber vivido a nivel personal o empresarial, y eso sin comentar el panorama nacional, también nos pueden llevar a la reflexión y sacar conclusiones. Pero este último editorial es optimista. Ya que diciembre era para nosotros un mes festivo de vino nuevo y este año no se celebrará PRIMER, el Salón de los Vinos de Maceración Carbónica, después de 14 años de existencia debido a causas ajenas a nuestra voluntad -esta frase es un portento-, ha salido un brote verde en la estepa nacional del sector de vino para compensar la pena -no se consuela quien no quiere, otra frase demoledora-.
Habrá que esperar unos meses para volver a celebrar la fiesta de los vinos de maceración carbónica, pero se ha presentado la campaña Quien sabe beber, sabe vivir, una acción de comunicación y concienciación de tres años de duración que tiene como objetivo poner en valor la cultura del vino en la sociedad española e informar sobre su consumo moderado y responsable. Una gran noticia teniendo en cuenta que son solo las exportaciones lo que está salvando a la mayoría de las bodegas, que otras bebidas, también alcohólicas e incluso muy alcohólicas, están en su curva ascendente, que la restauración tampoco pasa por su mejor momento y que la prensa especializada está bebiendo sin vivir. Y también porque después de años y años en busca de la campaña perdida, el sector se ha puesto de acuerdo y la iniciativa de la Federación Española del Vino ha sido secundada para su cofinanciación de parte del proyecto por la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, que aglutina a casi todas las denominaciones de origen. Ellos aportarán el 20% del presupuesto, la Unión Europea hasta un 60% y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente hasta un 20% de fondos nacionales. En esta campaña informativa, que se verá en revistas dispares y prensa nacional, hay un punto poco entendible, o como mínimo, paradójico: no se ha contado con la prensa especializada para su divulgación. Y lo es teniendo en cuenta, entre otras muchas cosas, que hemos sido pioneros en divulgar la cultura del vino en su más extenso alcance de la palabra, no solo al consumidor sino al público general, y que tampoco exclusivamente lo hemos hecho a través del papel o vía online, y como ejemplo muchos eventos abiertos al público o acciones formativas.
Bajo el lema Quien sabe beber, sabe vivir, que tan directamente vincula el consumo del vino a momentos de disfrute compartido, de experiencias, calidad y estilo de vida, y a pesar de todas las restricciones y trabas legales para su difusión publicitaria, si pudiésemos poner rostro al vino, seguro que empezaría el nuevo año con mejor cara. Y para caras, las de personajes públicos como vínculo de conexión emocional con el consumidor, una de las apuestas de Grey Group, la sólida agencia de publicidad que pondrá en marcha la campaña.
Llega cuando llega, ¡pero llega!

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