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Terres dels Alforins, entre vinos, paisajes e historia

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  • Redacción
  • 2023-03-01 00:00:00

El enoturismo lo tiene todo, combina dos grandes placeres: vino y paisaje. La D.O.P. Valencia invita sin duda a hacer una escapada a estas tierras donde crecen sus vides, a conocer sus vinos de larga tradición, a escapar del estrés diario y empaparnos de cultura.


Al sur de la provincia de Valencia se encuentra Terres dels Alforins, dentro de la subzona del Clariano, enmarcada en la D.O.P. Valencia. Es un lugar aislado, situado en la parte occidental de las comarcas de La Costera y La Vall d'Albaida, y conformado por un triángulo de tres municipios con una gran riqueza vinícola y medioambiental: Fontanars dels Alforins, Moixent y La Font de la Figuera.
La viticultura viene practicándose aquí desde los primeros asentamientos íberos. No en vano, en Terres dels Alforins se quiere recuperar el legado histórico de la zona y convertirlo en un paisaje cultural, apuntalado por la agricultura tradicional y ecológica, especialmente en la viticultura.
Los viñedos se extienden en un punto de transición entre la costa y la montaña, en terrenos que son, a la vez, calmados y coloridos. Seguro que a los viajeros que lleguen hasta aquí les recuerdan a un paisaje impresionista sacado de una paleta de verdes, ocres y rojos suaves, estampas que van cambiando de tonalidades dependiendo de las estaciones. Sus paisajes son abiertos, entre campos de vides, de cereales y bosques de pinos. De tanto en tanto asoman masías entre el paisanaje rústico y entornos de orografía suave que dan lugar a los valles de Els Alforins y Les Alcusses. Lugares idóneos para disfrutar durante todo el año de actividades relacionadas con el vino y siempre bajo la caricia de un clima particular, donde se aúnan la brisa del Mediterráneo y las variaciones que aportan las montañas. Pasear por ellos es mucho más que eso, es toda una experiencia para los sentidos y, al fondo, en el horizonte, pero al abasto, una cultura del vino arraigada, capaz de conseguir algunos de los mejores vinos de la Comunidad Valenciana.
Por todo esto, Terres dels Alforins se convierte en la escapada perfecta para aquellos amantes del enoturismo y de los paisajes idílicos de fondo en los que relajarse y descansar del estrés del día a día. Para hacerlo fácil, todas se pueden visitar y ofrecen experiencias muy variadas. Hay un buen número de bodegas interesantes repartidas entre los términos municipales de Fontanars dels Alforins, La Font de la Figuera y Moixent.

