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D.O. Ribera del Júcar

  • Redacción
  • 2005-02-01 00:00:00

La Denominación de Origen recién nacida, ratificada en 2003, reúne siete municipios conquenses y hace gala de una doble vocación: profundizar en la calidad de las viñas y los vinos y, desde ahí, poner los cimientos para una transformación social, un futuro en el que los vecinos encuentren en el entorno su trabajo y la satisfacción de las cosas bien hechas. Vinos que lleguen por derecho propio a los rincones más remotos de este globo global. Cuando el Boletín Oficial dio el aldabonazo al Consejo Regulador de la Ribera del Júcar, vino a formalizar un arduo proceso de casi quince años, tiempo para aunar voluntades e inversiones, gestar una fórmula eficaz, independiente aunque dentro de La Mancha, y, en definitiva, reconocer el buen hacer de un trabajo que día a día se consolida como gratificante para quienes lo desarrollan y placentero para quienes lo reciben, para quienes degustan vinos cuidados, diferentes. Las diferencias Dentro de ese tópico “mar de vinos” que es La Mancha, el mayor viñedo del mundo, no cabe duda de que las actuales puntillosas formas de elaboración tenían que sacar a luz la especificidad de las bases del vino: el clima, el suelo y la uva. Pues bien, la Ribera del Júcar se revela como especial en los tres aspectos. La uva predominante, histórica, es la Bobal, a la que poco a poco se sumaron la ubicua Cencibel y, más recientemente, la sabrosa Merlot y la pícara y a la vez seria Syrah que ha encontrado en esta zona un medio vegetativo idóneo. La cruel calidad del suelo se distingue a primera vista. Por esas vueltas que la tierra ha dado, por esos misterios de su gestación, actualmente los cantos rodados, redondeados, desgastados por las aguas del río que da nombre a la región, el Júcar, se encuentran sembrados hasta mas allá de siete u ocho kilómetros de lo que hoy es su reducido curso. Esos guijarros de aspecto dramático recubren y protegen, como un milagroso manto, terrenos profundos, arcillosos y calcáreos. Y eso se aviene con el talante un punto masoquista, sufridor, que caracteriza a las mejores cepas, a las mejores uvas vinificables. Eso, y un clima de variaciones bruscas, de inviernos gélidos y estíos tórridos, secos y soleados, y sobre todo, con una sensible diferencia de temperatura entre los días y las noches de verano, ese mágico toque que hace que maduren lentamente, que los hollejos engrosen para proteger el grano y con ellos crezca la proporción en el mosto, la enjundia de taninos, la estructura, el cuerpo... en fin, las cualidades de las uvas con las que se elaboran los grandes tintos. Aquí quizá la proximidad del río dulcifica los fríos y disminuye los riesgos de heladas tardías. De hecho, el paisaje se salpica y se ameniza, aquí y allá, con plantaciones de almendros y frutales que evocan tierras mediterráneas. El territorio Los siete municipios que integran la Denominación de Origen son, como sugiere su nombre, aldeas venidas a más, fincas de labor que crecieron por el tesón de sus agricultores. Son Casas de Benítez, Casas de Fernando Alonso, Casas de Guijarro, Casas de Haro, Pozoamargo, Sisante y El Picazo. Llanos poco accidentados a una altitud entre 700 y 750 metros. La producción En el territorio se cosechan unos cuarenta millones de kilos de uva, se elaboran tres millones de botellas y el Consejo ha puesto su contraetiqueta a 600.000. La selección, el corte de calidad, no lo realiza el propio Consejo sino que delega esa tarea, para absoluta independencia, en una consultora que entrega los resultados al Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha. Esta es una de las peculiaridades de la novísima Denominación, la única que se adscribe plenamente a aplicar la reciente normativa de la Ley del Vino. Su presidente, Javier Prósper, asume el reto de mejorar la comercialización, rompiendo esquemas tradicionales y apostando por la calidad, y para ello no duda en promover innovaciones que, en tierra de cooperativas, exigen un proceso lento. Y así se gesta su evolución, entre esos frenos y la osadía comercial o publicitaria, carteles que rezan “atrévete” y que reclaman la atención de un público osado, el nuevo consumidor. Buscan acercar el mundo del vino de una forma más informal, más distendida, creando debate. Los vinos jóvenes son hasta ahora los que más aceptación están teniendo, especialmente por su sabor afrutado de gran calidad. Muchos ya han obtenido diferentes reconocimientos, tanto en ferias y eventos vitícolas, como en los Premios Gran Selección. Las normas Según el reglamento de la D.O., los vinos jóvenes amparados en Ribera del Júcar tendrán en la fase visual un color rojo picota, limpio y brillante, destacando los tonos rojos y púrpuras. En nariz, aromas limpios y de intensidad media, destacando los afrutados. En la fase gustativa, vinos potentes a la entrada en boca, de cuerpo intenso con una tanicidad media y un postgusto medio, dejando recuerdo de su redondez. Los vinos Tradición Júcar -envejecidos en barrica de roble francés o americano durante cuatro meses- tendrán también un color rojo picota de buena capa, aromas limpios y de intensidad media, apareciendo, tras el paso por la madera, las notas de fruta roja madura, torrefactos y vainilla, potentes en su paso por boca, limpios y sedosos. Los vinos de crianza tendrán colores que van desde el rojo rubí al rojo cereza, con irisaciones teja, combinados con púrpuras. Serán limpios, brillantes y de capa media. En nariz, tendrán un aroma limpio e intenso, en que se percibe discretamente al principio alguna nota de fruta roja, junto con notas avainilladas y torrefactadas de intensidad media-alta. Aparecerán también ligeras notas de cacao. En boca, serán vinos de cuerpo intenso y tanicidad media, con un postgusto largo e intenso. Así es y así sea. La DO en cifras Sede del Consejo Regulador: Avda. de España 21 16611 Casas de Haro (Cuenca) Tel.969 380 840 Fax 969 380 518 Presidente: Javier Prósper Galiano Gerente: José Luis Villahermosa Extensión...................... 9.141 has. Viticultores: .................. 1.425 Registro de bodegas ..... 10 (7 coop.) Variedades más extendidas: Bobal, Cencibel, Merlot, Syrah. Producción con contraetiqueta: 600.000 botellas mail: do@vinosriberadeljucar.com

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