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Diferentes o especiales

  • Redacción
  • 2001-12-01 00:00:00

Definidos como “de alta expresión” o vinos para la fiesta, son vinos generalmente con mucha carga de extracción de color (largas maceraciones del mosto en contacto con el hollejo), grado alcohólico (uvas bien maduras), barricas nuevas de primera calidad y un diseño especial. Su aroma suele ser potente y complejo, y su sabor, muy completo, ligados a un final amargo algo astringente. Estos vinos suelen ser saludables con platos de carne roja y aves de sabor pronunciado, acompañados de salsas reducidas, con el añadido de algún elemento dulce como el Oporto, la confitura de frutos negros (arándanos), manzana asada, etc... para suavizar, y al mismo tiempo armonizar el carácter dulce del alcohol. Las grasas lácteas, es decir, la mantequilla y la nata, vuelven el alcohol picante. Si éste supera los 13 grados se corre el riesgo de que la grasa desequilibre al vino. También se debe tener especial cuidado con la comida muy salada, ya que el alcohol y la sal, juntos, provocan un sabor amargo. Por lo tanto, nunca debería destacar el sabor salado con vinos ricos en tanino; en su defecto, se debería sazonar con hierbas aromáticas y especias, sin exceso. Los tintos muy viejos (amarronados) y frágiles (sedimento en la botella), suelen resultar inadecuados para acompañar los manjares por su delicado bouquet que, en la mayoría de los casos, pasa inadvertido debido a la potencia de sabor del plato.

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