La vinicultura, protagonista
Bodegas Belda, fundada en 1931, es pionera en la recuperación de variedades autóctonas y fue la primera bodega de Europa en embotellar vino blanco de Verdil, variedad autóctona de la Vall dels Alforins.
Vale la pena visitar la centenaria Bodega El Poblet, construida sobre una bodega secular con un sótano perforado por galerías con tinajas de barro hundidas en el suelo que se utilizaban antiguamente para envejecer el vino antes de la llegada de las barricas de roble.
También histórica es la Bodega Los Frailes, cuya finca data de 1771. Allí los propietarios combinan trabajo, innovación y tradición en los vinos que elaboran. Cuenta con unas instalaciones que ofrecen al visitante una visión completa del proceso de elaboración de sus vinos.
Las Bodegas Enguera, situadas en el privilegiado entorno del valle de la Rambla, están actualmente innovando con el vino de hielo, elaborado a partir de la variedad Verdil.
Una de las bodegas más jóvenes de Fontanars dels Alforins es Fil.loxera & Cia, una de las denominadas bodegas de garaje. Con una producción limitada, a partir de tierras propias y con una elaboración prácticamente artesanal, ofrecen vinos con tanta personalidad como su nombre.
También bodega de garaje es la de Rafa Cambra. Amante de las viñas viejas que crecen entre almendros y olivos a los pies de la sierra de l'Ombria, y que en la actualidad trabaja en la recuperación de la variedad autóctona Forcallà.
Heretat de Taverners es una bodega construida sobre las antiguas dependencias de una vieja alquería que data del año 1667. Apuesta por las variedades Monastrell y Garnacha Tintorera con una producción limitada.
Bodega Los Pinos, una antigua bodega restaurada, tiene el privilegio de haber sido la primera bodega que elaboró sus vinos de manera totalmente ecológica en la Comunidad Valenciana.
Para conocer un poco la historia de Bodegas Torrevellisca nos remontamos al año 1880, cuando don Luis Melo, heredero al trono de Portugal, se asienta en Fontanars dels Aforins, donde manda construir un palacio de nombre Torre Vellisca. Tradición y modernidad son sus principales señas de identidad.
Clos Cor Ví fue fundada en 2004 y elabora unas ediciones limitadas de vinos blancos muy selectos, con certificación BIO. Es propietaria de una parcela en el paraje del Ramblar en las que todas las prácticas de viticultura se realizan de forma manual.
Hay que ir a La Font de la Figuera para encontrarnos con Bodegas Arráez. Fue construida sobre tres antiguas bodegas de viticultores particulares hace ya casi 70 años, y mantienen la tradición vinícola combinándola con las últimas técnicas enológicas.
Otra bodega eminentemente familiar es Vicente Ribera e Hijo, que empezó hace dos generaciones. En ella cuidan y trabajan vides propias con un estricto control de calidad.
La Bodega Vinya Alforí, ubicada en el centro de la finca Cal Peller, ha tenido en las dos últimas centurias una continuidad en la viticultura y enología, un legado histórico que la convierte en un referente de las buenas prácticas agrarias.
En Celler del Roure podemos disfrutar de la Bodega Fonda, una construcción que ha recuperado la familia Calatayud y que data del siglo XVII. Para acceder, debemos bajar por una escalera de piedra donde encontramos un centenar de inmensas jarras de barro enterradas en la estructura excavada en la piedra. En ellas maduran el vino sin intervenir en su sabor.
Bodega Cooperativa La Viña fue creada en 1944 y a lo largo de las generaciones la actividad vitivinícola fue ganando importancia.
Pago Casa Gran se encuentra ubicada en el valle de Les Alcusses, a unos 530 metros de altitud, iniciándose en los años sesenta del pasado siglo la producción de vinos.

Experiencias en torno al vino
En torno a las bodegas de Terres dels Alforins podemos vivir multitud de experiencias relacionadas con el vino, que no se limitan solo a la cata, ya que existe un amplio abanico de empresas dedicadas al enoturismo, de bodegas que nos abren sus puertas, de empresas de turismo activo, de museos, de alojamientos, de restaurantes que se unen para ofrecer al amante del vino las mejores ideas para ser disfrutadas. Te vamos a contar unas cuantas para que se te haga la boca agua.
Volando voy es una experiencia de lo más atrevida: disfrutar del vino y la naturaleza mientras viajas en globo. Haz tu propio vino, en la que te descubren todos los secretos de la producción del vino para que puedas crear el tuyo propio. Y hay más, claro. Visitas a la bodega, Visitas Natura, perfecta para quienes quieran recorrer rutas y sendas antes de finalizar con un almuerzo donde catar vinos y saborear productos locales, Visita Campestre... En definitiva, toda una batería de experiencias para vivir el vino con intensidad, que nos dejará sin duda un magnífico sabor de boca, y, cómo no, para conocer mejor las variedades de uvas más representativas de esta zona, como Cabernet Sauvignon, Merlot, Monastrell, Tempranillo, Garnacha Tintorera, Verdil, Macabeo…
Pero si el legado vitivinícola y el entorno natural son el alma de esta Terra dels Alforins, también lo son sus pueblos, por su legado cultural e histórico, sus obras de arte y museos. Una de las visitas indispensables es al poblado íbero de La Bastida de les Alcusses, en Moixent. Fue una de las ciudades más importantes de la Contestania Íbera, ya en el siglo V a.C. En el primer tercio del siglo XX se hallaron restos arqueológicos importantes, entre los que destacan la figura de plomo del Guerrer de Moixent, cerámicas e instrumentos agrícolas.
Tomando el vino como excusa, conocemos el territorio y su cultura y llegamos a la conclusión de que el vino no es en realidad excusa, sino una fuente de placer inagotable. Una alternativa ideal para conocer a fondo y enamorarse de Terres dels Alforins, un verdadero paraíso para los enoturistas, porque en Terres dels Alforins los placeres llegan a través de todos los sentidos, ya sea entre viñedos, recorriendo sus bodegas, degustando recetas de productos de proximidad o disfrutando de momentos de descanso en uno de sus alojamientos. Porque aquí, estés donde estés, se mira de cara y con cariño y respeto la cultura del vino.

Más información:
www.enoturismo.comunitatvalenciana.com

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