- Redacción
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- 2002-02-01 00:00:00
Las salazones son un manjar de lujo. Bocados exquisitos que nacieron por necesidad, como alimento básico de las travesías marinas de fenicios, griegos y romanos, y que han llegado a convertirse en producto selecto. El universo de las salazones es muy amplio, aunque hay dos productos que eclipsan al resto por su delicada y soberbia textura: las huevas y la mojama. De esta última ya hablaremos en otra ocasión. Vamos a centrarnos hoy en las deliciosas huevas.
Las más valoradas son las de atún y las singulares huevas de Mujol, aunque podemos encontrarlas fácilmente de otros pescados como merluza, maruca, corvina o espetón. Todo depende del placer sápido que estemos dispuestos a sentir y lo que nos queramos gastar en él.
Exigen un tratamiento riguroso para conservar su calidad y que no se deshidraten, para lo que conviene guardar las piezas en sitios frescos y con ambiente húmedo. A la hora de degustarlas hay que servirlas cortadas en finas lascas, casi transparentes, para que su fuerte sabor no aturda el paladar. En ocasiones se sirven con un chorrito de aceite de oliva, y almendras fritas o tostadas, y se las acompaña con vinos de potentes y punzantes aromas. Los finos son, sin duda, la mejor opción. Su gran intensidad aromática, con rasgos salinos y de amargoso paladar, casan con el contundente sabor de las huevas. Reinan con todo su esplendor los finos del Condado de Huelva, sutilmente distintos a los jerezanos, aunque todos dan la talla con esta salazón de gusto profundo.
Fino Mioro
Potentes aromas de arpillera, almendra cruda y cereales frescos. Sedoso, ligero con claros matices salinos.
FINO LA CONCHA
Oro pálido. Ricos aromas de camomila y flor de almendro. Ligero, algo tenue aunque gloriosamente se recupera.
FINO ESPINAPURA
Bonito color. Buenos recuerdos de crianza biológica, infusiones y salinos. Seco, sápido y envolvente.
FINO EL MAESTRO SIERRA
Potente y complejo. Agradable y muy elegante, con claros atisbos de flor, arpillera y frutos secos. Delicado, con final largo y expresivo que parece no acabar nunca.
FINO TIO PEPE
Un clásico, con nuevo traje, que sorprende por la delicadeza de sus aromas. Punzante, con fuerza y recuerdos de brisa marina que prometen un final acusado y longevo.
FINO ROBLES
Amarillo pálido. Tímidos aromas de crianza bajo velo flor, aldehídos nobles y hojas marchitas. Ligero y fácil de beber.
