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Sierra de Salamanca: cuando la utopía se hace realidad

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  • Antonio Candelas
  • 2022-09-02 00:00:00

La zona vitícola más pequeña de Castilla y León ha logrado en pocos años acaparar las atenciones de la prensa mundial, pero quizá más importante que todo eso sea la llegada de proyectos jóvenes que ven aquí un alentador futuro ligado al paisaje y al vino.


Vamos a olvidarnos por un momento del ensordecedor ruido mediático que nos aturde a todas horas. Os invito a viajar a través de estas líneas a un lugar tan bello que emociona, tan apacible que repara, tan generoso que conmueve. Al sur de la provincia de Salamanca, entre la Sierra de Béjar y la de Gata, existe un cogollo de 26 pueblos atravesados por el río Alagón íntimamente aliados con la viña. Un territorio de una maravillosa singularidad que conforma la D.O.P. Sierra de Salamanca. Tanto es así que un pedazo de la zona de producción está dentro del Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia. De hecho, la UNESCO lo ha señalado en este reconocimiento como ejemplo de influencia del ser humano en el medio manteniendo el equilibrio natural. Es más, me atrevería a decir que enriqueciéndolo. Y es que la única forma de salvar las empinadas laderas serranas para facilitar el cultivo de la vid no es otro que crear terrazas. Una inteligente solución que está presente en todo el territorio que comprende la Denominación de Origen y con el que se intuye el apogeo de esta actividad en otros tiempos pretéritos.

Atractivo serrano
Al acceder a algunas de las 545 parcelas en las que se reparten las 115 hectáreas de viñedo de la zona, lo cual nos da una idea de lo atomizada que está la viña, nos encontramos con un elemento que se repite por toda la sierra de una forma sorprendente: lagares rupestres. Solo en San Esteban de la Sierra hay catalogados 150, algunos de ellos en muy buen estado de conservación. Otro motivo, en este caso arqueológico, que despierta interés y que se suma a otros paisajísticos o estrictamente vitícolas, a pesar de que la masa de viña es especialmente escasa.
Sabemos que la orografía de un territorio es tanto más apasionante en términos de viticultura cuanto más caprichosa se nos presenta. Esta pequeña zona tiene una variedad casi infinita de orientaciones y altitudes (entre los 400 y los 1.000 metros), así como de suelos que marcan la personalidad de los vinos. Aunque se diferencian por franjas alternas dos tipos de terreno –arenas procedentes de granito descompuesto y pizarra–, hay una zona de transición de una roca metamórfica llamada corneana de gran dureza y con indudable interés.
Entre tanto motivo para fijarse en la D.O.P. Sierra de Salamanca, no podemos olvidar el de las variedades. Cuando una zona con tradición vitícola queda fuera de la influencia de las décadas florecientes de la viña en nuestro país, los últimos 30 años del siglo XX, al final juega con una ventaja que tarde o temprano sale a relucir: la conservación de las variedades autóctonas y el viñedo viejo. Si en uvas tintas, aunque se cultiva Tempranillo (Aragonés) y Garnacha (Calabrés), la Rufete es el 50% de la viña, en blancas el activo más novedoso es la reciente incorporación a la norma de la D.O.P. Sierra de Salamanca de la variedad Rufete Blanco Serrano. Dos uvas con una personalidad que no se puede comparar con ninguna otra. Mientras la Rufete se caracteriza por la sutileza de sus aromas (más florales que frutales) y la finura de su textura, la Rufete Blanco Serrano –uva de ciclo largo, gran acidez y maduración tardía– es un tesoro con el que combatir el reto climático en el que nos encontramos.

¿Dónde está el límite?
Este estimulante escenario ha servido para que gente joven, con sobrada preparación y amplio bagaje, acuda para poner en marcha sus particulares proyectos con la común idea de potenciar las posibilidades del lugar. Si la campaña pasada fueron 11 bodegas las que elaboraron vino, en la presente vendimia, que acaba de comenzar, serán 14. La inscripción de estas tres nuevas bodegas (Viñas Serranas, situada en Cepeda; Vínculo Serrano, en San Esteban de la Sierra; y Rabilargo, en Miranda del Castañar) indica el gran interés que despierta la comarca.
Hoy, estamos ante una de las zonas de producción más pequeñas de nuestro país, pero con un presente afianzado incluso a nivel internacional y con un futuro en el que no se vislumbra techo. De aquellos comienzos titubeantes y temerosos como Denominación de Origen hace 12 años, se ha pasado a un proyecto global consolidado, de protección del territorio y revalorización del patrimonio vitícola.

D.O.P. Sierra de Salamanca
Calle del Pozo Barrero, 7. 37610 Mogarraz (Salamanca)
www.dosierradesalamanca.es
Tel. 626 656 351


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