- Laura López Altares, Antonio Candelas
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- 2021-09-07 00:00:00
Es uno de los manjares más sostenibles, suculentos y saludables del planeta: forma parte de la tradición gastronómica de España desde hace miles de años, y su consumo ayuda a promover el desarrollo rural... ¡e incluso a conservar ecosistemas!
El otoño, que empieza a reclamar su trono de hojas rojas y melancolías
encendidas, trae consigo ingredientes fascinantes y nos devuelve las
ganas de saborear un rico asado acompañado de un vino que nos salve de
la recién instaurada rutina (y un poco de nuestras cabezas, también).
Por
eso, nuestra primera armonía del nuevo curso va dedicada al cabrito
lechal nacional: un suculento, saludable, jugoso y sabrosísimo manjar
profundamente enraizado en la tradición gastronómica de nuestro país
–desde Castilla y León hasta las Islas Canarias, donde se conoce como
baifo–.
Con miles de años de historia, la transhumancia –declarada
Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial en
España desde 2017– es uno de los oficios más antiguos del mundo, y no
solo promueve el desarrollo rural; también ayuda a preservar los
paisajes naturales –los rebaños ovinos y caprinos contribuyen a prevenir
los incendios alimentándose de rastrojos, que son un riesgo en épocas
de sequía y altas temperaturas– y a promover la biodiversidad.
Además
de sostenible, la carne de lechal, cordero y cabrito es muy natural
porque los animales se crían en libertad, en constante movimiento, y su
bienestar está asegurado; eso se refleja en sus excepcionales cualidades
organolépticas.
En el caso del cabrito, la cría de la cabra –esa
simpática escaladora que tanta fama tiene por tirar siempre al monte–,
se puede distinguir entre el cabrito lechal, que se alimenta
exclusivamente de leche materna, y el cabrito pascual, que también come
aromáticos pastos.
Para mantener la jugosidad de su carne (muy
tierna, pero con poquísima grasa), lo ideal es cocinarla a fuego lento
en horno de leña: cabrito asado con hierbas aromáticas, chuletitas al
limón...
Chocolate nº2 CVC
Bodegas Orben
D.O.Ca. Rioja
www.grupoartevino.com
Viura, Malvasía, Tempranillo
Blanco, Maturana Blanca
A más de uno la opción blanca le parecerá atrevida e incluso poco apropiada, pero no nos hemos podido resistir a armonizar nuestro cabrito con este blanco elaborado con el cuarteto blanco de uvas riojanas en el que se han mezclado varias añadas (2017, 2018 y 2019), se ha conseguido complejidad, volumen y un trazo en boca lo sufientemente consistente para equilibrar la armonía.
Bodegas Paco García
D.O.Ca. Rioja
www.bodegaspacogarcia.com
90% Tempranillo, 10% Garnacha
Comprobada la solvencia del anterior blanco, pasamos a poner a prueba a los tintos de diferentes perfiles. Este crianza en el que la fruta roja se ofrece fresca y jugosa juega un papel interesante para no caer en excesos de barrica que hagan que nuestro paladar acabe fatigado ante tanta contundencia de sabores. La estructura moderada del vino y su buena acidez ayudan a conquistar el éxito.
Algil Crianza 2018
Bodegas y Viñedos Algil
D.O.P. Toro
www.algilbodegas.com
Tinta de Toro
Podéis pensar que nos hemos dejado llevar por un vino robusto y potente al ver el origen del vino, pero os sorprenderá cómo la elegancia con la que la uva toresana se expresa, su complejidad y sobre todo la buena construcción en boca se baten en un sabroso duelo donde la carne es protagonista y el respeto del vino es la clave de este acierto extraordinario.
Por Ti 2017
Bodegas Luzón
D.O.P. jumilla
www.bodegasluzon.com
Monastrell, Cabernet Sauvignon
Avanzamos en intensidad, pero jamás entramos en terrenos de estructuras demasiado robustas e impenetrables. La unión de estas dos uvas nos encanta por la complejidad que desarrollan en un escenario aromático conectado con el Mediterráneo (retama, tomillo, aceituna negra, higos, especias). Qué mejor armonía aromática para este bocado que se cocina con el sabor de nuestro monte.