- Laura S. Lara
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- 2024-09-11 00:00:00
Habitaciones temáticas, un spa en torno al vino y un restaurante en el que disfrutar de la gastronomía local componen la completa propuesta de enoturismo de esta bodega familiar que apuesta por la cultura del disfrute en Ribera del Duero.
E l Lagar de Isilla debe su larga trayectoria al joven José Andrés Zapatero, quien aprendió a pisar las uvas y elaborar los primeros claretes de la familia de la mano de su abuelo en la localidad burgalesa de Fresnillo de las Dueñas. Su amor por el vino y el terruño empezó a tomar forma en el año 1995, aunque la bodega histórica sobre la que se apoya todo el proyecto ya estaba excavada en el centro de Aranda de Duero desde mucho antes. Concretamente desde el siglo XV. Más de cinco siglos que lo convierten en un lugar de gran valor histórico que puede visitarse durante cualquier época del año.
Allí, debajo del restaurante El Lagar de Isilla en Aranda de Duero, en la penumbra de unos 12 metros de profundidad, la familia Zapatero Pinto elaboró sus primeras 3.000 botellas de vino. Pronto alcanzaron las 30.000 y este singular espacio se les quedó pequeño. Hoy, casi 30 años después, El Lagar de Isilla elabora anualmente unas 250.000 botellas y exporta a un total de 17 países de todo el mundo.
"En estos momentos tenemos tres proyectos diferenciados de elaboración de vinos. Una línea más tradicional compuesta por rosados, tintos jóvenes, crianzas y reservas, otra más actual, también dentro de la D.O.P. Ribera del Duero, en la que se da valor al terruño, a las viñas viejas y al carácter de los diferentes suelos de cada territorio y, por último, una gama de vinos elaborados a partir de variedades internacionales como Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah bajo el paraguas de la I.G.P. Vinos de la Tierra de Castilla y León", nos cuentan desde la bodega.
Un parque temático del vino
El éxito de los vinos producidos por El Lagar de Isilla llevó a la familia a plantearse una nueva ubicación para su bodega. Así surgió el complejo enológico de La Vid (Burgos), construido a orillas del río, sobre una finca de estilo colonial de 1890 frente al Monasterio de Santa María de La Vid y a pocos kilómetros de Peñaranda de Duero. A la nueva bodega, que se integra en las antiguas edificaciones de la finca respetando los materiales de la época, como la madera y la piedra, siguió una tienda gourmet, donde se realizan visitas y catas durante todo el año.
Algo más tarde, en esta misma ubicación, se rehabilitó la casona del indiano para construir un hotel de 21 habitaciones tematizadas en torno al vino y al territorio de la Ribera del Duero, una terraza climatizada en la que se pueden realizar celebraciones y –la estrella del lugar– un completo y apetecible spa temático cuyo circuito recorre todos los estadios de la elaboración del vino, como si estuviésemos dentro de la bodega. Por si fuera poco, en el restaurante que completa la oferta de este complejo, que lleva por nombre La Casona de la Vid, se puede degustar el tradicional lechazo asado en horno de leña de la zona, además de una amplia oferta gastronómica que se completa con, cómo no, una extensa carta de vinos.
"Bodegas El Lagar de Isilla abre sus puertas para el disfrute de esta tierra que es Ribera del Duero en un entorno natural increíble al lado del río y frente al Monasterio de la Vid", aseguran los responsables de este proyecto. "Se pueden conocer de primera mano las instalaciones donde se elaboran nuestras referencias para después pasar a degustar los diferentes vinos y comprobar sus características". Para ello, disponen de diferentes experiencias en torno a la vendimia, la gastronomía o el bienestar. Opciones de enoturismo cuidadas y diferentes que les han valido numerosos galardones, entre ellos el Premio al Mérito Enoturístico que otorga Rutas del Vino de España, de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN).
El Lagar de Isilla
Camino Real, 1
09471 La Vid (Burgos)
Tel. 947 530 434
www.lagarisilla.es