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Piquillos con vinos de Arribes

  • Redacción
  • 2002-10-01 00:00:00

Una de primeras aportaciones alimenticias del Nuevo Mundo al Viejo fueron los pimientos. Es una planta originaria de América del Sur y ya Colón, en su primer viaje, la introdujo en España. Fue la hortaliza que más rápidamente se cultivó en muchas huertas españolas e irrumpió con fuerza en su cocina. En la actual coquinaria han tenido un especial éxito los pimientos de la ribera del Ebro, en especial los de Lodosa.
La variedad de pimiento del piquillo de Lodosa es autóctona. Hasta los años 60 se destinaba sólo al consumo familiar, pero su fama y su magnífica calidad multiplicó su producción hasta convertirlo en un manjar cosmopolita, avalado además por la Denominación de Origen que certifica su esmerada elaboración. Tienen una textura turgente, sin llegar a ser dura. Su sabor es intenso, un poco dulzón, nada ácido y con recuerdos al asado.
Carnosos y delicados, los pimientos del piquillo se prestan a todo tipo de elaboraciones: solos, al natural, salteados con aceite de oliva y ajos; rellenos de carne, pescados o mariscos; como guarnición... Realzan los platos con huevos, ligan con el arroz, las patatas, las pastas y son sutiles con el hojaldre. El arco potencial de sus posibilidades en la cocina es infinito. Para acompañar a este delicado sabor proponemos unos vinos dotados con la personalidad de una uva muy singular, la Juan García, que da entidad a los vinos de los Arribes del Duero. Tintos y rosados plenos de aromas y sabores, que en el caso de los tintos se afinan aun más por su paso por la madera, aportándolos más complejidad.
NUESTRA SELECCIÓN
Arribes 2001
Arribes del Duero, S. Coop.
Bonito color rosa fresa, muy aromático, en el que destacan los aromas de fresas y hierbas frescas. Goloso, envolvente con final frutoso.

Hacienda Zorita 2000Bodegas Durius-Alto Duero.
Resaltan nítidamente los tostados de la madera, con una agradable fruta, si bien poco pronunciada. Cierta robustez en boca donde se acentúa ligeramente el tanino.

Arribes de Vettonia Cr. ‘99 Arribes del Duero, S. Coop.
Un vino envuelto por aromas de fruta pasa y los propios de reducción. Ligero, paso algo violento, con tanino secante, y fácil de beber.

Abadengo 1999
Ribera de Pelazas, S.A.
Un vino clásico, donde se acentúa la horma de la madera. Ligero y agradable de beber.
Aldana 2001
Bodega Coop. Ntra. Sra. del Castillo. Cerrado, tonos de fruta silvestre, cereza, con paso muy pulido y agradable.

Viña Borbón 2001
Bodega Coop. Virgen de la Bandera. Buena nariz, aunque sobresalen ciertos tonos de madera perfumada. Boca expresiva, jugosa y con tanino muy presente.

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