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El vino que llegó del trópico

  • Redacción
  • 1998-04-01 00:00:00

Los caminos del vino transitaron por milenios entre los 35 y 50 grados de latitud. Primero en el hemisferio Norte desde los tiempos bíblicos, luego en el hemisferio Sur a partir de Cristóbal Colón. Todo lo que se encontrara más allá estaba considerado una herejía por los fundamentalistas enológicos.

Así como a toda religión le llega su Copérnico, también a la del vino le han salido nuevos profetas que harán cambiar la liturgia conocida hasta ahora. Los seguidores del terruño podrán execrar a quien sea, los defensores del clima se quedarán sin argumentos, pero la nueva realidad ya está aquí. Debidamente demostrada, embotellada, degustada y premiada.
Una nueva categoría enológica ha nacido: el vino tropical. Sí, tropical y, más concretamente del Caribe. Ese Caribe que todos sueñan con palmeras, mar azul y blanca arena, piñas y bananos, ahora también produce vino...¡y de calidad! El nuevo profeta se llama Bodegas Pomar y sus dominios están en la localidad de Altagracia, en el estado Lara, en Venezuela. Busquen un mapa, ubíquense al norte de la América del Sur y oriéntense en los 10 grados. Allí, tras quinientos años, la vitis vinifera ha logrado por fin desarrollarse y fructificar en mostos comparables a los buenos del mundo.

Primeros intentos fallidos

En Venezuela hay constancia de los primeros viñedos en l523 en la zona de Cumaná, sin mayores logros. Casi cinco siglos después, a finales de la segunda guerra mundial, se produjo una importante migración europea, especialmente de españoles, portugueses e italianos. Junto a la nostalgia y el desarraigo, estos inmigrantes trajeron también sus cepas.
Siguiendo el modelo europeo, y debido al desconocimiento del clima tropical, se hicieron intentos comerciales por cultivar estas uvas en las zonas más altas y frías del país. Rotundo fracaso. Estudios universitarios realizados a partir de l970 buscaron zonas de cultivo con menor régimen de lluvias, baja humedad ambiental y temperaturas más altas. En l975 se fundó el Instituto de la Uva de la Universidad Centro Occidental y, junto a organismos oficiales, lograron desarrollar un paquete tecnológico tropical orientado a la uva de mesa. Actualmente hay más de 1.000 ha. cultivadas con calidad aceptable. La experimentación con vitis vinifera en sus variedades más nobles comenzó en forma seria a partir de l983.

Empresas Polar, de Venezuela -el mayor grupo empresarial del país -junto con la casa Martell de Francia fundaron en l985 Bodegas Pomar con el objeto de producir vinos de calidad a partir de uvas provenientes de sus propios viñedos. Posteriormente Martell se retiró y hoy Pomar es 100% venezolana.
Los viñedos están ubicados en la zona de Altagracia, considerada como la mejor para producir vinos en la faja tropical de este país. Esta zona no coincide en absoluto con la imagen que uno tiene del trópico, con una vegetación exuberante, plena de selvas y cocoteros. Aquí la aridez impera entre cactus y cardones bajo un sol implacable, con dos estaciones secas y temperaturas favorables todo el año. Esto permite dos cosechas anuales y hasta tres, si se quisiera. La bodega está equipada con maquinaria italiana, francesa y californiana de última generación, con una capacidad de almacenamiento en tanques de acero de unos 11.300 hectólitros y centenares de barricas de roble francés, semitostado.
Patrick Rabión, enólogo de Pomar, francés formado en Burdeos y radicado en el país desde hace 14 años, considera un verdadero privilegio poder crear estos nuevos vinos tropicales. “Me permite estar experimentando -dice- en condiciones totalmente diferentes a las tradicionales. Es un continuo proceso de investigación. En otras partes ya uno sabe lo que tiene que hacer, aquí no, aquí hay que estar constantemente investigando. Es un reto profesional donde todo está por desarrollar. Ahora es que faltan cosas y eso es muy bueno”.
Para Rabión las dificultades son muchas. “Primero -dice- fue conseguir un ecosistema apto para el cultivo de la uva de vino y luego desarrollar los varietales que se adaptaran a esas condiciones. La condición de la uva es diferente y hubo que adaptar los procesos de vinificación a este tipo de varietal. Los equilibrios físico-químicos son diferentes. Hay temperaturas altas todo el año lo que hace que tengan menos acidez, un pH más elevado y concentraciones de azúcares menores”.

