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Jerez: En el nombre del vino (Ciudades del Vino)

  • Redacción
  • 2002-04-01 00:00:00

Jerez de la Frontera despierta la querencia del viajero enofílico. Por su tradición, sus antiguas bodegas, su tapeo, su personalidad y todo lo que gira en torno a los generosos más excepcionales del planeta.

Al igual que Burdeos y Oporto, Jerez tiene grabada a fuego una relación indisoluble con el vino. Ciudad generosa donde las haya, la redundancia y el buen hacer de sus gentes han querido otorgarle la capitalidad mundial de los generosos, porque allí se elaboran unos vinos de carácter único y porque desde hace tres años es también, gracias a Vinoble, la cita ineludible de los vinos nobles, generosos y licorosos.
Predispuesta a los tópicos, Jerez ha creado para sí una cultura en torno al flamenco, los vinos, los caballos e incluso las motos, lo cual refleja una imagen «very typical» que jamás podrá sacudirse. Ni falta que le hace, porque Jerez es todo eso y mucho más. Basta con dejarse caer por el Bar Juanito para saborear unas alcachofas –¡las mejores del universo!– y probar los vinos viejos de las botas eternas que allí se escancian, rendirse ante el encanto de esas auténticas catedrales del vino que son las antiguas bodegas que aún perviven incluso en el centro histórico de la villa, o entregarse a la conversación animada en cualquier tasca, con un amontillado siempre a mano, para palpar una personalidad auténtica, que supera los lugares comunes for export.
No hay otra ciudad en el mundo con una aristocracia vinatera como la de Jerez: de ahí el orgullo de los descendientes de los Domecq, Osborne, González Byass, Lustau... que aún hoy –incluso cuando muchos ya no forman parte activa de la industria vinícola– recorren orgullosos los rincones de la ciudad, descubriendo los nombres de sus antepasados en placas, plazas y avenidas. A los demás, ajenos a esa burguesía enológica, siempre nos quedará el buen tapeo y mejor chateo jerezano, amparados en un anonimato que no nos impedirá ser testigos, con un poco de suerte, de una memorable noche flamenca.
O maravillarnos ante el espectáculo de Jerez 2002, los Juegos Ecuestres Mundiales, que en septiembre próximo traerán a la ciudad un millar de caballos y jinetes procedentes de medio centenar de países, para el deleite mayúsculo de quienes gozan con los saltos con obstáculos, la doma clásica, los enganches, el voleo y demás competiciones hípicas. (Por cierto, la imprescindible mascota oficial del certamen tiene un nombre tan jerezano como vinícola: «Fino»).
O, mejor aún, vivir la tercera edición de Vinoble, que ofrece la posibilidad, con sólo saltar de estand en estand (emulando a los caballos antes citados), de degustar un sauternes, un eiswein, un ruster ausbruch, un oporto o un moscadello, por no hablar de las grandes estrellas del firmamento jerezano: amontillados, Palo Cortado, olorosos, Pedro Ximénez y demás.
Es evidente que 2002 se presenta como el año jerezano por antonomasia. La mejor oportunidad para disfrutar de los encantos del Jerez de siempre y, al mismo tiempo, de otras atracciones puntuales que reafirmarán en propios y extraños el amor eterno por esta ciudad con nombre de vino.
¿O era al revés?


Guía del buen gusto

DE BARES
1- Bar Juanito (Pescadería Vieja, 10. Tel.: 956 34 48 38). Tapeo de altura y vinos únicos. Toda una referencia en Andalucía.
2- El rincón de Paco (Paseo de las Delicias, 42.
Tel.: 956 34 14 00). Para tapear al estilo de Jerez.
3- Tendido 6 (Circo, 6. Tel.: 956 34 48 35). Arte, cocina de mercado y raciones sublimes.
4- El patio (San Francisco de Paula, 7. Tel.: 956 34 07 36). Una antigua bodega, el mejor escenario para disfrutar con los productos de la tierra.
5- Las Bridas (Avenida de la Rosaleda, 4. Tel.: 956 30 45 66). Tapeo jerezano de última generación.
6- La Canilla (Larga, 8. Tel.: 956 33 93 90). Continúa la
tradición del vecino La Venencia, uno de los clásicos de la
ciudad.

DE restaurantes
7- Venta Juan Carlos (Virgo, 9. Tel.: 956 33 75 29). Venta posmoderna donde la vanguardia y la tradición se dan la mano.
8- El Bosque (Avenida Alcalde Álvaro Domecq, 26.
Tel.: 956 63 07 30). El mejor pescado de la bahía de Cádiz a dos pasos del recinto ferial.
9- La mesa redonda (Manuel de la Quintana, 3.
Tel.: 956 34 00 69). Cocina andaluza de temporada. Atún entre abril y julio, caza en otoño y bacalao en Cuaresma.
10- Venta Antonio (Ctra. Jerez-Sanlúcar, km 5.
Tel.: 956 14 05 35). Venta tradicional en plena ruta del vino.
11- La parra vieja (San Miguel, 9. Tel.: 956 33 53 90). Restaurante familiar con excelentes productos.

DE bodegas
12- Maestro Sierra (Plaza de Silos, 3. Tel.: 956 34 86 02). Entre las más entrañables, ideal para comprar el fino del año a granel.
13- Pedro Domecq (San Ildefonso, 3. Tel.: 956 15 15 00).
De las grandes. Se aconseja reserva previa.
14- Marqués del Real Tesoro (Ctra N IV, km 640.
Tel.: 956 32 10 04). A medio camino entre una bodega, un castillo y un museo, con la personalidad única de su propietario, Pepe Estévez.
15- Diez Mérito (Diego Fernández Herrera, s/n.
Tel.: 956 33 97 76). Ejemplo de la más auténtica tradición jerezana.
16- Bodegas Lustau (Tel.: 956 34 77 89). Para conocer el trabajo del elaborador de los mejores vinos de almacenista.
17- González Byass (Manuel María González, 12,
Tel.: 956 35 70 16). Otra de las grandes bodegas de Jerez. Ofrece visitas nocturnas.
18- Bodegas Dios Baco (Colón, 1. Tel.: 956 33 33 37). Entre las antiguas bodegas del casco antiguo.

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