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Australia: Grange y otras leyendas

  • Redacción
  • 2006-11-01 00:00:00

La vinicultura es como la cultura pop: la fama nunca fue tan efímera como ahora. Pero precisamente el Nuevo Mundo nos regala excepciones a esta regla: los australianos sienten verdadera veneración por el Grange y otros vinos de culto del sur de Australia. Y con razón. “Wonderful flittering light”, dice la joven mexicana. Y es cierto: a nuestros pies reluce la ciudad de Adelaide. Es una gran alfombra resplandeciente que se disuelve en la nada tranquila y oscura allí donde comienza el Pacífico Sur. En el cielo brillan cinco estrellas que forman la célebre Cruz del Sur. El joven médico Christopher Rawson Penfold tuvo buena mano cuando en 1884 compró una finca llamada Magill Estate, al pie de las Mount Lofty Range. Mientras su mujer, Mary, se ocupaba de la granja y los viñedos recién plantados, el doctor pasaba consulta en una cabaña de piedra, a la que puso por nombre The Grange. Era un médico adelantado a su tiempo. Ya entonces solía recetar vino como medicina a los pacientes aquejados de anemia. No obstante, es poco probable que pudiera llegar a imaginar que, con su Magill Estate, estaba poniendo los cimientos de lo que sería la finca vinícola más conocida de Australia, ni que el nombre de su sencilla cabaña de piedra llegaría a ser el del vino más famoso del hemisferio Sur: Grange. Como el Baile de la Ópera de Viena Asomada a la barandilla del “Magill Estate Restaurant” luciendo un vestido de noche negro, la joven mexicana ha cruzado medio mundo nada menos para asisitir a la cena “Pre-Release Dinner” de la nueva cosecha de Grange. Esta cena tiene lugar cada año a mediados de abril en el resurgido Magill Estate. Resurgido, porque esta legendaria finca vinícola estuvo prácticamente abandonada durante décadas, desde que en 1911 Penfolds trasladara su sede principal a Nuriootpa, en Barossa Valley. Sólo cuando la ciudad de Adelaide, extendiéndose hacia el Este, amenazaba con tragarse hasta los últimos viñedos de Magill, la empresa vinícola recordó sus raíces en 1990 y revitalizó Magill Estate, con sus intrincados edificios de bodega que recuerdan a un pueblo. El nuevo restaurante, visible desde muy lejos, es ahora el emblema de la finca: inspirado en un templete japonés, su gran cristalera se abre ante unas espectaculares vistas sobre la ciudad de Adelaide. Hoy por hoy, la presentación anual del nuevo Grange ya es un verdadero acontecimiento que convierte este lugar en el ombligo social de la metrópoli vinícola. La “Grange Release” es para Adelaide algo así como el Baile de la Ópera para Viena. Incontestadamente en la cumbre La veneración que los australianos sienten por el Grange casi no es explicable racionalmente. Las pocas botellas que quedan de la cosecha de 1951, el primer Grange elaborado experimentalmente, han adquirido el astronómico precio de subasta de aproximadamente 60.000 dólares australianos. Y la antigua etiqueta original del Grange es patrimonio nacional, del mismo modo que la Casa de la Ópera de Sidney. Pero aún más sorprendente es que el contenido de las botellas, año tras año, vuelve a hacer justicia una vez más a su enorme prestigio. Es un logro que no ha alcanzado a igualar ninguna otra finca vinícola en todo el mundo. Por ejemplo, en Italia hace tiempo que Sassicaia y Solaia han de compartir con otros muchos vinos superiores la fama que gozaron en su día. En España, el legendario Vega Sicilia, considerado inalcanzable durante décadas, está siendo asediado por alrededor de una docena de vinos igualmente ambiciosos. Y en California, Opus One ha conocido momentos en los que incluso corrió peligro de perder su posición en la cumbre. 