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El consumo moderado de vino durante las comidas puede maximizar los beneficios para la salud de la Dieta Mediterránea, ya que los componentes dominantes de la puntación de la Dieta Mediterránea como un predictor de mortalidad reducida son el consumo moderado de vino, bajo consumo de carnes y productos cárnicos, y el alto consumo de verduras, frutas, aceite de oliva y legumbres. Esta es una de las conclusiones que se extrajeron del X Congreso Internacional Dieta Mediterránea que se celebró en Barcelona, en el marco del salón Alimentaria 2014.
Allí se habló de vino y de cómo su consumo moderado tiene efectos beneficiosos sobre la salud. Una de las conclusiones fue que, aunque muchos factores de riesgo han mejorado, es importante persistir en un estilo de vida saludable y precisamente el consumo moderado vino se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, un envejecimiento saludable en general y una esperanza de vida prolongada.
