Política sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).

Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.

Configuración e información Ver Política de Cookies

Mi Vino

Vinos

CERRAR
  • FORMULARIO DE CONTACTO
  • OPUSWINE, S.L. es el responsable del tratamiento de sus datos con la finalidad de enviarles información comercial. No se cederán datos a terceros salvo obligación legal. Puede ejercer su derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos, así como ampliar información sobre otros derechos y protección de datos aquí.

El liderazgo de Miguel Torres

  • Redacción
  • 2000-12-01 00:00:00

Hablar de brandy en España, supone inmediatamente asociarlo a Jerez. Pero lejos de tierras gaditanas existe otro brandy español que lleva un genuino toque afrancesado aunque de cuño catalán. Nada tienen que ver ambos destilados, salvo el nombre, ni el tipo de uvas de las que proceden, ni las formas de elaboración.
Desde hace siglos, en el Penedès se elaboran algunos de los más nobles brandies del país. En el siglo XIX la destilación de vinos era una actividad ampliamente extendida en Cataluña, y contaba con revolucionarias patentes de alambiques. Localidades como Reus, Vilafranca, Valls y Sitges eran sede de los pioneros exportadores de aguardientes. La verdadera proyección internacional de los brandies catalanes se alcanzó en el siglo XX, gracias a la tenacidad y el buen hacer de emblemáticos elaboradores como Miguel Torres y Antonio Mascaró.
Hoy en día, el liderazgo indiscutible de los brandies catalanes lo ostenta la casa Torres, que desde 1928 destila, envejece y embotella sus personales aguardientes. Mediante un largo proceso de selección, Torres elige los viñedos y las variedades más apropiadas para producir los vinos que deben destilarse y que ofrecen las cualidades idóneas para la elaboración de sus delicados y elegantes aguardientes.
Los brandies catalanes se obtienen a partir de vinos blancos de elevada acidez total y de bajo contenido alcohólico. Las variedades más empleadas son Parellada, Macabeo y Xarel.lo. También está presente la variedad Ugni Blanc, la uva más extendida en la zona de Cognac, que se ha adaptado perfectamente al Penedès, y que es la base de algunos de los mejores brandies de esta zona.
Otro factor que marca la personalidad del brandy del Penedès es su destilación. Aunque algunos aguardientes se obtienen por destilación en columna, la mayoría de los brandies catalanes se obtienen mediante el sistema discontinuo de doble destilación en alambiques de tipo “Charentais”. Este tradicional método de la Charente, que impera en las afamadas regiones francesas de Cognac y Armagnac, permite recoger mejor los delicados matices de los vinos jóvenes de la región. Tras el lento y cuidado proceso de doble destilación, las holandas se depositan en barricas de roble para su envejecimiento. Los brandies catalanes se envejecen tanto por el sistema de criaderas y soleras, propio de Jerez, como por el estático, en el que las holandas permanecen durante períodos más o menos prolongados en barrica (nueva durante el primer año, para pasar después a barricas usadas). Tanto o más importante que la crianza es la selección y el coupage de los diferentes aguardientes y calidades para crear un producto único.

enoturismo


gente del vino