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El vinagre ha pasado de ser un mero producto para aderezar encurtidos y ensaladas a ser un artículo culinario de primer orden. Por ello, un grupo de entusiastas del vino y del vinagre ha fundado la asociación Vinavin, que ha organizado el primer concurso internacional de vinagres. Y Córdoba fue la ciudad elegida. Todo un mundo oculto de bacterias y otras formas microscópicas, crianzas diversas y materias primas de diferentas procedencias, de uva, de cereal, de fruta, han sido analizadas por los incondicionales catadores. A la cita acudieron vinagres originarios de diversos países, así como elaborados con distintos procedimientos, desde las tres denominaciones de origen andaluzas (Montilla-Moriles, Jerez y Condado de Huelva) o del resto de España, a las complejas, delicadas y costosas labores de Módena. También se cataron obras de Japón, Francia y otros países menos conocidos en esta actividad. En fin, todo un éxito. Además de ayudar a dar a conocer a los vinagres galardonados mediante diversas actividades, todos los participantes serán incluidos en la Guía de Vinagres Vinavin Internacionales 2015.