La Vitis Vinifera en el Caribe

Quinientos años tuvieron que pasar para que la vitis vinifera se adaptara finalmente al clima y suelo tropical de Venezuela, y así producir vinos de calidad comparables a los de las tradicionales regiones vinícolas del mundo.
Los viñedos Altagracia de Bodegas Pomar se encuentran ubicados en el Estado Lara, cerca de Carora, a 10° 21’ Latitud Norte y a unos 479 metros sobre el nivel del mar. Actualmente hay unas 120 hectáreas en explotación. Se trata de suelos profundos y de textura variable, entre francos y francos arenosos, de alta permeabilidad y color claro, de origen calcáreo, bajos en contenidos de materia orgánica y fertilidad natural, con un pH entre 7 y 7.5.
Las temperaturas promedios van de 20 a 35 grados, aproximadamente, con una oscilación de unos 15 grados. El régimen pluviométrico es pobre, con precipitaciones anuales de unos 621 mm., por lo que se requiere de un sistema de riego por goteo, debidamente controlado (1 gotero de 2 litros/hora/planta).
El proyecto Pomar incluyó en su etapa inicial el estudio de veintidós variedades procedentes de las mejores zonas del mundo y seis portainjertos, entre ellos uno nativo. Luego de seis años de experimentación, se logró éxito comercial con unas diez de ellas. Tintas: Cabernet sauvignon, Syrah, Mouverdre, Grenache y Tempranillo. Blancas: Sauvignon blanc, Sèmillon, Chenin blanc, Macabeu y Malvoisie. Estas variedades fueron injertadas en un portainjerto nativo conocido como Criolla Negra, híbrido natural de Vitis vinifera L y Vitis caribaea D.C. Por su bajo rendimiento o bien por razones fitosanitarias, se desecharon las variedades Sylvaner, Riesling, Gewürztraminer, Chardonnay, Pinot Blanc, Carignan, Pinot Noire, Cabernet Franc y Cinsaut.
Las características del viñedo se pueden resumir así: sistema de apoyo de espaldera a cuatro alambres; sistema de conducción cordón bilateral; distancia de plantación 3 x 1,20 m.; densidad de plantación de 2.777 plantas/ha. La productividad de las cepas varía considerablemente. Entre las de baja productividad, menos de 4,00 Tm/ha., están Cabernet Sauvignon y Sèmillon. Entre las de mediana productividad, entre 4,00 y 7,00 Tm/ha., están Tempranillo, Syrah, Malvoisie y Sauvignon blanc. Las de rendimiento mayor a 7,00 Tm/ha., son Grenache, Mouverdre, Macabeu y Chenin blanc.
La estabilización de la productividad se alcanza a partir del cuarto año de explotación, y se nota siempre un mayor rendimiento en las variedades blancas que en las tintas.

