- Antonio Candelas
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- 2025-07-13 00:00:00
Vivimos un momento en el que proyectos como el de Martín Códax nos deben inspirar para construir un entorno en el que no solo se preserve la viabilidad social y económica del entorno rural, sino que se haga defendiendo la cultura, la tradición y el paisaje.
Desde lo alto de sus viñedos, la ría de Arousa parece estar expectante. El sol cae lento sobre las cepas mientras la brisa impregnada de sal acaricia las hojas. Allí, en el corazón del Val do Salnés, Martín Códax es un proyecto dinámico que se ramifica como sus parras. Un proyecto colectivo que, desde 1985, ha ido creciendo con la fuerza tranquila de las cosas bien hechas.
Martín Códax no nació de una inversión: nació de una convicción. Un grupo de viticultores decidió unir sus manos y su tierra para construir algo más grande que ellos. Hoy son más de 600 familias quienes sostienen este sueño. No se trata solo de producir vino, lo nuclear es crear un ecosistema que respira con la comarca: genera empleo, protege el paisaje y, sobre todo, mantiene vivo un modo de vida.
Sentir O Salnés
Aquí, la vendimia es una ceremonia. Y cualquier botella elaborada, un pequeño pacto con el territorio. Pero lo que distingue a Martín Códax es esa capacidad para mirar más allá del viñedo. La intención elogiosa y valiosa es que el vino dialogue con la cultura, la música, el arte o la gastronomía. Hay algo profundamente gallego –y al mismo tiempo universal– en ese modo de entender que el vino no termina en la copa.
Ejemplos hay muchos. Desde los Premios Martín Códax da Música, que desde hace más de una década elevan la escena musical gallega, hasta el Outono Códax Festival, que convierte cada otoño Santiago de Compostela en una fiesta de soul, jazz y rhythm & blues. Y, por supuesto, Os Xoves de Códax, ese ciclo de conciertos en la terraza de la bodega donde el vino se sirve bajo el cielo atlántico con música en directo y una causa solidaria.
Quien llega hasta aquí visita algo más que una bodega. Se adentra en una experiencia donde el tiempo se vuelve sensorial. Degustaciones con vistas a la ría, paseos entre vides al borde del mar, maridajes con cocineros locales, atardeceres que saben a sal y fruta blanca... Martín Códax ha convertido el enoturismo en una forma de hospitalidad íntima, genuina, con un punto emocional que desarma.
Hermosa lección de vida
No es casualidad que su propuesta haya sido reconocida con premios como el de Mejor Experiencia Enoturística en los International Wine Challenge Awards 2024, Mejor Proyecto Enoturístico en los Verema 2022 o la distinción de Mejor Bodega Abierta al Enoturismo por ACEVIN y Rutas del Vino de España. No se trata solo de ofrecer algo distinto, sino de hacerlo desde la verdad.
Esa misma verdad late en su compromiso con la sostenibilidad. Aquí se cuida la tierra no por marketing, sino porque de ella depende todo. El respeto medioambiental, el modelo colaborativo, el impulso al relevo generacional o la implicación con el entorno social no son añadidos: son parte del alma del proyecto. Porque el futuro se cultiva desde el presente, y con raíces firmes.
Y, claro, está el vino. Ese albariño fresco, vertical, con nervio atlántico. No hay artificio. Solo pureza. Como si alguien hubiera embotellado una mañana de niebla sobre el mar. Cada sorbo tiene la tensión del granito, la elegancia de la lluvia fina, la luz de un día claro en O Salnés. Pero, sobre todo, tiene verdad. No es un vino que se impone, es un vino que acompaña. Que susurra.
Porque, en Martín Códax, el vino es el camino. El lenguaje con el que se cuentan historias de esfuerzo y belleza. El puente que une tradición y modernidad. El vehículo para compartir, para cuidar, para celebrar. Para emocionar, en definitiva.
Así, copa a copa, nota a nota, paso a paso, esta bodega ha demostrado que otra manera de hacer vino –y de vivir– es posible. Una forma donde el alma pesa más que la etiqueta, donde el compromiso se embotella junto al aroma y donde Galicia no solo se siente cuando se habita, sino que se lleva en el alma como parte de nuestra persona allá donde estemos.
Bodegas Martín Códax
Burgáns, 91 - Vilariño
36633 Cambados (Pontevedra)
Tel. 986 526 040
Facebook: @BodegasMartinCodax
Instagram: @bodmartincodax