- Redacción
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- 2016-07-22 15:55:10
Rueda fue el segundo proyecto de Pagos del Rey en Castilla y León, tras el éxito en Ribera del Duero. Aquí se ha convertido, por producción, en la tercera bodega de la Denominación de Origen con vinos como este Analivia con su nueva imagen en una botella borgoñona de color ámbar que protege el vino de la luz.
Rueda fue, hace 35 años, la primera Denominación de Origen reconocida oficialmente en Castilla y León. La personalidad deslumbrante, inconfundible, de su uva Verdejo, la tenacidad de sus bodegueros y la imparable política informativa y comercial del Consejo Regulador situaron sus blancos en los más altos puestos de los concursos y en las cartas de todo el mundo.
La Verdejo es un sinónimo de un delicioso vino blanco ligero y afrutado, y el que nace en esta región disfruta de un duro clima continental clásico, con largos inviernos fríos, cortas primaveras y veranos calurosos. El ideal para un desarrollo aromático pleno y una completa madurez.
Todo ello fue un reclamo para una firma en expansión como Félix Solís en su desembarco en las denominaciones de origen españolas más famosas con el marchamo Pagos del Rey, que compró la bodega cuando apenas había sido estrenada, en 2005. Era una tentación ese sólido edificio de ladrillo mozárabe, al borde de la villa, presidiendo desde su otero los campos de Rueda.
Al frente han ido medrando a su pausado ritmo los olivos del jardín, que contrastan con el el brillante tono anaranjado de la fachada, mientras dentro, a la vertiginosa velocidad de crucero que caracteriza a las bodegas de la casa, su fama y las cifras de producción han situado a la bodega en el podio de las tres mayores de la región.
Un cultivo cuidadoso de la uva estrella de la región, combinado con las más modernas técnicas en vinificación, dan lugar a un vino blanco potente, aromático, que se ha convertido en el acompañamiento habitual de esas cocinas exóticas, también muy aromáticas y que no son fáciles de armonizar en la mesa.
La uva se vendimia a finales de septiembre y principios de octubre, de madrugada. Esta temperatura, la más baja en esas fechas, hace que el fruto conserve su maravilloso carácter aromático. Antes del prensado, el mosto macera con las pieles durante unas horas, también a baja temperatura, para obtener la máxima expresividad.
El proceso de elaboración está envuelto en un cuidadoso control en cada fase, desde la propia vendimia, para evitar oxidaciones, de modo que también la fermentación tiene lugar en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, entre 14 y 16ºC.
El vestido actual de Analivia, en botella dorada borgoñona, le otorga el carácter que merece, con personalidad distintiva.
Pagos del Rey
Av. Morejona, 6
47490 Rueda (Valladolid)
Tel. 983 86 81 82
www.pagosdelrey.com
