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El vino dulce de Málaga, que antaño cimentó su prestigio internacional, se debate en un dilema: renovarse, y perder parte de su esencia, o morir. El mercado manda y no admite los viejos vinos dulces de la abuela, hoy además muy adulterados con arrope y otras prácticas más o menos fraudulentas. Mantener la calidad en los niveles históricos que situaron a Málaga a la altura de Porto o Jerez, resulta carísimo. Por eso López Hermanos, una de las bodegas más tradicionales de la zona, ha apostado por los blancos de Moscatel más frescos y ligeros, menos empalagosos y más actuales, que están teniendo una gran aceptación, como “Cartojal”. Es la vanguardia de un cambio necesario, aunque López Hermanos no olvida los vinos más clásicos, tanto de Moscatel como de Pedro Ximénez, las uvas principales de la zona, entre los que destaca el conocido “Málaga Virgen”, un dulce típico, pastoso, con la aportación característica de la solera vieja. Cartojal es un moscatel de estilo moderno en la tierra más tradicional y de vinos menos actuales de toda Andalucía, basada en respetar al máximo los finos aromas de esta uva polivalente. Su calidad aumenta cada año y hoy es referencia obligada. En boca es moderadamente dulce, combinado con una adecuada acidez que le da frescura. Los retronasales están presididos por los tonos varietales, con la uva un tanto sobremadurada. Por eso, Cartojal es un vino ideal para adentrarse en el jardín perfumado de la mejor Moscatel, descubrir sus aromas frutales, florales y minerales, y fijar en la memoria sus mil y un matices. Y una vez lo haya catado mande los resultados a la redacción de la revista, C/ Teruel, 7. Colonia Los Ángeles. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los cinco mejores catadores recibirán en su domicilio una caja con 6 botellas de la bodega.
