Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Configuración e información Ver Política de Cookies

Mi Vino

Vinos

CERRAR
  • FORMULARIO DE CONTACTO
  • OPUSWINE, S.L. es el responsable del tratamiento de sus datos con la finalidad de enviarles información comercial. No se cederán datos a terceros salvo obligación legal. Puede ejercer su derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos, así como ampliar información sobre otros derechos y protección de datos aquí.

Invertir en vino

  • Redacción
  • 2002-02-01 00:00:00

El vino se está convirtiendo en algo más que una bebida de placentera ingesta. Estamos ante un producto en alza, un valor económico de posibilidades infinitas. Además de ser protagonista de subastas millonarias, donde en algunas pujas ha alcanzado precios millonarios -cifras para incluir en el Libro Guinness de los Récords- como los 44.400 dólares australianos alcanzados por una sola botella de la añada inaugural del Penfold’s Grange, ahora el vino puede cotizarse como si de un valor bursátil se tratara. No pierda de vista su cuidada bodega personal, esa que poco a poco ha ido formando con vinos y añadas excepcionales; y si todavía no la tiene, vaya pensando en que puede crearla con verdaderas joyas enológicas, que con el tiempo le pueden rentar pingües beneficios.
Pero como en cualquier inversión, se necesita contar con un remanente de dinero importante. Según un artículo publicado en The Guardian, escrito por Hilary Osborne, donde se detallan los distintos niveles para introducirse en este tipo de mercado, no se necesita ser rico, aunque sí contar con algunos ahorros. La cantidad “mínima” de la que se debe disponer se aproxima a los 4.500 euros (casi 750.000 pesetas). Con ella, el aficionado podría hacerse con 36 botellas de vino de alta calidad (una caja de Château Latour 98, otra de Château Margaux 98 y otra de Château Leóville Las Cases 98), por poner un ejemplo. Inversiones más serias, en cuanto al dinero, van por los 39.000 euros, cerca de seis millones y medio.
Como es un negocio arriesgado y no interesa lanzarse a él a la ligera, existen varias empresas internacionales que se dedican a asesorar y a ejercer de auténticos “brokers” de vinos, algunas de ellas como Bordeaux Index, Magnum Fine Wines, Cristopher Keiller Fine Services o First Wine Fund. Examinan cada caso, las posibilidades de comprar uno u otro vino, conocen las ofertas del mercado y ayudan a adquirir y vender las piezas de su singular bodega. Hay que saber que los vinos no son acciones, es una inversión a largo plazo, no conviene venderlos rápidamente porque pierden valor. Si se va a gastar poco dinero, es mejor hacerlo en una pequeña cantidad de vinos excepcionales. Algunos expertos aconsejan comprar “en primeur”, es decir, cuando el vino está aún en barrica, pues una vez en el mercado se obtendrá más beneficio. Otros apuestan más por adquirir vinos de cosechas acreditadas, porque cualquier vino de una cosecha excelente es mejor que una buena marca de una cosecha mala.
Otra manera de acceder a este mercado es utilizar la Bolsa Uvine, una Bolsa de comercio universal, donde se compran y venden vinos como en una subasta, sólo hay que registrarse y empezar a pujar si algo le interesa. En esta actividad, está claro que se corren riesgos, pero con buena de vista, suerte y acertados consejos ganará dinero.

enoturismo


gente del vino