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Quesos, asignatura pendiente

  • Redacción
  • 2011-01-01 09:00:00


Es la primera lección de armonías en un curso de cata. La razón de la perfecta pareja que hacen los vinos y los quesos es una reacción química básica, pero, como el amor, parece mucho más, parece magia, placer concentrado, acierto pleno. Y eso que en este país el conocimiento del queso, de sus vareiedades y procedencias, de sus momentos y aprecio sestán aún en mantillas, se limitan a la diferenciación entre fresco y curado y entre algo que llaman fuerte y suave. Poco más, tanto en el consumo doméstico como en el restaurante. Por eso aplaudimos cada vez que algún osado se atreve a instaurar un carro de quesos en el comedor o una tienda en la que haya más de media docena de variedades.
En el flamante escaparate de Los Quesos de L’Amelie hay muchos mas. Nacionales y extranjeros -sobre todo franceses e italianos, como para poder personalizar una tabla con la que darse un homenaje antes del postre. O incluso lo bastante sorprendentes y de alcurnia como para presentarlos en solitario en una celebración para verdaderos aficionados.
La nueva tienda se ha abierto junto al centro comercial Arturo Soria Plaza, en la calle Torrecilla del Puerto, y una de sus especialidades más apreciadas es precisamente el acierto de las armonías, las degustaciones in situ o la recomendación de la copa de vino idónea para cada queso y cada ocasión, aunque la carta de vinos no es demasiado extensa.
Más información en: www.losquesosdelamelie.com.

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