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La dura y singular tierra jumillana es la razón de ser de Altos de Luzón: "La respuesta al por qué hacemos lo que hacemos se encuentra en el propósito de mostrar los valores y el potencial de una tierra que amamos con responsabilidad y orgullo", destacan desde Bodegas Luzón. La superación, el compromiso con el cultivo tradicional y el sentimiento y respeto por la tierra son casi una forma de vida para esta bodega, tan especial como sus vinos. Uno de los más singulares es Altos de Luzón, un expresivo homenaje a la historia de Jumilla: allí donde la voluptuosa Monastrell encuentra "su inspiración", dando lo mejor de sí misma en unos suelos ásperos y muy secos, arropada por un clima poco clemente. La rudeza, el carácter y la bella y rica singularidad de ese paisaje se reflejan en una etiqueta muy característica, que custodia la extraordinaria transformación de las sufridoras vides en un vino exquisitamente complejo, único. Su esencia nos lleva a la peculiar parcela de La Melera, un viñedo de secano en vaso de 40 años de antigüedad. Situado a 675 metros de altitud, con suelos muy pobres y arenosos, produce frutos con mucha concentración y buena acidez. Los racimos se recolectan de forma manual en cajas de 10-15 kilos y se transportan a la bodega con sumo cuidado: allí vivirán sus primeras 24 horas en una cámara frigorífica, a 6º C. Las mejores uvas, seleccionadas en mesa, pasarán entre 8 y 10 días fermentando y de 10 a 15 días macerando con sus hollejos, para luego descansar 12 meses en barricas de roble americano y francés. De toda esta apasionante odisea surge Altos de Luzón 2017 100% Monastrell, un vino tremendamente especial que transmite el terruño y la filosofía de Bodegas Luzón, cuyas sensaciones y aromas os retamos a descubrir y compartir... Aunque antes os daremos una pista: la añada de 2017 tuvo un invierno frío y húmedo y un verano muy caluroso. Fue un año con muy poca cosecha, de pequeños y escasos racimos, pero con uvas muy sabrosas y concentradas. Además, la maduración se adelantó de forma considerable: ¡es la vendimia más temprana conocida en Jumilla!
