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Alemania y Austria:Un año mojado

  • Redacción
  • 2003-02-01 00:00:00

Las inundaciones del verano han afectado a las regiones vinícolas a lo largo del Danubio, el Krems y el Kamp. Pero como por un milagro, las uvas se han mantenido sanas. Así, los austríacos celebran una añada de buena hasta muy buena. Los vinicultores aún tenían mayores expectativas a la vista de un verano de cuento de hadas. Pero en la vendimia empezó a llover, de modo que la añada ha resultado finalmente «sólo» entre buena y muy buena. alemania Calidad: de buena a muy buena. Cantidad: de normal hasta abundante. Precios: ascendentes, para los vinos superiores, manteniéndose bajos para los más corrientes. Comentario: tras un año que se había desarrollado de manera prácticamente óptima, las lluvias durante la vendimia redujeron las expectativas. Pero las uvas siguieron sanas o se seleccionaron rigurosamente, de modo que en las bodegas de calidad están madurando vinos blancos y tintos de primera calidad. ¿Y si el otoño también hubiera jugado bien? Entonces ahora en Alemania se estaría hablando de la añada del siglo. Al fin y al cabo, exceptuando algunos daños por heladas en Franconia, Baden, Württemberg y el Palatinado, además de algo de granizo en el Rheingau y a orillas del Mosela, la vegetación se desarrolló de forma perfecta hasta finales de septiembre. Tras un invierno suave, la primavera empezó pronto. Durante el verano cayeron muchas lluvias, alternándose con muchos días cálidos. El adelanto en la maduración que alcanzaron las uvas debido a un septiembre soleado fue muy importante para la calidad. Porque octubre no se portó bien con los vinicultores. La excepción son las regiones más meridionales. En Baden, los vinicultores se pudieron alegrar a finales de octubre por algunos días de viento, que hizo subir el peso del mosto a 100 grados Öchsle en el caso de la familia de los Borgoñas, del Riesling y de las variedades de buqué, lo que ha hecho posible selecciones de uva y selecciones de uva pasificada. En el resto de Alemania hubo lluvias e incluso tormentas. La vendimia se retrasaba. Pero la cosecha se ha mantenido sana. Los vinicultores probablemente han aprendido del difícil año 2000: vendimiando en verde, se han ocupado de que las cepas no estuvieran sobrecargadas. Eliminaron pronto los nidos de podredumbre para que no pudieran extenderse. Además, los vinicultores tratan profilácticamente las cepas contra enfermedades y parásitos. La cosecha, con unos 10,5 millones de hectolitros, ha sido mayor que en 2001, lo que se considera «acorde con el mercado». La media de la cosecha se ha elevado a impresionantes 100 hectolitros por hectárea. Como los productores ambiciosos han reducido considerablemente sus cosechas, resulta claro que otros apuestan por la cantidad. Pero también la media de peso del mosto ha sido mayor que en 2000, de modo que se ha podido equilibrar un déficit en las existencias de vinos superiores. Todas las regiones han manifestado su satisfacción. En Rheingau se han registrado «vinos con un extraordinario potencial de sabor», destacando el Spätburgunder con un peso de mosto de entre 84 a 108 grados Öchsle. La región de Mosela-Sarre-Ruwer celebra «muy buenas calidades en el Riesling». Algunas selecciones de uva pasificada han alcanzado valores extraordinarios. Los vinicultores de Nahe resumen: «Si no hubiera sido por las lluvias, sería la añada del siglo». La ribera del Aar ha producido altos valores de extracto en el caso del Borgoña. En la región de Rin-Hesse celebran «un Riesling denso, bien estructurado y un Burgunder con acidez armónica». El Palatinado está entusiasmado por este «gran año para el Riesling». «Cuerpo y fina acidez, alto peso del mosto» se ha registrado en Franconia. En la pequeña región del Rin central aseguran que la añada de 2002 pasará a los anales como «un año sobresaliente con extraordinarias cualidades». Württemberg aplaude «cantidad ideal y calidades superiores», mientras que los productores en Baden ya han comprobado en los vinos jóvenes «mucha frutalidad y vivo frescor». Cuando descendieron tremendamente las temperaturas en Alemania entre el 10 y el 12 de diciembre, numerosos productores aprovecharon la oportunidad para vendimiar «vino de hielo». Debido al proceso de congelado, el peso del mosto ascendió en parte a más de 200 grados Öchsle. También las cantidades eran imponentes. Así, en la región de Nahe se han registrado cosechas de hasta 1.500 litros en una sola bodega. La asociación VDP de Nahe ha expresado su crítica a la vendimia de vino de hielo realizada con cosechadora, practicada parcialmente, pues así se recogen cantidades excesivas que, en realidad, deberían pudrirse en la cepa. Se temen calidades inferiores y una distorsión de la competencia. austria Calidad: de buena a muy buena. Cantidad: