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Cariñena crece a buen ritmo. Y para demostrarlo el empresario José Manuel Segura (en la imagen) ha levantado en la finca “La Pardina” una preciosa bodega, de nombre Victoria, con más de 3.000 metros cuadrados. A diferencia de otros empresarios que trasladan al mundo del vino los criterios propios de actividades ajenas, se ha preocupado de que todo el proceso estuviese estudiado hasta el más mínimo detalle. Concienzudo estudio del suelo para plantar Tempranillo, Syrah, Cabernet, Merlot y Petit Verdot. El lagar, dotado de la última tecnología, y la nave de crianza, con las barricas de más alta calidad. Para dirigir este proyecto contrató a Miguel Ángel de Gregorio, experimentado enólogo, empeñado en elaborar un cariñena muy diferente. La primera cosecha está ya en fase de crianza, y todo apunta a que será uno de esos vinos que no pueden pasar inadvertidos.
