• Redacción
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• 2005-01-01 00:00:00

Dulce encuentro en el corazón de Europa Vinoble 2006, el Salón Internacional de los Vinos Generosos, Licorosos y Dulces Especiales, que tendrá lugar los días 28, 29, 30 y 31 de mayo de 2006 en Jerez de la Frontera (España), se presentó en Zürich ante un significativo número de prestigiosos periodistas y comerciantes de Suiza, Alemania y Austria. El acto consistió en una cata comentada de alguno de los vinos dulces y generosos más destacados de distintos países presentes en Vinoble, presentados por los propios elaboradores. Vinicultores de vinos dulces superiores como Dirk van der Niepoort, Egon Müller, Léonard Humbrecht y Kurt Feiler dialogaron sobre su filosofía, que se sitúa entre el mercado, el clima y el terruño. A su vez Cesar Saldaña, director general del CRDO Jerez, Sherry, Manzanilla de Sanlúcar, presentó los vinos generosos de vejez certificada, explicando las razones que les convierten en únicos. Posteriormente se celebró una comida española amenizada por un cuadro de cante y toque flamenco. Jóvenes y viejos De entre los vinos dulces presentados, el más viejo era un White Port de 1917 de la casa Niepoort, y el más joven, un Pinot Gris Selection de Grains Nobles “Clos Jebsal” de la casa alsaciana Zind-Humbrecht. En este evento quedó claramente demostrado que, hoy por hoy, ningún otro tipo de vinos expresa tanto carácter propio como los vinos de postre. Pero al mismo tiempo también se puso de manifiesto que, gracias a los nuevos conocimientos y técnicas en el viñedo y la bodega, los vinos dulces se están nivelando. Al igual que los vinos de mesa tintos y blancos, los vinos dulces presentan actualmente más fruta primaria y más aromas especiados de madera de roble. Además, se ha podido comprobar una tendencia hacia una mayor concentración, y también hacia un abocado más blando y suave. “Vinoble es la única plataforma internacional para todos los vinos dulces y generosos. Nuestra intención es que estén presentes todos los estilos y tendencias, para que los visitantes profesionales en Jerez puedan conocer y disfrutar con lo más representativo de los vinos nobles que se están produciendo actualmente en el mundo”, dijo Carlos Delgado, Comisario de este Salón, a la vez que Director de la edición española de Vinum. También aseguró que Vinoble se ha convertido en un punto de encuentro único y singular para vinicultores, enólogos, periodistas y comerciantes, en el que todos tienen la posibilidad de dialogar y catar juntos los vinos. “Junto a la singularidad de los vinos generosos, en Vinoble desempeñan un papel especial esos vinos de terruño, inconfundibles y personalísimos, por los que los vinicultores están dispuestos a correr grandes riesgos con el fin de lograr un máximo de concentración y expresividad. Son vinos que se desarrollan en la delgada línea que separa la gloria de la catástrofe. Pensemos en los vinos pasificados, soleados, botritizados, de hielo, o con crianzas oxidativas y en botellas centenarias. Vinoble demuestra que los grandes vinos dulces, tanto si proceden de Jerez, Porto, Alsacia, Trento, Mendoza, del Mosela o del Tokaj, siempre son un ejercicio de equilibrismo y armonía, de genialidad y locura. Pero es precisamente eso lo que confiere a estos vinos su magia tan especial”, prosiguió Carlos Delgado. Cita en Jerez de la Frontera La quinta edición de Vinoble se celebrará del 28 al 31 de mayo de 2006 en la ciudad andaluza de Jerez de la Frontera. Durante cuatro días, más de quinientos vinicultores y bodegueros presentarán más de 1.200 diferentes vinos dulces y generosos. El espectro abarca desde los Riesling Trockenbeerenauslese alemanes, pasando por los de Sauternes, Jerez y Oporto, hasta las muy viejas especialidades de Moscatel portugués de Setúbal y griego de Samos, o vino de Málaga. Si en la cuarta edición de Vinoble se presentaron por vez primera vinos de postre de Uruguay, Argentina y Japón, en mayo de 2006 estarán presentes por primera vez, con una selección, Rumanía, Líbano, Georgia y Turquía. Tan especial como el propio Salón es también su ubicación. Mientras que otras ferias de vinos suelen tener lugar en fríos centros feriales, Vinoble se celebra en el recinto amurallado del Alcázar jerezano, tanto en los salones del Palacio de Villavicencio, magníficamente restaurado, como en sus jardines árabes. Tanto los vinicultores como el público especializado saben apreciar el ambiente relajado que se respira en esta antigua residencia del califa, con sus jardines mediterráneos, el palacio, los baños árabes y la mezquita. No es de extrañar que cada vez aumente el número de visitantes y participantes fijos con que cuenta Vinoble.