- Redacción
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- 2000-11-01 00:00:00
En Internet resulta muy útil manejar adecuadamente los «marcadores» o «favoritos». Si se encuentra una página que merece la pena visitar de nuevo, conviene guardar la dirección. Netscape ofrece para ello la función «Añadir marcador», cuyo equivalente en Internet Explorer son los «Favoritos». Los marcadores son un instrumento enormemente importante y útil para abrirse camino en la maraña de datos de Internet. Son el «buscador» más importante, porque al visitar una página WEB el internauta tiene la posibilidad de anotar en la memoria del ordenador la dirección URL, por ejemplo la dirección www.ivinum.com.
Los marcadores añadidos durante una sesión de Internet pueden guardarse de forma estructurada después de dicha sesión. Lo mejor es crear estructuras lógicas de directorios (por ejemplo, ordenándolos por sectores). En el sector VINO pueden crearse subcarpetas como Proveedores, Vendedores, Terminología, Biblio-
grafía, etc. Las direcciones también pueden guardarse como enlaces o archivo Alias en el ordenador. Para hacer esto en Netscape, se arrastra el símbolo situado a la izquierda de la dirección www hasta el lugar deseado y se vuelve a soltar la tecla del ratón. En Internet Explorer se emplea el símbolo de página situado a la izquierda de la dirección.
www.ven.y.haz.clic
La «World Wide Web» es una multicolor puerta de entrada a Internet, que puede abrirse con un simple clic del ratón. Desde el punto de vista técnico, Internet puede describirse como una red de ordenadores que abarca todo el mundo. Para que sea posible intercambiar datos entre esos ordenadores se necesitan ciertas reglas de comunicación a las que deben atenerse los diferentes sistemas. Un conjunto de estas reglas de comunicación se denomina protocolo; en concreto, el destinado a la transmisión de datos a través de Internet se llama TCP/IP (siglas de Transmission Control Protocol/ Internet Protocol, «protocolo de control de transmisión /protocolo de Internet»).
Navegadores
Quienes quieren poner sus datos a disposición de otros usuarios de Internet, necesitan un servidor, que «sirve» al cliente lo que éste «encarga» a través de una URL. El «encargo» se realiza a través de los llamados navegadores (p. ej. Netscape o Explorer), con los que puede accederse a la mayoría de servicios de Internet. Esto es posible gracias a una forma estandarizada de direcciones de Internet, la llamada URL (siglas de Unified Resource Locator, «localizador unificado de recursos»).