• Diana Fuego, Foto: D A V I D S O N L U N A / Unsplash
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• 2023-03-01 00:00:00

Sin el vino español, es probable que Frodo jamás hubiera emprendido su viaje. O, mejor dicho, sin la ayuda que recibió el brillante autor de 'El Señor de los Anillos' de su tutor legal, el sacerdote Francis Xavier Morgan Osborne.

El Anillo Único para gobernarlos a todos, el más poderoso y deseado de la historia de la literatura, no solo lleva escrito en la Lengua Negra de Mordor el destino de la Tierra Media; también está forjado con el pellizco de la albariza. El hilo que une a J.R.R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos, con el vino de Jerez es tan fascinante como la propia obra del escritor.
Cuando Mabel Suffield, la madre de Tolkien, falleció prematuramente en 1904, él –que tenía 12 años– y su hermano pequeño se quedaron huérfanos, y el sacerdote español Francis Xavier Morgan Osborne –Francisco Javier Morgan Osborne, conocido en el Puerto de Santa María como el tío Curro–, amigo de la familia, pasó a ser su tutor legal. Mabel, que se había convertido al catolicismo junto a sus hijos, le otorgó la patria potestad de Ronald y Hilary Arthur, temerosa de que fueran convertidos de nuevo al anglicanismo por sus parientes.
Como nos explica José Manuel Ferrández Bru, miembro fundador de la Sociedad Tolkien Española y uno de los mayores estudiosos del escritor de nuestro país, "esto llevó a que él tomara parte activa en la educación de Tolkien, en su formación humana y espiritual, y también en lo económico. De hecho, engordó secretamente el patrimonio de los Tolkien con sus propios recursos y, más adelante, su apoyo económico fue fundamental para que Tolkien pudiera estudiar en Oxford". El padre Morgan era el menor de los hijos de María Manuela Osborne Böhl de Faber, primogénita de Thomas Osborne-Mann –creador de la compañía familiar–, y por lo tanto formó parte de uno de los grandes linajes vinícolas españoles, recibiendo beneficios de la compañía que destinaría a financiar la educación de un joven y brillante Tolkien.
Aunque en España se desconocía la labor altruista del sacerdote, su figura marcó profundamente la vida de J.R.R. Tolkien, quien se refería a él como su "segundo padre", y su influencia se respira en la obra del escritor... e incluso en sus gustos culinarios. "Resulta evidente su conexión con el vino y otras bebidas, seguramente inspirada por los gustos de su tutor. Tolkien apreciaba y solía consumir vino y jerez en su hogar y en las comidas de las que queda registro en eventos vinculados con la universidad o con otras actividades, y también regalaba vino y jerez como obsequio en ciertas ocasiones. En el terreno puramente personal, él era un amante de la buena comida sencilla (especialmente la de su propio país), aunque sin demasiadas sofisticaciones. Declaró que detestaba la comida francesa, aunque el queso Camembert era uno de sus deleites gastronómicos", cuenta el autor del apasionante libro El 'Tío Curro'. La Conexión Española de J.R.R. Tolkien.
Ferrández Bru señala que Morgan no solo apoyó e inspiró a Tolkien en lo personal; también lo hizo en lo intelectual: "Su biblioteca privada, con muchas obras en español, era visitada por Tolkien en su niñez y solía birlarle algún libro tratando de autoaprender español. Entre estos libros estaban los de algunos ilustres antepasados de Morgan, como su tía abuela Cecilia Böhl de Faber (Fernan Caballero) o su bisabuelo Juan Nicolás Böhl de Faber, introductor del Romanticismo en España, que parece ser que influyeron en Tolkien".
 El imaginativo escritor y lingüista afirmaba que el castellano era la única lengua romance que le proporcionaba placer estético –especialmente su variante europea–; aunque el finlandés siempre fue su idioma favorito y su mayor fuente de inspiración para crear lenguas inventadas –como el sindarin élfico–. Esta es la curiosa metáfora relacionada con el vino con la que se referió a la lengua nórdica: "Fue como descubrir una bodega llena de botellas de un vino maravilloso con unos sabores desconocidos hasta ese momento".
Todo apunta a que "Tolkien tenía al vino en alta estima", como indica José Manuel Ferrández Bru, y recuerda que aparece en varias ocasiones en su obra: "Por ejemplo, en El Hobbit se utilizan barriles vacíos de vino para escapar por el río en una situación que trae a la memoria el transporte fluvial de los barriles desde Jerez hasta el Puerto de Santa María" (esta escena aparece en la película).
Además, nos revela que Tolkien era miembro del Wine Committee del Merton College de Oxford, "lo que le dio la oportunidad de ampliar sus conocimientos y aprecio por el vino. Fue durante un tiempo Mayordomo de Sala Común, y esto originó algunas divertidas anécdotas, como cuando en una ocasión se fue de vacaciones llevándose la llave maestra de la bodega con él en el bolsillo, provocando una crisis considerable".
¿Es posible que el vino de Jerez inspirase a Tolkien para dar vida al fragante y poderoso miruvor élfico? Nunca lo sabremos. Pero, sin Osborne, la literatura fantástica no habría tenido el mismo sabor.

Cuatro vinos
Hace unos años, Warner Bros. y Lot18 lanzaron una línea de vinos inspirada en 'El Señor de los Anillos': Aragorn, Frodo, Galadriel y Gandalf fueron los personajes escogidos para estas etiquetas exclusivas dignas de un banquete en Oxford... o en la Tierra Media.