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Bebe vino y vive más

  • Redacción
  • 2005-12-01 00:00:00

En estudios realizados sobre grandes poblaciones de diversos países se ha descubierto una relación directa entre el total de alcohol ingerido y todas las causas de mortalidad. De los citados estudios se desprende que el propio alcohol tiene un efecto beneficioso frente al desarrollo de las enfermedades coronarias, independientemente del tipo de alcohol. Si bien, cuando el alcohol procede del vino ingerido, a estas cualidades salutíferas se unen otras ya constatadas, como el poder antioxidante del resveratrol. La evidencia de estudios correlativos sobre diferentes grupos sociales de diversos países, indicando que la incidencia de dichas enfermedades es menor en países bebedores de vino que en los países no bebedores, impulsó a estudiar su incidencia probable en un grupo seleccionado de Copenhague. En el estudio sobre los efectos en el corazón de 14.000 hombres y mujeres en Copenhague, se descubrió que aquellos que bebían vino tenían una mortalidad inferior, tanto por enfermedades cardiovasculares y como por las no cardiovasculares, en comparación con los bebedores de cerveza y licores. Más adelante, en el «Centro Copenhagen Prospective Population Studies», que comprende el Copenhagen City Heart Study, el Copenhagen County Centre of Preventive Medicine, y el Copenhagen Male Study, se han analizado los efectos del tipo de alcohol sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares y no cardiovasculares, entre 33.000 hombres y mujeres. Los estudios han demostrado que los bebedores de vino parecen estar mejor protegidos de los ataques cardíacos que los no bebedores, y en un grado superior al de los bebedores de cerveza o de licores. Respecto al cáncer del tracto digestivo superior y el cáncer de pulmón se ha evidenciado que, incluso después de un minucioso control en el hábito de fumar, los bebedores de vino parecían presentar un riesgo inferior a ambos tipos de cáncer que los bebedores de cerveza o licores. Por otra parte, en un amplio estudio representativo quedó demostrado que los bebedores daneses de vino tienen unos hábitos dietéticos más sanos que los bebedores de cerveza y licores. Los bebedores de vino suelen seguir una dieta mediterránea, mientras que los bebedores de cerveza y licores siguen la dieta nórdica. Todavía queda por dilucidar si la ingestión moderada de vino es uno de los muchos factores de una dieta sana que interactúan en los efectos cardioprotectores y preventivos del cáncer, o si los mencionados resultados de aparente efecto protector del vino se confunden con la dieta.

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