• Redacción
• •
• 2017-12-12 10:23:37

Icono del rock desde los tiempos de Tequila o Los Rodríguez, el cantante Ariel Rot es también un apasionado del vino, enófilo empedernido 

Los amantes de los vinos auténticos y el buen rock and roll están de enhorabuena con el estreno de Broder 2016, vino tinto de carácter franco y frutal que aúna el oficio de la bodega mallorquina Ànima Negra y el talento de Ariel Rot, una de las figuras más respetadas de la escena rockera de España y Latinoamérica.

Broder 2016 supone la segunda incursión del conocido guitarrista, cantante y compositor en el mundo del vino, tras el lanzamiento, en el año 2015, de La Huesuda 2013, el tinto que Rot concibió junto a su amigo, el crítico y escritor vinícola Federico Oldenburg, en colaboración con la bodega Los Pinos, pionera en el desarrollo de la viticultura ecológica en la D.O. Valencia. El resultado de aquella joint venture fue un vino natural, sin sulfitos añadidos, elaborado a partir de Monastrell, Garnacha tinta y Syrah.

Satisfecho por aquel debut en el ámbito del vino, que contribuyó a romper las barreras entre esta bebida y las nuevas generaciones de consumidores, Ariel Rot ha querido repetir experiencia, aunque cambiando de registro, trasladándose a otra región productora y empleando variedades autóctonas menos conocidas, con el propósito de abrir el horizonte sensorial de su público de enófilos y rockeros a nuevas posibilidades de disfrute.

Así, siempre con Oldenburg como experto asesor, Rot visitó el pasado mes de junio Mallorca, encontrando en Miguel Àngel Cerdá y Pere Obrador -mentores de Ànima Negra, la bodega de mayor prestigio en la isla- los socios idóneos para su nuevo vino. Tras empaparse en la filosofía de la bodega y realizar varios ensayos de posibles coupages con distintos lotes de vinos de cuantos se conservan en la antigua possessió de Felanitx, sede de Ànima Negra, el músico encontró lo que buscaba en un ensamblaje de vinos tintos con predominio de variedades locales (50% Callet, 30% Mantonegro, 20% Cabernet Sauvignon), parcialmente criados durante nueve meses en barricas de roble francés.

De esta alianza de talentos y combinación de uvas surge el flamante Broder 2016, que con su carácter franco y jovial, dominado por una fragante expresión frutal, con delicados matices florales y especiados, sintoniza con el espíritu que proclama la letra de la canción que inspira el nombre del vino:

Tómate una copa hermano

quedan cosas que decir

y nos conocemos tanto

que no podemos mentir

Esto fue lo que nos contó Ariel Rot. También puedes verlo en nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=27Ph1x896j4

¿Cómo surgió en Ariel Rot esa apasionada devoción por el vino?

E l mundo del vino siempre estuvo presente en mi vida. En casa, el vino fue un gran aliado familiar. Siempre bebía vino con mi padre e incluso ahora, que ya está un poco más mayor, seguimos bebiendo juntos. Ya sabes cómo es el vino, en la charla padre e hijo con una botella de vino de por medio siempre pasan cosas interesantes. Además, viviendo en España es muy fácil aficionarse al vino. El vino siempre está presente y en los últimos años se ha ampliado muchísimo la oferta, han surgido muchas nuevas producciones, nuevos sitios, denominaciones inesperadas y muy interesantes...

Ya asoció en 2013 su nombre a un vino y ahora vuelve a hacerlo con Ànima Negra...

E n 2013 dí a un vino el nombre de una de mis canciones, La Huesuda, era un vino de Bodegas Los Pinos 100% ecológico, sin sulfitos, fue muy bonito. Hace un año salió el disco La Manada con una canción que se llama Broder y era un nombre muy apropiado para el nuevo vino de Ànima Negra porque exalta la amistad y todas esas cosas que siempre ocurren con una botella, o varias, de por medio. La canción Broder es una despedida a un amigo muy querido que se fue, una declaración sobre la amistad profunda y también sobre la locura de la juventud. Por eso Broder es un vino joven con tanta frescura y rock and roll.

¿Ha pensado en la posibilidad de convertir su pasión por el vino en algo más profesional?

P ara mí, el vino es un tema cien por cien lúdico, me entretiene, me divierte, me da muchas alegrías. La música es mi profesión y cualquier profesión, por muy divertida que sea y por muy afortunado que yo sea por poder dedicarme a lo que siempre quise, no deja de ser motivo a veces de estrés, de preocupación. Sin embargo, el vino siempre es amistad, placer, pasarlo bien, conocer gente. Yo siempre disfruto del vino, pero realmente no soy ningún experto y no te podría hablar prácticamente de ningún aspecto técnico del vino, para eso está mi socio, mi amigo, el crítico y escritor vinícola Federico Oldenburg.

¿Qué busca al elegir una botella de vino? ¿Qué espera encontrar tras el descorche?

D epende de la situación, están los vinos de diario, los vinos especiales, los vinos del fin de semana, pero siempre le pido que no sea pretencioso y si me sorprende con algo nuevo, siempre será bienvenido. El vino lo tengo tal vez demasiado asociado a los momentos felices, aunque para la felicidad nunca es demasiado. Todo lo que me ha ocurrido delante de una botella de vino es bueno y confesable porque, además, una de las grandes virtudes del vino es que, aparte de ser una cosa embriagadora y maravillosa, es legal y, por tanto, todo lo que pueda hablar del vino es confesable

¿Qué vinos prefería cuando tocaba con Tequila, después con Los Rodríguez y ahora?

C on los Tequila, y esto lo recuerdo muy bien porque no le hacía ninguna gracia a nuestro mánager, que era el que siempre pagaba las cenas, tomábamos Viña Pomal de 1970. Y hay que recordar que estamos hablando del año 1978. No estaba nada mal beber un vino del 70 en aquellos años, eran épocas muchísimo más clásicas y, creo recordar, la verdad es que hace mucho que no lo he probado, que era todo un vinazo. Con Los Rodríguez nos coincidió con la época del auge de la Ribera del Duero y bebíamos Pago de Carraovejas y cosas así. Y ahora, por supuesto, bebo Broder.

¿Le gusta beber una copita de vino mientras trabaja componiendo, grabando, actuando?

P or supuesto. Bebo vino mientras compongo, mientras grabo, antes o después de los conciertos... El vino es un aliado excelente para componer y también para sentarte a tocar... Una guitarra y una copa de vino, un piano con una copa de vino, sin duda es siempre una gran combinación, siempre es un gran momento. De hecho, para los conciertos siempre pido vino a los promotores, se especifica en el contrato, una o dos botellas de vino, y siempre les digo que que el vino sea bueno no significa que tenga que ser caro. Les digo: sabemos de vinos, por favor, buscad cosas locales, buscad bodegas pequeñas, sorprendednos...

Puedes ver la entrevista en nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=27Ph1x896j4