1998 sensacional También en el sur de Australia, a partir de mediados de los 90, se han presentado algunos vinicultores ambiciosos para medirse con el Grange. Entre los desafíos más conocidos se cuenta el de la bodega Torbreck Vintners de David Powell, cuyo Top Shiraz Selection RunRig, a pesar de toda su concentración, está transportado por una elegancia y un equilibrio cercanos al Grange. Otras bodegas emergentes apuestan por la intensa frutalidad y mucho especiado de roble, como Clarendon Hills Winery con su vino superior Astralis, Two Hands Wine con su Ares, o Garden Series (seis vinos de Shiraz de seis regiones vinícolas del sur de Australia como Barossa Valley, McLaren Vale, Padthaway o Langhorne Creek). Aunque estos vinos emergentes tuvieron gran resonancia en la prensa enológica internacional, en ningún momento pudieron desplazar al Grange de su posición en la cumbre. Muy al contrario, con la añada de 1998, Penfolds presentó un Grange sencillamente sensacional, en el que todos los componentes armonizaban a la perfección en el máximo nivel: fruta, taninos y acidez. «Como hormigas machacadas» Han pasado exactamente 49 años desde que Max Schubert (1915 – 1994), el creador de este monumento enológico, presentara por primera vez ante un público elegido las añadas de 1951 a 1956, teniendo entonces que encajar críticas fulminantes. Uno de los catadores más influyentes de su época en Australia dijo que el vino sabía a hormigas machacadas, otro lo comparó con sangre de toro rancia. Tras lo cual, la gerencia de Penfolds ordenó a su bodeguero jefe el abandono inmediato de tales “experimentos perjudiciales para el buen nombre” de la empresa. Pero Schubert continuó en secreto. Se daba cuenta de que, sencillamente, se adelantaba a su tiempo. Había hecho el vino a la manera de Burdeos, macerándolo y fermentándolo durante dos semanas a temperatura controlada. Los catadores australianos no tenían experiencia con vinos tan concentrados, que necesitan de la maduración en botella para expresarse, y no supieron reconocer el potencial del Grange. Seis años después, Schubert presentó su vino, antaño despreciado, al concurso enológico más importante de Australia. Y véase: el vino ya madurado recibió el máximo galardón. Un concepto muy particular En Europa, la filosofía del vino parte claramente de un concepto básico según el cual los vinos más nobles del mundo proceden de viñedos individuales. Según este pensamiento, los que prometen ser los mejores serán vinos como Clos du Mesnil de la Casa de Champagne Krug, los Premiers Crus de Burdeos o el Romanée-Conti del viñedo de Grand Cru del mismo nombre en la Borgoña. El Grange encarna una filosofía del vino distinta, opuesta. El concepto del Grange no se basa en los viñedos individuales, sino en su método de trabajo, cuyo objetivo es, en una gran empresa como es Penfolds que abarca varios cientos de hectáreas en el sur de Australia, mantener separadas el máximo número posible de partidas (que pueden ser uvas de parcelas individuales o incluso de hileras de vides, pero también barricas individuales en la bodega) durante un tiempo máximo, y catar y valorar una y otra vez todos estos cientos de partidas. Cuando el “chief winemaker” Peter Gago y su equipo se disponen cada año a crear el nuevo Grange, eligen de entre este gigantesco espectro aquello que, en su opinión, es digno de convertirse en Grange. Con seguridad incluirán uvas Shiraz de Kalimna Vineyard en Barossa Valley, pero si les gustan mucho dos o tres barricas de vino de Magill Estate, de Padthaway, de McLaren Vale o de la lejana Coonawarra, a 300 kilómetros de distancia, éstas también pueden formar parte del blend para el Grange. Este legendario vino superior de Penfolds a veces está hecho con cien por cien de Shiraz (como las añadas de 1999 y 2000), pero algunos años contienen hasta un quince por ciento de Cabernet Sauvignon (como la de 1993). No hay reglas