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González Byass: Tío Pepe, el acierto pleno de una imagen

  • Redacción
  • 2008-05-01 00:00:00

Del trenecito, parado en el paseo central, desciende un grupo deordenados y curiosos visitantes. Han llegado a Jerez y, por supuesto, entre los recorridos amenos y culturales, han incluido un paseo por Tío Pepe, por sus jardines de árboles y aves exóticas, por sus frescas bodegas de albero húmedo sombreadas con esteras, por sus brillantes destilerías de cobre, por las polvorientas salas donde se fijó la historia y se conserva como en un museo en el que en cada rincón se percibe el espíritu de Tío Pepe. La suma de todo eso y la imagen inconfundible, emblema jerezano enfundado en su chaquetilla y su sombrero de ala, han hecho de González Byass la bodega más visitada del mundo. Y no sólo por sus innegables atractivos, sino por su talante anfitrión, receptivo, por sus puertas abiertas al visitante en la mañana soleada o al flamenco más puro en las noches de luna. Más aún, los próximos proyectos de esta gran casa imparable planean fortalecer el enoturismo, el acercamiento a los aficionados, a los visitantes, a los curiosos... La gran casa del Jerez Claro que la bodega es un regalo para todos los sentidos: el trino de los pájaros en el jardín de Villa Victorina, Patrimonio de Andalucía, el tacto acariciante del viento húmedo del suelo de albero, que refresca el ambiente en torno a las criaderas, el aroma profundo de las maderas y los vinos añosos... A la vista, una sucesión de los grandes artistas de cada siglo ha dejado su impronta en los sucesivos edificios. Los más espectaculares pueden ser el de Eiffel, “La Concha”, diáfano y circular, o el funcional de Eduardo Torroja, la única bodega de tres pisos de la zona, con capacidad para 10.500 botas en cada planta. O la bodega Los Reyes, que guarda memoria de seis generaciones de la casa real y de diferentes personajes famosos en el mundo, o la de Los Apóstoles, sede del festival flamenco y cada fin de semana de fiestas y celebraciones privadas. Son los signos de una casa siempre crecedera, con su propio viñedo, que ocupa nada menos que un 10% de todo el Marco de Jerez. Una bodega sustentada en el espíritu y el lema del fundador, “La Constancia”, como bautizó la bodega primitiva. Allí se conserva, tal como él la dejó, la entrañable sala de muestras, la memoria embotellada de cada envío, de cada exportación en la que fue pionera y ejemplar desde su fundación, en 1835. La Cata en V Pero la estrella de la casa, no hay que olvidarlo, son sus vinos y sus brandies. Para éstos se ha restaurado una nave alta, junto al patio del Lepanto, que da cabida a las deslumbrantes alquitaras. Y poco más allá, bajo un techado, se conserva el taller de reparación de las botas que habrán de acunar los destilados después de haberse empapado, años y años, en los vinos más perfumados. Para aprender a conocerlos y disfrutarlos, el enólogo Antonio Flores propone la cata “en V”, la forma más gráfica de comprobar la evolución de la uva palomino, desde el vino base, que aquí llaman “mosto”, hasta que se encabeza con alcohol vínico y, con tiempo y la colaboración de una sabia naturaleza, va generando su mágico velo de flor y, en el camino desde la criadera superior a la solera, convirtiendose en Fino, en la punzante alegría, en la sabrosa profundidad del Tío Pepe. Ésta es una línea de la V, la de la crianza biológica. En la otra, la crianza oxidativa, van naciendo los Olorosos, el Alfonso, la joya más apreciada por los entendidos, o, sin escatimar tiempo, los VORS, como el Del Duque, de más de 30 años, o el Matusalén, el más premiado de la casa, con un cuartillo de uva Pedro Ximénez, o el Noé, que es PX Puro. Pero la casa histórica está tan viva que ha sumado al grupo tres bodegas en distintas D.O y un tinto en Cádiz, Finca Moncloa. En el parque de Villa Victorina, Patrimonio de Andalucía, se engarzan, una tras otra, bodegas firmadas por los mejores arquitectos de cada época, desde Eiffel a Torroja. La altura, la orientación, el suelo de albero y la penumbra se alían con la naturaleza para crear vinos exquisitos. Bodegas González Byass C/ Manuel María González, 12 11403 Jerez (Cádiz) Tel. 956 35 70 00 Fax. 956 35 70 44 interna@gonzalezbyass.es www.gonzalezbyass.es

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