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Y los sueños, vino son

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  • Redacción
  • 2013-10-02 07:59:08

Manuel Fariña y su hijo Manu pasean entre las cepas, sopesando racimos, picoteando algún grano, con la íntima satisfacción de ver cumplidos los sueños de este padre y los proyectos de esta tercera generación, que sigue soñando

« Elaborar un gran vino y enseñarlo por el mundo”. Lo que un día fue el sueño de un joven bodeguero, el zamorano Manuel Fariña, es desde hace tiempo una realidad. El pasado año Bodegas Fariña cumplió sus primeros 70, luciendo por medio mundo el nombre de Toro y Casaseca de las Chanas, incluso el del monumento que ha dado nombre a sus vinos, la Colegiata. La bodega exporta sus vinos a más de 30 países de todos los continentes y la razón de ese éxito hay que buscarla en su filosofía, que ha sido siempre la de elaborar vinos de la máxima calidad a un precio apto para todos los públicos. Sus Gran Colegiata, expresión líquida del terruño y de la Tinta de Toro, se beben en lugares tan dispares como Canadá, Qatar, Malasia, China –donde la bodega fue premiada con una medalla de oro y otra de plata en los últimos China Wine Awards- y, por supuesto, Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.

Precisamente, valorando esos principios, la prensa norteamericana ha situado en varias ocasiones algunas marcas de la bodega entre las cuatro mejores en relación calidad-precio de vinos españoles en Estados Unidos. Su vino icónico, top de gama, el Gran Colegiata Campus Viñas Viejas, reconocido en numerosos concursos nacionales e internacionales, no supera los 23 € en el mercado y su última creación, el Fariña Especial 70 Aniversario, el vino conmemorativo que la bodega lanzó para celebrar sus siete décadas de historia, siguió exactamente los pasos de sus antecesores.


Fe, esperanza... y paciencia

Si algo ha definido el proceso de la bodega ha sido la inquebrantable fe de Manuel en la uva local y en la tierra de Toro. Y su paciencia, esa que enseña el campo, hasta ver los resultados de su tesón, hasta ver cómo sus vinos y Toro se han colocado en el podio de la calidad y el prestigio.

La tercera generación, Manu Fariña, ya ha tomado el testigo de su padre. Tras terminar sus estudios y trabajar en otros países, llega cargado de nuevas experiencias y proyectos en su mochila. Una evolución natural que muestra a las claras cómo es Bodegas Fariña: una empresa dinámica en la que tradición familiar y vanguardia se unen en todas sus vertientes. En viticultura, apostando por novedosos proyectos de I+D, como el de obtener levaduras autóctonas para preservar los aromas típicos de las variedades locales. En la elaboración, perfilando nuevos estilos de vino acordes a los nuevos mercados. Y, por supuesto, en comunicación, apostando por las nuevas tecnologías para acercar el vino al consumidor a través de las redes sociales o de códigos QR en las contraetiquetas para ampliar información.


El Primero de la cosecha

La vendimia llega este año tardía pero plena de calidad, como perfecta culminación del ciclo vital de las estaciones. Fruto de los primeros racimos recién cortados es el Primero, el primer vástago de la cosecha 2013. Elaborado por el método de maceración carbónica, lleno de color y de aromas a fruta, ve la luz la primera semana de noviembre y, como cada año, con una etiqueta nueva. En esta ocasión, luce la obra del valenciano Guillermo Ferri Soler, ganador del Octavo Concurso Nacional que organiza la bodega para vestir tras cada vendimia la imagen de su vino más joven.

Fresco y moderno, pleno de aromas, es también el Gran Colegiata Vino de Lágrima, uno de los últimos vinos en llegar a la familia Fariña. Un tinto con un suave toque de roble, obtenido del primer mosto, resultado únicamente de la presión que ejerce el peso de unas uvas sobre otras.

La bodega, sin embargo, ha querido mantener también, junto a sus últimas elaboraciones, esas otras referencias tradicionales de la casa, como el Gran Colegiata Crianza Clásico y el Gran Colegiata Reserva. Vinos hechos para gustar y para durar, muy apreciados por ese tipo de consumidor fiel a lo clásico y a lo intemporal.

También aquí han pasado 70 años como sin sentir, al ritmo de la naturaleza y sus plazos, al ritmo del bullir en las preciosas cubas de madera, al ritmo del trasiego, al tintineo del embotellado o, mejor, al de las copas que brindan. ¡Por Fariña y por este Toro, tan suyo!

Bodegas Fariña
Camino del Palo s/n
49800 Toro (Zamora)
Tel. 980 57 76 73
www.bodegasfarina.com

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