Cata: Clásico y fino, el tiempo le ha dado encanto de paisaje. Hay fruta (lima, níspero y esos higos verdes que, en la tierra, llaman \"zoupeiros\"), pero aquí lo fundamental es el recuerdo mineral de las arenas de granito, las hierbas frescas y el viento del océano. Tacto refinado y mucho nervio que avisa de que su largo paso de boca aún debe redondearse en botella.