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Hermoso tributo al esfuerzo

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  • Antonio Candelas
  • 2023-03-30 00:00:00

La valentía juiciosa, esa que mueve montañas con discreción y enorgullece a hijos y nietos, es la que Félix Lorenzo Cachazo ha aplicado sin condiciones durante toda la vida a su verdadera pasión, el vino, y a su querida comarca, Tierra de Medina, más conocida hoy por todos como Rueda.


F élix es historia viva de la Denominación de Origen Rueda. Tanto es así, que en 1980 fue uno de sus ocho fundadores, dotados todos ellos de una especial capacidad para visualizar una nueva manera de entender el vino que allí se podía elaborar. Había que reaccionar de manera sagaz porque la década de 1970 no fue fácil debido a que aquel vino dorado –de más Palomino que Verdejo, estabilizado a base de encabezados y añejado en damajuanas y soleras– estaba en un imparable declive.
La bodega familiar de Félix Lorenzo Cachazo, que nació en Pozaldez (Valladolid) en 1946, había luchado por ese vino de fuerte arraigo y con un precioso relato histórico, pero la modernidad de la última recta del siglo XX se lo arrebató al gusto del consumidor. Reinventarse o desaparecer, debió de pensar Félix junto con los otros siete soñadores, que no dudaron en plantear como alternativa un vino blanco, fresco, amable, frutal y fácil de disfrutar. La idea era brillante y el tiempo así lo ha demostrado, pero había una dificultad añadida que hoy no se tiene en cuenta. Aquellos años, el consumo de vino blanco era testimonial, por lo que, para dar viabilidad al nuevo proyecto vitícola de la comarca, había que trabajar, con más empeño si cabe, en la creación de un espacio que no existía para estos vinos en barras, restaurantes y hogares.

Nobleza castellana
Aunque hoy los datos de la D.O.P. Rueda provocan cierto vértigo en términos de relevancia nacional e internacional, cuando la prosperidad de una tierra pasa de ser sueño a convertirse en realidad podemos pensar que el éxito llegó por una serie de casualidades azarosas. Se tiende a no valorar los quebraderos de cabeza, el riesgo y el esfuerzo de los que provocaron ese cambio de paradigma. Quien conoce a Félix sabe que es ese tipo de persona austera, seria, sobria... En una palabra, un castellano de pura cepa que, sin embargo, no escatima en dedicación generosa, solidaridad profesional y empeño para lograr el bien común. También reparará en su actitud discreta y nada altanera que, no obstante, le permite estar muy orgulloso de todo lo logrado en estos años.   Una capacidad de lucha y trabajo que lo ha llevado a recibir el más bello homenaje que un hombre de vino puede recibir de manos de sus hijos: un vino con su nombre elaborado con unas uvas únicas del vecino pueblo de Alcazarén, un reducto de maravillosas viñas prefiloxéricas plantadas en suelos arenosos entre pinares. En este tributo, sus hijos Ángela y Eduardo, nueva generación encargada de la gestión de la bodega familiar, han querido establecer un certero paralelismo entre la verdadera nobleza y singularidad de la uva Verdejo y todo el talento que, como bodeguero, impulsor de la comarca y padre, lleva derrochando toda su vida.

Verdejo al desnudo
Carrasviñas Félix es un vino de un Verdejo exquisito. Las minúsculas parcelas de las que procede son todas centenarias, ubicadas en el municipio de Alcazarén y cuidadas por los pequeños viticultores del pueblo como si fueran diminutos jardines. El racimo es pequeño, de una maduración más tardía de lo normal y con un perfil aromático más austero. Para conservar esa autenticidad y singularidad han utilizado un ánfora para su crianza, en la que se afina durante unos 15 meses para luego pasar otro año en botella. El vino cautiva y emociona por su finura, elegancia y complejidad, pero también por ese punto salino que lo prolonga sin artificios aromáticos.
Para culminar el tributo, la etiqueta nos habla de una afición personal de Félix Lorenzo Cachazo. Sus trabajadas manos sostienen una pelota de frontón, y es que de siempre ha practicado la pelota mano en las instalaciones de Pozaldez con amigos de juventud. La pasión por este deporte era tal que su familia fue bautizada cariñosamente como los frontoneros. Un detalle más del gusto con el que se ha resumido en forma de gran vino de Rueda la emocionante historia de unas de las personas más influyentes en el desarrollo y la sostenibilidad de la comarca castellana.


Bodegas Félix Lorenzo Cachazo

Ctra. Medina del Campo, Km. 9. 47220 Pozaldez (Valladolid)

Tel. 983 822 008

Instagram: @bodegascachazo

Twitter: @BodegasCachazo

Facebook: @bodegascachazo

www.cachazo.com

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