Dos vendimias mejor que una

Las condiciones climáticas que imperan en el trópico, permiten realizar en la práctica el sueño de todo productor: dos vendimias por año. En Venezuela éstas ocurren en los meses de Marzo y Septiembre.Curiosamente las vendimias del mes de Marzo registran un rendimiento mayor que las cosechas del mes de Septiembre. Guillermo Vargas, el ingeniero agrónomo conductor del proyecto Pomar, opina que esto se debe a la longitud de los días en que ocurre la inducción floral. Los racimos cosechados en Marzo forman sus primordios florales durante los días más largos del año (Junio), mientras que los de Septiembre lo hacen durante los días más cortos (Diciembre). En la zona de Altagracia existe aproximadamente una hora y diez minutos de diferencia entre los días más largos y los más cortos.
“La mayoría de los autores -dice Vargas- reconocen que las altas temperaturas durante el proceso de inducción (25° a 35° C) favorecen la formación de primordios. No obstante nuestras condiciones de variaciones de temperatura entre días cortos y largos son muy pequeñas, pudiendose asumir que el factor longitud del día es el que pudiera afectar en mayor grado la diferencia en la productividad. El factor luminosidad pudiera ser el más limitante”.
Bodegas Pomar ha demostrado que sí se pueden producir uvas de variedades nobles en condiciones tropicales, para elaborar vinos de calidad. Los resultados exitosos logrados en estos años bien pudieran servir de estímulo para extrapolar la experiencia en otras zonas tropicales con condiciones y suelos similares.
Los vinos de Bodegas Pomar producidos en estas condiciones presentan características propias, coincidentes en algunos casos con las que se obtienen en sus zonas de origen, pero con personalidad diferente, muy interesante, donde obviamente influyen el clima y el suelo tropical, así como los métodos tradicionales de elaboración. Estamos frente a unos verdaderos vinos de terruño, en una categoría enológica nueva, aun por descubrir y desarrollar. Una D.O.C. absolutamente nueva y diferente. Tropical. De pura cepa.

Y llegaron los premios

Los vinos de Pomar ocupan diversas categorías. Los Altagracia, tinto, blanco y rosado, dentro de la categoría de vino de mesa, reflejan dos veces al año cada cosecha. Los vinos Pomar Reserva, tinto y blanco, tienen una guarda de 3 a 4 años, con una selección de los mejores de cada cosecha. Hay también una línea de vinos espumosos elaborados bajo el tradicional método champenoise, comercializados como Pomar Brut, Demi Sec y Rosé.
Organolépticamente, los vinos jóvenes presentan características frutales muy marcadas, los blancos registran una acidez algo débil y los vinos de reserva son ricos en notas de especies, muy tropicales. En general son vinos bien equilibrados, con personalidad propia, de buena calidad. Para Óscar Quintero, Presidente de Bodegas Pomar, el control de calidad y la excelencia final del producto son objetivos fundamentales de la bodega. “Es la filosofía que caracteriza todo lo que hace Polar, y esto también se aplica en el caso del vino, algo nuevo para nosotros, en este país y en el resto de mundo. Desde un comienzo nos propusimos desarrollar un vino de calidad comparable a los tradicionales del mundo y hoy podemos afirmar con orgullo que lo hemos logrado. El reconocimiento internacional de más de una decena de premios en Francia, Bélgica, Italia y Chile, son la mejor prueba de que vamos en el camino correcto”.
Actualmente Bodegas Pomar comercializa toda su producción en Venezuela, pero dentro de poco comenzará una etapa de exportación, especialmente a los países del área. Y si el mercado lo permite, también hacia otras áreas tradicionales con la ventaja de ser un vino nuevo, diferente, bien hecho.
En l998 se cumplen 500 años desde que Cristóbal Colón pisó por primera vez suelo continental americano, justamente aquí, en Venezuela. Vino en busca de especias y nos trajo la uva. Tardó un poco en fructificar, pero su esfuerzo no fue en vano. Ya tenemos vino hecho en el Caribe. Vino tropical.
¡Brindemos por ello y con él!

VINOS DE BODEGAS POMAR

Jóvenes

Viña Altagracia Tinto
(Marzo y Septiembre)
Viña Altagracia Blanco
(Marzo y Septiembre)
Viña Altagracia Rosado
(Marzo y Septiembre)

Reserva:

Pomar Reserva Tinto
(3 años de añejamiento)
Pomar Reserva Blanco
(2 años de añejamiento)

Espumosos:

Pomar Brut (año)
Pomar Demi Sec (año)
Pomar Rosé (año)



BODEGAS POMAR
Carretera Lara - Zulia Km. 1
Carora, Estado Lara
Venezuela
Telf. ( 58-52) 212191
211889
212225
Fax (58-52) 217014

Apartado Postal 33
Zona Postal 3040

e-mail J00326651@cantv.net
www.empresa-polar.com

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