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El 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel, se celebra la ceremonia de entrega de los premios de Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y CienciasEconómicas que llevan su nombre junto a la Familia Real de Suecia en el Salón de Conciertos de Estocolmo (Suecia).
El premio de la Paz es el único que se entrega en Oslo en presencia de los Reyes de Noruega, y este año los invitados
pudieron disfrutar de una exquisita cena acompañada por un gran vino español, el navarro Chivite Colección 125 Vendimia
Tardía 2007. Un vino complejo para acompañar un postre dificil, un combinado de aromas que necesitaba algo potente para aguantarle el pulso. En el plato, unos noodles cremosos de coco, con anís estrellado, lichi y la picante picardía de esa salsa de rábano verde japonés que es el wasabi. En la copa, esa larga delicia hecha de Moscatel de Grano Menudo que se deja madurar en la cepa hasta mucho después de las fechas oficiales de vendimia. Así, además de una madurez casi pasificada, recibe el ataque de la botrytis cinerea (la llamada podredumbre noble) que tanta fama dio a los vinos dulces franceses de Sauternes. En las fincas de Chivite en Navarra, donde el sol y la naturaleza son verdaderos aliados del vino, la botrytis y la posterior fermentación en barrica concentran y potencian una uva ya de por sí explosiva. La combinación fue perfecta.
