• Antonio Candelas
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• 2021-09-29 00:00:00

El espíritu de superación forma parte indisoluble de la historia de  Bodega Sant Josep, perteneciente a la cooperativa Agrícola Sant Josep. Se ubica en Bot, un pequeño pueblo de Tarragona, donde la llanura de la Terra Alta se encuentra con un paisaje de trazos más caprichosos gracias al valle del río Canaletas y al macizo de Els Ports. De aquel pequeño y, por qué no decirlo, recóndito lugar, no fue fácil promover el consenso necesario entre los socios viticultores para crear un estilo de vino con crianza elaborado con una base de Garnacha y Cariñena. Lograr este emocionante reto de unidad y desarrollo rural y social se consiguió gracias al noble carácter aglutinador de Francisco Martí. Durante su presidencia en la Agrícola, entre 1993 y 2005, se sentaron las claves para trasladar al socio viticultor esa idea de construir una marca que ha llegado a asentarse como un clásico de proximidad.
Sirva esta cata de cinco añadas de Llàgrimes de Tardor, en su 25º aniversario, para homenajear a Francisco, a sus ganas de ver que el trabajo desempeñado en aquel rinconcito de la Terra Alta se tuviera en cuenta más allá del ámbito local y a una forma de hacer vino con proyección en el tiempo.

Llàgrimes de Tardor 2004
Garnatxa Negra, Carinyena, Ull de Llebre, Syrah
13,5% vol. D.O.P. Terra Alta

Como podéis observar en las cinco añadas, sobre una base de Garnacha y Cariñena varían las uvas complementarias. Este fue un año fresco y abundante en lluvias, lo que ocasionó un aumento de los rendimientos en viña. Finísimo en aromas. Notas de cacao, miel de brezo, fruta en versión escarchada, especias dulces, hojarasca, maderas nobles y hoja de tabaco. Aunque transcurre con ligereza, se conserva una parte de la estructura que le permite continuar aún con vida. Soprende la delicadeza de su textura.

Llàgrimes de Tardor 2007

Garnatxa Negra, Samsó, Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot, Ull de Llebre
14% vol. D.O.P. Terra Alta

Considerada una añada fresca, aunque a nivel de precipitaciones estuvo en torno a la media (336 mm). El eje aromático sobre el que se desarrolla el vino es el de fruta confitada, notas de ebanistería y té negro. Sedoso en boca; eso sí, manteniendo buen cuerpo. El final de boca es amplio. Hay que destacar que lo que mantiene al vino con vida es la buena acidez que, de forma discreta, se ha ido manteniendo a lo largo del tiempo y un esqueleto construido por las uvas francesas.

Llàgrimes de Tardor 2013
Garnatxa Negra, Carinyena, Cabernet Sauvignon, Syrah
14% vol. D.O.P. Terra Alta

Año fresco y lluvioso en el que la Garnacha se vio muy perjudicada por problemas de cuajado. La cosecha de esta uva se redujo en más de un 50%, por lo que el resto de variedades aumentan su participación en esta añada. Este hecho se aprecia en el perfil especiado del vino y en su mayor consistencia estructural. Notas de sotobosque, flores secas con una crianza que deja ver los detalles ahumados y tostados. El recorrido por boca aún mantiene un tanino robusto que le concede un mayor peso.

Llàgrimes de Tardor 2016
Garnatxa Negra, Carinyena, Syrah, Cabernet Sauvignon
14% vol. D.O.P. Terra Alta

Añada estricta en cuanto a las precipitaciones. Año seco y verano cálido. Estas condiciones se tradujeron en una producción moderada y de gran calidad. El carácter mediterráneo está perfectamente plasmado en la elegancia de los matices y su perfecta sincronía. Entre todos construyen un perfil elegante y complejo. Sugerente, con cuerpo, profundo y con una sapidez en boca que encuentra el equilibrio. Tiene las cualidades necesarias para evolucionar durante muchos años.

Llàgrimes de Tardor 2018
Garnatxa Negra, Carinyena, Syrah, Cabernet Sauvignon, Garnatxa Peluda
14,5% vol. D.O.P. Terra Alta

Una primavera fresca, con lluvias no muy abundantes pero bien repartidas en el tiempo, hizo que las cepas maduraran bien la uva a pesar del verano cálido y seco. La parte frutal está muy bien definida: notas de arándanos y fresón. Además, se aprecian toques refrescantes de hierbas de monte y hoja de higuera acompañados de una crianza acertada. La amabilidad de la Garnacha despunta sobre los detalles especiados. En boca tiene un toque goloso avivado por el recuerdo balsámico.