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Sobrasada con reservas

  • Redacción
  • 2004-06-01 00:00:00

El origen de la sobrasada se pierde en la Historia, y tuvo su máximo desarrollo y esplendor en los territorios de Oriente Medio. En aquellos tiempos surge la necesidad de crear un método para conservar los alimentos durante largos períodos, y, probado el éxito de los métodos de salado, nace la técnica de embutir carne picada de animales en sus propias tripas. Como dato revelador, se sabe que durante la expansión del Renacimiento en la cuenca del Mediterráneo, en concreto en Sicilia, se practicaba una técnica conocida como “sopressa” (que significa “picado”) aplicado a la carne para embutir. De aquí, con toda probabilidad, pasó a Valencia gracias al importante comercio marítimo de la época, punto de expansión del producto. La sobrasada se elabora básicamente a partir de carne y tocino de cerdo bien picados y mezclados, condimentada con pimentón, sal y otras especias propias de cada elaborador, embutido todo en la tripa natural del cerdo y que se deja curar durante varias semanas o incluso meses. La más afamada, por su calidad exclusiva y sus singulares características es la de Mallorca, que tiene Denominación Específica desde 1993. El modo tradicional de consumirla consiste en extenderla sobre una rebanada de pan, pero sus posibilidades gastronómicas no concluyen aquí: la encontraremos en platos de carne, de verduras, de pescado, con pastas e incluso en algunos postres. Sugerimos acompañar este energético embutido, de cualidades sápidas potentes, con una selección de reservas de la Ribera del Duero, tintos carnosos, grasos y bien equilibrados. NUESTRA SELECCIÓN: Condado de Haza Res. 2000 Condado de Haza. Fruta fina, delicada madera. Sabroso, con cuerpo, jugosos y dulcemente tánico. Final largo. Viña Pedrosa Res ‘99 Hermanos Pérez Pascuas. Notas finas de reducción, fruta roja, tabaco. Agradable paso, rico en sensaciones con un final pletórico. Secreto Res. ‘99 Bodegas y Viñedos Viña Mayor. Color impecable. Salpicado de buenas maneras tanto por la fruta como por sus dignas maderas. Sabroso y espléndido. Cuesta de las Liebres Res. ‘99 Pago de Carraovejas. Gran vino. Finos aromas de fruta, madera bien ensamblada y delicadeza en su paso. Señorío de Nava Res. ‘99 Señorío de Nava. Sorprende la riqueza de su perfume a fruta bien fundida con la madera. Corpulento, envolvente y con futuro Briego Fiel Reserva ‘98 Briego. Estilo conservador muy sutil, con soberbio buqué, tabaco, almizcle. Suave, equilibrado, armónico e intenso.

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