buena. Precios: estables, con tendencia a la baja en el vino de barrica blanco. Comentario: tras el granizo y las inundaciones del Danubio y en el valle del Kamp, los vinicultores de la Baja Austria finalmente han quedado satisfechos. En el Burgenland reposan en las bodegas tintos superiores y en la región de Estiria celebran resultados brillantes. A un conocido vinicultor y gastrónomo ahora le resulta irónica la frase de un cartel publicitario: «Lo que me gusta especialmente de la Baja Austria es la fuerza de los ríos en la región de Wachau, en el valle del Kamp y del Krems». Porque en agosto de 2002 recibió en uno de sus restaurantes la «visita» del agua del Kamp... La inundación ha perjudicado a algunas bodegas; sin embargo, los vinicultores del Danubio y del Kamp se han librado con apenas un ojo morado. Peor que las inundaciones de las bodegas han sido las erosiones en los viñedos y el desmoronamiento de los muros de las terrazas. Además, el agua provocó laguna podredumbre que pudo ser paliada con un intenso trabajo en la protección de las plantas. Las inundaciones al sur de Viena no han tenido consecuencias. En la región de las termas y en el Burgerland vuelve a haber excelentes tintos. Preocupante ha sido, como mucho, la Traubenwelke, que posiblemente radique en el estrés de la cepa. En la región de Steiermark, las uvas presentaban gran maduración y un destacado carácter varietal. La especialidad Schilcher, de ácido marcado, ha recibido del vinicultor Christian Reiterer de Wies la calificación de «fruta fresca». En todo el país, el espectro abarca desde los vinos agradables de beber, pasando por los secos, hasta los dulces nobles «Granat». La cantidad es satisfactoria, con 2,6 millones de hectolitros. Casi 2 millones de hectolitros son de vino blanco, mientras que la cosecha del muy demandado tinto (cuyo consumo es superior al 50 por ciento) ha descendido en un crítico 14 por ciento. Esto ha conducido a una caída radical de los precios para el producto blanco más corriente. En septiembre pagaban por el kilo de uvas no más de 11 céntimos. «Desgraciadamente se está produciendo de espaldas al mercado», ha comprobado el presidente del los vinicultores de Austria, Joseph Pleil. «Muchos producen uva sin sentido, para los que no hay comprador contratado, y así se ven obligados a aceptar estos bajos precios». Así les fue «Ya no existen añadas normales. La vendimia es cada vez más una obra artística. El conocimiento sobre las cualidades y defectos de cada variedad ha sido este año decisivo para la calidad». Michael Prinz zu Salm-Salm (Presidente del VDP y Viticultores de Nahe) «Un otoño fascinante. En Renania nos ofreció una excelente calidad en los Frühburgunde, y en Franconia obtuvimos maduras y sanas Riesling y Silvaner que darán buena graduación». Robert Haller (Fürst Löwenstein en Kreuzwertheim, Franconia, y Hallgarten, Renania) «Las uvas permanecieron sanas hasta bien entrado noviembre. Sin embargo hubo pocos días secos en las seis largas semanas de vendimia. Fue mucho lo que arrastró la lluvia». Heinz Schmitt (Leiwen, Mosel-Saar-Ruwer) «La vendimia se asemeja a las buenas vendimias de los noventa. Cerca de dos tercios del mosto entraba en el ámbito de los Prädikatswein». Heinz Trogus (Badischer Winzerkeller, Breisach «No sólo tuvimos que soportar las continuas lluvias de agosto, sino también mucha humedad en otoño. Pero el resultado es muy prometedor. Hemos vendimiado la Riesling con 90 grados Öchsle y la Spätburgunder incluso con 105, aunque las cantidades fueron escasas». Jan Kux (Sächsisches Staatsweingut Schloss Wackerbarth) «Vendimiamos en diversas pasadas uvas bien maduras. Las primeras estimaciones nos permiten asegurar que la elegancia y excelente fruto de esta añada nos proporcionarán mucha alegría». Erich Polz (Spielfeld, Südsteiermark) «Los vinos blancos son afrutados y elegantes. Y tintos con mucho cuerpo, buena frutosidad, un color muy oscuro y taninos fabulosos». Hans Moser (Eisenstadt, Neusiedlersee-Hügelland) «Quien no quiso esperar no ha obtenido realmente buenos vinos. Nosotros estamos muy satisfechos. El Riesling es magnífico. El Grüne Veltliner ha dado una alta calidad». Franz Hirtzberger (Presidente del Vereinigung Vinea Wachau und Winzer en Spitz, Wachau) «Las copiosas lluvias de agosto les vinieron bien a los viñedos, que con frecuencia sufren la sequía. En el soleado septiembre las uvas se veían cargadas. Los vinos de los buenos pagos pasarán a formar parte de los muy grandes, comparables a los de 1993». Willi Bründlmayer (Langenlois, Kamptal) «Las uvas no se perdieron gracias a los calurosos días, hasta 20 grados, de mediados de noviembre. Los vinos jóvenes se presenta brillantes y pulidos, sin defectos. Los tintos se muestran muy concentrados». Hans Tschida (Angerhof, Illmitz, Neusiedlersee)

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