fijas. Con cada añada, este vino se vuelve a crear desde cero. De manera que, en resumen, el concepto del Grange es: selección por degustación. Debe ser un concepto muy convincente, pues desde 1951 ha sido aplicado por cuatro bodegueros jefe distintos sin que haya mostrado apenas diferencias de estilo. Shiraz del sur de Australia El Grange es el más célebre, pero no el único ejemplo de que los vinos de bandera hechos con Shiraz, variedad establecida en el sur de Australia desde hace mucho tiempo, indiscutiblemente siguen dominando allí la escena. Pero los otros dos legendarios de Shiraz no están hechos siguiendo el principio del “South Australia Blend” como el Grange: son vinos de terruño según el modelo europeo. Tampoco los produce un consorcio vinícola de la envergadura de Penfolds, sino las clásicas familias de vinicultores. Tan sólo siete años después del primer Grange, Cyril Alfred Henschke embotelló su primer Hill of Grace. Corría el año 1958. Desde entonces este vino, hecho con uvas de cepas de 150 años de edad plantadas frente a una iglesia luterana aún más antigua, es el más célebre de un solo viñedo de toda Australia. Hoy lo elabora Stephen Henschke, quinta generación al frente de la finca familiar. El tercer representante de la vieja guardia es relativamente joven, en comparación. Mientas Henschke traía al mundo su Hill of Grace, un joven y muy motivado vinicultor llamado Jim Barry compraba su primer viñedo 100 km más al Norte, en Clare Valley. En 1964 amplió sus posesiones con una parcela llamada The Armagh, entre otras. Aún habían de pasar más de veinte años hasta que este carismático vinicultor se decidiera en 1985 a embotellar por separado la cosecha de esta parcela, distinguiendo las botellas con una particular etiqueta que representaba un ciervo bramando. Así nació el triunvirato del Shiraz del sur de Australia, que desde entonces ha resistido a todas las tormentas del mercado del vino y a todos los proyectos elitistas de los llamados vinos de culto; ahora parece tan inalcanzable como la Cruz del Sur en el cielo nocturno sobre Australia. Nuestro consejo Leyenda 1 Grange 1998 Penfolds Un vino sedoso y lleno, perfectamente proporcionado. Y es que el Grange es sinónimo de equilibrio en el máximo nivel. Gracias a las excelentes valoraciones, la cosecha de 98 ya está considerada como un blue chip con un valor estable tan elevado como los Premiers Crus de Burdeos. La base de este vino es la fruta de la parcela Kalimna Vineyard en Barossa Valley, completada con partidas seleccionadas de Shiraz de Padthaway y Magill Estate en Adelaide. Leyenda 2 Hill of Grace 2001 Henschke Cuando entre 1850 y 1860 Nicolaus Stanitzki plantó en el Gnadenberg de Eden Valley cepas de Shiraz, no podía sospechar que 150 años después producirían un vino legendario. El clima en el sur de Australia fue muy inusual en el año 2001. Tras las lluvias de primavera siguió el verano más cálido que se recuerda. Sólo algunas breves tormentas trajeron algo de agua. La cosecha se inició dos semanas antes de lo habitual. Las viejas cepas de Shiraz soportaron bien estas condiciones extremas, dando uvas pequeñas y enormemente concentradas. Leyenda 3 The Armagh 2001 Jim Barry A veces necesitas más de una vida para terminar la obra de tu vida, dicen que dijo Jim Barry en cierta ocasión. Pero cuando este gran pionero del vino murió en otoño de 2004 a la edad de 79 años, ya hacía mucho tiempo que gozaba de un renombre que ciertamente le sobrevivirá. Cuatro de sus seis hijos continúan su obra en Clare Valley. El orgullo de la finca es The Armagh, un Shiraz clásico de un solo viñedo claramente delimitado. Es un vino típicamente australiano plenamente concentrado, que junto a sus aromas de frutillos siempre emana un deje de menta fresca.

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