• Antonio Candelas
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• 2025-06-06 00:00:00

Desde las orillas del Atlántico hasta las laderas que rozan las nubes, el viñedo de la isla de Tenerife es un acto de resistencia, y el vino, una cota con su paisaje concreto, sus cualidades climáticas y sus perfiles geográficos hechos líquido. He aquí un valor único de una isla tan bella que conmueve.

En Tenerife ocurre algo único en el mundo del vino, y es que se puede escalar. Desde las orillas atlánticas donde las brisas salinas besan las hojas hasta las cumbres donde el aire se transforma y los viñedos se aferran al abismo a 1.700 metros de altitud, esta isla volcánica forja vinos que no se entienden sin su topografía extrema. Aquí, la altura no es un accidente geográfico: es una filosofía enológica, una impronta de identidad que recoge cada elaboración. Un elemento más con el que el viticultor y bodeguero tienen que contar.

Una isla vertical
Pocas regiones vitivinícolas del mundo pueden presumir de un rango altitudinal tan dramático como el de Tenerife. Desde el nivel del mar hasta los 1.687 metros en la parcela de Los Frontones –el viñedo más alto de Europa–, cada cota es un mundo, una narrativa distinta de clima, suelo, variedad y carácter.
A baja altitud, como en la bodega Ambora (D.O.P. Tacoronte Acentejo, 0-400 metros), el mar marca el ritmo. Las viñas viejas, conducidas en parral tradicional, respiran la humedad oceánica y producen un tinto de delicadeza atlántica, liviano y sutil, con esa transparencia que da la proximidad al mar y la sabiduría de los años. Una uva poco conocida, la Negramoll Rosada, encuentra en Ambora su voz con fermentaciones espontáneas y crianza adaptada a su expresión para que la pureza de la uva y el entorno sean los que hablen.
Subiendo a entre 400 y 600 metros, Suertes del Marqués, en el Valle de La Orotava, despliega otra verdad. Las cepas centenarias a pie franco, arraigadas en suelos volcánicos cubiertos por flora autóctona, hablan de una altitud media donde se conjugan la frescura de la altura y la madurez del sol. La Solana está elaborado con Listán Negro, fermentado con racimo entero, pura energía contenida, estructura y rusticidad con la elegancia isleña por bandera.

El vino que toca el cielo
Ya por encima de los 600 metros, los viñedos empiezan a rozar el cielo. En la D.O.P. Ycoden-Daute-Isora, Ignios Orígenes Vijariego Negro crece a 650 metros en una parcela única. Fermentado con raspón y criado en fudre, es un vino afilado, de taninos tensos y acidez vibrante. Aquí, la altitud empieza a comprimir el ciclo vegetativo, a estirar las maduraciones y a traducirse en vinos con una tensión inconfundible.
A 1.000 metros, en Abona, Finca Vegas Lomo de las Ánimas se expresa con una meticulosidad casi quirúrgica. Su Listán Blanco fermenta en hormigón, barro y madera, y reposa 12 meses sobre lías para luego afinarse otros 12 en botella. El resultado es un blanco profundo, de textura sedosa, que aúna la verticalidad de la altura con la amplitud de una vinificación precisa y lenta.
Pero es en las cotas más extremas donde la épica se convierte en milagro. En Arafo, La Bota de Mateo, de Los Loros, de la bodega Juan Fco. Fariña Pérez fermenta a 1.400 metros en botas envinadas con manzanilla. Su carácter es tan salvaje como su proceso: sin control de temperatura, sin sulfitos, podríamos decir que sin red de salvación. El vino es lo que la altitud quiso que fuera.
Y al final del ascenso, en Los Frontones (1.687 metros), Piedra Fluida desafía la lógica. En este viñedo heroico, las cepas de vaso de más de 80 años sobreviven en agricultura ecológica. Su Listán Blanco, fermentado en grandes fudres de madera y mantenido sobre lías, es una sinfonía de frescor, mineralidad y altitud extrema. Pocas veces el concepto de vino de altura tiene un significado tan literal y simbólico a la vez en cuanto a la expresión se refiere.
Si el volcán es el telón de fondo inevitable de Tenerife, la altitud es su verdadera dramaturgia. Cambia el clima, cambia el suelo, cambia el alma del vino. Desde el susurro costero hasta el vértigo alpino, los vinos de la isla son mapas verticales de sabor, identidad y resistencia. 

Ambora Negramoll Rosada 2022

Bodega Ambora
D.O.P. Tacoronte-Acentejo
amborabodegas@gmail.com
Negramoll Rosada

Altitud: 0-400 metros
En nariz se despliega un sinfín de especias que resulta difícil de olvidar. Amplio en boca, con una serie de matices que van desde los más silvestres fruto de su trabajo con raspón a los de fruta roja crujiente. Vivo, expresivo, singular y con un posgusto sabroso que lo hace persistente.

La Solana 2022

Suerte del Marqués
D.O.P. Valle de la Orotava
www.suertesdelmarques.com
Listán Negro

Altitud: 400-600 metros
La viña es una especie de anfiteatro natural que mira al mar con orientación norte y, por lo tanto, esta ubicación le confiere una expresión muy concreta centrada en matices más florales que frutales y detalles minerales que en boca se manifiestan con mayor nitidez. Tenso, directo. Excelente.

Ignios Orígenes Vijariego Negro 2022

Borja Pérez Viticultor
D.O.P. Ycoden Daute Isora
info@borjaperezviticultor.com
Vijariego Negro

Altitud: 600-750 metros
Su singularidad viene marcada por esa altitud que comienza a convertirse en la marca del vino. Hay una frescura y una serie de matices que corresponden al registro de aromas silvestres y herbáceos. Fruta jugosa y un paso de boca vivo con un final sutilmente amargo.

Finca Vegas Lomo de las Ánimas 2021

Bodega Finca Vegas
D.O.P. Abona
www.fincavegas.com
Listán Blanco

Altitud: 1.000 metros
En este ejercicio de escalada vitícola nos encontramos con esta viña cuya orientación sur marca el perfil del vino. Hay matices de fruta de hueso, finas hierbas y siempre un punto balsámico que le da complejidad. Boca voluminosa, con algún ahumado muy sutil y un paso de boca salino.

Los Loros "La Bota de Mateo” 2021

Juan Fco. Fariña Pérez
D.O.P. Valle de Güímar
jfcofarina@movistar.es
Listán Blanco de Canarias

Altitud: 1.400 metros
El viñedo está escondido y resulta casi innaccesible. La maravillosa interpretación de la viña con esa crianza en una bota de manzanilla da lugar a un vino superior. Excelente armonía de matices entre los minerales, ahumados y una parte herbácea sublime. Fino, con extracto, elegante y complejo.

Piedra Fluida Los Frontones 2021

Bodega Piedra Fluida
D.O.P. Islas Canarias
www.bodegapiedrafluida.com
Listán Blanco de Canarias

Altitud: 1.700 metros
Cuando nos elevamos a semejante altitud no solo hay que tener en cuenta la acidez, sino también la insolación más acusada. Esto se traduce en un vino de una compljidad magnífica: anisados, finas hierbas, humo y mucha raza. En boca tiene estructura y un posgusto único.