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Elegancia jumillana

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  • Antonio Candelas
  • 2023-02-01 00:00:00

La mejor forma de vivir el alumbramiento de un proyecto vitícola es hacerlo con la certeza de que solo recorriendo el camino de la virtud se alcanzará el éxito. Con esta afinada premisa ha nacido Finca Monastasia, un proyecto que, entre otras, honra a la uva reina de la D.O.P. Jumilla: la Monastrell.


Desde hace unos meses, el día a día en Ontur, un pequeño pueblo de Albacete, se vive con el mismo sosiego, pero con una bocanada de esperanza para el porvenir del municipio y su propio desarrollo vitícola y rural. Y es que, unas semanas antes de que terminara el año, salieron al mercado los primeros vinos de la añada 2021 del nuevo y flamante embajador de aquel territorio vitícola protegido por la D.O.P. Jumilla: Finca Monastasia, una bodega que toma el testigo de un proyecto anterior cuyo eje vertebrador está perfectamente trazado por la propiedad: interpretar el paisaje del territorio a través de vinos rebosantes de carácter a la vez que se invita al visitante a impregnarse de la belleza de un entorno que se huele, se admira y, cómo no, se saborea. Para hacer realidad este propósito hay que tener muy claras las prioridades y ser rigurosos en la manera de aplicarlas, tanto en campo como en bodega.
En las estribaciones de la Sierra del Madroño se encuentra el antiguo edificio de la bodega, en proceso de ampliación para dotarlo tanto de mayor amplitud como de requerimientos técnicos adecuados a la calidad de uva que manejan. Además, contará con un atractivo espacio enoturístico. Pero viajemos al corazón de Finca Monastasia –la viña–, de la mano de su director técnico, Juan Santos, cuyo apellido está ligado a esta D.O. desde mediados de los ochenta, cuando su padre, Matías Santos, ya recibía reconocimientos por la creación de vinos tan icónicos para estas tierras como aquellos Nobel cuyo nombre hoy recupera esta casa.

La uva gentil
Aunque elaboran un monovarietal de Syrah e incorporan hasta un 25% entre Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot a uno de sus vinos más especiales, la Monastrell supone un 75% del total entre la viña que tienen en propiedad y la que controlan. Saben que, tras esta uva, se esconde el secreto para conquistar mercados y enseñar al mundo lo que este rincón del sureste peninsular puede engendrar. Para ello, centran la interpretación de esta estoica variedad en cuatro aspectos: potencia, concentración, frescura y elegancia. Un equilibrio que comienza en la viña y culmina a base de perfilar vinos con texturas afinadas en los que la crianza en botella es fundamental. Así, la gama más accesible está formada por el Syrah Nobel, de amabilidad frutal incontestable; el Rosé Nobel, una creación rosada de la Monastrell más fresca pero a la vez envolvente y sin perder esa jugosidad tan atractiva en el trago; y el Monastrell Nobel, todo un ejemplo de pureza varietal en el que el vino es el lienzo y sus matices el paisaje jumillano. Un enorme placer para los sentidos.

Creando experiencias
Agudizados los sentidos con la gama Nobel, viene la verdadera experiencia de Finca Monastasia, que saldrán al mercado en los próximos meses. Cerro Blanco es un vino de paraje conformado por un 75% de Monastrell acompañada de Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah de la viña que rodea la bodega, en el paraje llamado Cañada del Cerro Blanco. La uva mayoritaria destaca, pero sus acompañantes aportan un plus de estructura y matices que lo hacen opulento y complejo. Y, como colofón a esta demostración de personalidad, la joya de la corona: Finca Monastasia Pie Franco. Procede de una parcela única de suelo calcáreo plantada en pie franco de nada menos que 70 años de edad en el municipio de Fuenteálamo. Es emocionante visitar el lugar porque es como encontrar un trozo de historia vitícola de la que aún se hace vino... ¡Y qué vino! La fermentación se produce en depósitos de hormigón mientras que tanto la maloláctica como la crianza, que ronda los 12 meses, la hace en barricas de roble francés de 500 litros. Hay concentración de fruta negra, pero emociona el perfil balsámico y la profundidad con la que se expresa. Es mineral, floral, carnoso y sápido, voluminoso y sobre todo fino. Tan solo hay 4.500 botellas de la añada 2021.
Deberíamos sentirnos afortunados y agradecidos por iniciativas tan valientes y bien planteadas que buscan tanto revitalizar zonas rurales como extraer su esencia en forma de vinos inolvidables.


Finca Monastasia

Paraje del Cerro Blanco, s/n
02652 Ontur (Albacete)

Tel. 624 104 762

www.fm.wine

Instagram: @finca_monastasia_

Twitter: @FincaMonastasia

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