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Casa Montaña. Mejor, vino por copas

  • Redacción
  • 2006-01-01 00:00:00

Qué sorpresa mayúscula! Después de perdernos varias veces por un enredado barrio valenciano, por cierto, muy bien situado, cerca de la sede de la Copa de América, dimos con Casa Montaña. Las arrugas de sus puertas nos advierten de la solera del lugar, casa fundada en 1836, todo un viaje en el tiempo. Aquí no esperen ver unas tapas de diseño o un local con decoración minimalista. Abran sus ojos y sumérjanse en la tradición, disfruten de un museo lleno de toneles, alquitaras, vasijas de aceite y otros artilugios que rememoran los inicios de esta taberna: la venta a granel, que todavía hoy mantienen. El cliente se ve rodeado de un ambiente exquisito, confortable, con pequeñas mesas que se suceden en un local laberíntico e independiente para parejas o grupos reducidos. Bien es cierto que no es un local pequeño, pues allí trabaja a sus anchas una plantilla de 18 personas. Para comer se hace un culto a la tapa, sencilla pero de calidad, a base de sardinas, boquerones, habas, patatas, chistorras, un solomillo delicioso (importado de Alemania y Holanda) y unas anchoas que parecen traídas por los mismos dioses. Y para acompañar, dispone de una selección semanal, anunciada en la tradicional pizarra, de vinos por copas: seis tintos, tres blancos, dos rosados, dos cavas y un champagne. Y, si a alguien se le antoja una botella entera, puede elegir entre sus 900 referencias, todas detalladas en una carta que por su diseño, contenido y numerosos premios obtenidos se vende también al público. El precio medio oscila entre los 20 y 30 euros. Además del mejor producto español la carta incluye vinos de la talla de Château Latour, Margaux, Mouton-Rothschild, etc. Pero la pregunta es: ¿se venden? Cuenta su sumiller, Vicente Barberá (en la foto), que muchos clientes saben de la existencia de estos vinos y vienen a propósito. Su actual propietario, Emiliano, es el verdadero impulsor vinícola de este entrañable establecimiento que además participa en una sociedad llamada Aranleón, dedicada a elaborar vinos de las principales D.O. para la exportación. Su último proyecto ha sido la apertura de una tienda de vinos, justo frente a la taberna, en la que se imparten cursos. Las más de treinta cajas de vino que gastan a la semana ya nos advierten que estamos ante todo un referente: es la Taberna por excelencia en la ciudad de Valencia. Nosotros así lo pensamos.

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