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Ayuso, la eficacia hecha vino

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  • Ana Lorente
  • 2018-12-14 00:00:00

Todo un récord. En apenas cuatro años han puesto en pie una bodega que va mucho mas allá de resolver sus necesidades de espacio. No solo da cabida a 20 millones de kilos de uva y puede guardar 35 millones de litros de vino, sino que es un ejemplo vanguardista de eficiencia energética, economía y calidad.


D ios está en los detalles. La acertada frase del poeta francés Flaubert nos ha llegado y se repite en boca de un arquitecto y pensador genial, Van der Rohe. Por eso, al recorrer la monumental bodega nueva de Ayuso, el viñedo sin horizonte de su finca Los Azares, las cifras de producción, la lista alfabética de los países de exportación o el prodigioso crecimiento y diversificación de su marca histórica –Estola–, hay que evitar el vértigo y ponerse en la piel del arquitecto, de quienes han diseñado pieza a pieza ese entramado eficaz que a pesar de su sencillez, o quizá por eso, resulta brillante: por los detalles. Así lo fue pensando el fundador, Fermín Ayuso, cuando en 1947 decide elaborar vino –simples graneles–, pero basados en las condiciones del paisaje elegido. Villarrobledo le pareció ideal para hacer vinos. Por los suelos y su clima extremo, porque llueve muy poco y el sol está siempre presente y porque la llanura garantiza vientos sin freno para barrer la viña y evitar insectos o plagas indeseables. Todo eso garantiza salud, maduración plena del viñedo y baja productividad, con rendimientos que no llegan a 3 kilos por cepa; eso sí, con estructura, cuerpo, equilibrio y color.


Lo que va de ayer a hoy
Las condiciones del entorno se han mantenido, pero la idea primitiva solo duró hasta finales de los años 50. La evolución, fue vender vino embotellado y poco después criarlo en 12.000 barricas de roble en una cava subterránea en las condiciones óptimas. Así nació en 1965 el emblema de la casa, Estola, el primer Reserva de La Mancha. Y el catálogo se fue diversificando con distintos periodos de envejecimiento, desde un año a Grandes Reservas, a la vez que por su política de equilibrio de calidad y precio se situaba en todo el mercado nacional. Hoy sus vinos están presentes en cualquier punto de la geografía española con más de 200 distribuidores y aparece en el 80% de los establecimientos de gran comercio, en la gran mayoría de enseñas de supermercados e hipermercados.


En 1985 salió mas allá de nuestras fronteras y ahora llega a los cinco continentes, a más de 45 países, desde China y Japón hasta Estados Unidos, Nueva Zelanda, Centroeuropa y América.
No es fácil coordinar esta logística desde el centro de un pueblo, ni acomodar esos volúmenes en el espacio original, de modo que el proyecto de este siglo ha pasado por la construcción de la nueva bodega un poco más lejos, vestida con la tecnología más vanguardista del sector y de la construcción, y aun así comunicada milagrosamente con la casa madre, que se convertirá en museo. Claro que aquí comunicación es control y automatismo, seguridad y trazabilidad, y para eso, por citar un ejemplo, está recorrida por 65 kilómetros de cable eléctrico conectada al ordenador central que une desde el laboratorio a la cámara en la que se conservan las etiquetas autoadhesivas.


Mil y un detalles
Todo está pensado y resuelto para cuidar cada una de las 17 millones de botellas y cada uno de los 20.000 metros que ocupa el edificio. Es prácticamente autónomo, con energía a base de placas solares y de reconversión de frío y calor; de luz natural dirigida por espejos para no influir en la temperatura de cada estancia; de automatismos para la recepción y control de uva, para la elaboración en grandes y pequeños depósitos Ganímedes que aprovechan el propio carbónico de la fermentación. Para apilar y colocar la sala de barricas y los botelleros, para los trasiegos y limpiezas, para embotellar, etiquetar y controlar los resultados de cada proceso.


La única misión plenamente humana, además del campo, del cuidado de la gran finca Los Azares, es la cata. Descubrir recién acabada la vendimia el fresco blanco, sus aromas de fruta y levaduras, el equilibrado tinto de Los Azares criado 12 meses o el Estola Gran Reserva de 2008 que aún conserva carácter frutal y que en breve, además, se podrán disfrutar en un restaurante enoturístico.


Bodegas Ayuso

www.bodegasayuso.es

Pol. Eras de Santa Lucia 35-1
02600 Villarrobledo (Albacete)

Tel. 967 140 458

Twitter: @BodegasAyuso

Facebook: @bodegasayuso

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