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El carácter de Toro

  • Redacción
  • 2004-09-01 00:00:00

El gran sueño de Manuel Fariña fue elaborar un vino distinto, con personalidad propia y enseñarlo por el mundo. Poco a poco lo fue cumpliendo. Hace ya más de medio siglo que su padre. Salvador Fariña, inició la actividad vinícola en una rudimentaria bodega en Casaseca de las Chanas (Zamora). En 1988, a raíz de la creación de la D.O. Toro, se construyeron las nuevas instalaciones y en ellas se elaboran, desde entonces, los vinos que Bodegas Fariña comercializa al amparo de esa D.O., vinos que combinan el carácter singular de la zona con una notable elegancia y complejidad. Esta firma, totalmente familiar, cuenta con cerca de 250 hectáreas de viñedo y además compra a otros viticultores de la zona, asesorados en todo momento para asegurar la máxima calidad. Las variedades empleadas para elaborar su gama de vinos son Tinta de Toro y Garnacha, para rosados y tintos, y Malvasía y Verdejo, para blancos. Es la Tinta de Toro la que protagoniza esta práctica, al cien por cien presente en el Gran Colegiata Crianza-Roble Francés 1999, procedente de viñas de más de treinta años de edad. Un tinto que sigue las nuevas tendencias del mercado y una firme apuesta de Manuel Fariña por deleitar al aficionado con un vino estructurado, con potencia y que presenta una excelente evolución en el tiempo como podrá apreciar. Haga su cata y mande el resultado a la redacción de nuestra revista: C/Teruel, 7. Colonia de Los Ángeles. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los cinco mejores catadores recibirán en su domicilio una caja con 6 botellas de esta prestigiosa bodega.

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