- Redacción
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- 2024-05-01 00:00:00
El vino rosado está conquistando el mundo. Su popularidad se extiende por todas partes, desde las zonas costeras hasta los santuarios gastronómicos frecuentados por foodies. ¿La razón detrás de este fenómeno? Es simple: su ligereza, versatilidad y frescura. Y en esto Navarra no tiene rival.
S i hay una región que ha abrazado desde siempre el rosa en su paleta vinícola con pasión desenfrenada, esa es sin duda alguna la D.O. Navarra. Esta tierra, que rezuma belleza natural por los cuatro costados, ha sido mucho más que una simple precursora en la elaboración de vinos rosados; ha sido la musa que ha inspirado todo un movimiento enológico. Desde hace décadas, mucho antes de que los rosados se convirtieran en la estrella de la fiesta, Navarra ya estaba allí, innovando y apostando por este estilo de vino fresco, ligero y versátil. Sus terruños, tan diversos como pintorescos, aportan una riqueza única a sus vinos. ¿El resultado? Una explosión de sabores y aromas que deleitan los sentidos.
Frescura y autencidad
Como muchos de vosotros sabréis, la Garnacha es la variedad reina en la D.O. Navarra, siendo el eje sobre el que se vertebran sus tintos y, por supuesto, sus famosos rosados. La frescura que caracteriza a la Garnacha navarra no es casual, proviene de la latitud privilegiada a la que se encuentran sus viñedos, lo que da lugar a vinos muy equilibrados en los que la graduación alcohólica es contenida y la acidez distintiva los hace inconfundibles. A veces no es fácil identificar un estilo de vino o una elaboración con una zona, pero hablar de rosados frescos y amables es hablar sin miedo a equivocarnos de la mejor identidad navarra.
Sin embargo, esta forma tan acertada de interpretar el rosado navarro a través de su querida Garnacha no hubiera podido hacerse realidad sin la inquietud e innovación que han desarrollado las bodegas de la Denominación de Origen, que no dejan de experimentar con diferentes técnicas de elaboración y crianza, utilizando desde barricas de distintos tamaños hasta tinajas y ánforas, obteniendo resultados verdaderamente relevantes porque amplían la oferta de elaboraciones, pero manteniendo intacto el carácter único que les brinda la Garnacha en un entorno de gran riqueza que es marca de la región.
El roseteo ya está aquí
Pero, más allá de la calidad de sus vinos, Navarra nos invita a vivir una experiencia única: el roseteo. Este fenómeno, que ha ganado popularidad rápidamente, es el nuevo ritual de la primavera y el atardecer. Dicen los que ya han sido abducidos por esta nueva forma de disfrutar de la primavera que es una tendencia que ha llegado para quedarse. El sugerente color de las copas, el atractivo sabor y su frescura hacen muy apetecible el momento en el que se echa la noche y lo único que buscamos es pasar un grato y divertido momento entre amigos.
Con la ansiada llegada de la primavera no se nos ocurre una mejor manera de disfrutar de los atardeceres entre encantadores rosados. En cada copa, Navarra nos brinda una gran oportunidad para explorar el carácter de una tierra difícil de comparar. Es toda una invitación formal para explorar unos paisajes, una historia y una cultura a través de una experiencia sensorial inigualable. Por eso, no es de extrañar que los rosados de la D.O. Navarra lideren el mercado nacional, conquistando paladares y corazones con su frescura y la jugosidad de su expresión frutal.
Otra de las virtudes del rosado radica en su inigualable versatilidad gastronómica. Pocos vinos albergan semejante capacidad para combinar una gastronomía centrada en pinchos y raciones o adentrarse en territorios más complejos tocando todos los palos sin miedo a errar (ensaladas, mariscos, arroces, pastas, pescados, carnes...). Este es sin duda otro valor sobre el que se asienta el creciente éxito del rosado. A todos nos gusta que nos faciliten la labor del maridaje, un asunto que queda resuelto de la mano de la variedad rosada que nos ofrece Navarra.
Por todo ello, podemos afirmar que el rosado D.O. Navarra es mucho más que una categoría de vino; es una expresión de la pasión y el compromiso de una región con su tierra y su tradición. Cada botella cuenta una historia, cada copa nos transporta a un mundo de sensaciones y placeres que tienen mucho que ver con el momento de consumo. No debemos olvidar que la labor del viticultor y del enólogo son clave para que el vino llegue impecable a nosotros; sin embargo, es "nuestra responsabilidad" elegir el mejor momento y la mejor compañía para gozarlo de principio a fin. Así que, la próxima vez que busques un vino que te haga vibrar, no lo dudes: ¡elige un rosado D.O. Navarra y empieza a rosetear!
C.R.D.O. Navarra
Rua Romana s/n. 31390 Olite (Navarra)
Tel. 948 741 812