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Burdeos 1998: Vinos para esconder en la bodega

  • Redacción
  • 2001-04-01 00:00:00

La última añada de Burdeos que ha salido a la calle se embotelló en verano del 2000, después de año y medio de crianza en barrica. Pero los principales Châteaux de la región han vendido sus vinos hace mucho. No olvidemos que los grandes burdeos se venden en primeur por suscripción. A mediados del 99 tuvimos un primer acercamiento a la cosecha de 1998. Las impresiones de entonces correspondían a muestras de barrica, en las que la crianza aún no se había completado. Estos vinos se entregan en los primeros meses de este año como viene siendo tradicional, aunque en teoría podrían salir al mercado poco después de ser embotellados, y de hecho ocurre así en algunos casos aislados.
No obstante, los grandes burdeos resultan prácticamente imbebibles especialmente en el invierno posterior a su embotellado y durante los 12 ó 16 meses siguientes. A pesar de ello, en este momento volvemos a realizar una cata y comparamos el resultado con nuestras impresiones en primeur, que naturalmente sólo pueden ser provisionales. Los resultados de esta segunda cata se publican en dos partes: en este número figuran las denominaciones de Pomerol, Saint-Émilion, Fronsac y Pessac-Léognan, y en uno próximo, los vinos del Médoc.
Una observación sobre los precios: el 98 salió al mercado algo por debajo del 97, pero sigue siendo una de las añadas de Burdeos más caras de la historia. Por ello, debe comprarse de forma muy selectiva, limitándose verdaderamente a los mejores. Porque no hay que olvidar que 1998 fue uno de los años más heterogéneos de las últimas dos décadas, con vinos de la máxima calidad pero también grandes decepciones. En próximos números trataremos en más profundidad las diferencias de calidad.
Barbara Schroeder y Rolf Bichsel cataron más de 200 vinos para esta guía. Todos los vinos se decantaron, algo imprescindible para los grandes burdeos en sus primeros años de vida (¡y también después!).

Pessac-Léognan
Tanto los tintos como los blancos están muy logrados; el nivel de esta denominación es, en promedio, similar al de los vinos de Saint-Émilion. Desgraciadamente, en la cata faltaron dos vinos muy conocidos: Fieuzal y Pape Clément.
Château Bouscaut
14,5 A los que aprecian un vino elegante y equilibrado –es decir, un burdeos típico– les gustará el Bouscaut: color rubí; frutosidad jugosa y fresca, alegre, dimensión media, taninos ásperos. 2003 a 2008.
Château Carbonnieux
15 Bastante temperamento a pesar de su carácter algo áspero; no es un gran vino, pero resulta agradable de beber. Por lo demás, también es recomendable el Château le Sartre del mismo productor. 2004 a 2010. lll
Château Malartic-Lagravière
15 Quizás excesivamente redondo y suave; diseñado para gustar, demasiado marcado por la madera. Es una pena: no ha aprovechado sus buenas cualidades y ha perdido carácter con la crianza. 2004 a 2008. lll
Château Latour-Martillac
15,5 Posee más frutosidad de lo esperado, ha mejorado con la crianza. Rico en extracto, pero fresco y prolongado; agradable. 2005 a 2012. lll
Château La Garde
15,5 Quien aprecie los burdeos jugosos modernos, que a pesar de ello tengan temperamento y no cuesten un ojo de la cara, tendrá aquí lo que busca: complejo y fino, taninos densos y con casta, perfectamente ligados. Este vino, que conocen muy bien los miembros del Club Les Domaines, nos vuelve a sorprender. 2004 a 2008. lll
Château Smith-Haut-Lafitte
16 No es un gigante, pero resulta muy agradable y cumple con las expectativas que despertó en primeur: jugoso, pleno, abundante y largo, fresco a pesar del extracto y de la madera algo rugosa. 2004 a 2010. lll
Château Haut-Bailly
17 Aunque no presenta la superioridad que caracteriza a las grandes añadas de esta finca, el vino del 98 es magnífico y absolutamente recomendable, y madurará extraordinariamente bien. Por eso se merece plenamente la nota que recibió en primeur. Ya al principio hay abundantes taninos ásperos, resulta pleno en boca y con casta. 2006 a 2015. lll
Domaine de Chevalier
17 Lo que apreciamos especialmente en este vino es que se mantiene al margen de las modas y sigue siendo fiel a sí mismo desde hace años, aunque esto haga que no siempre reciba los mejores comentarios. Sin embargo, a nosotros nos gustan su armonía, sus taninos maduros pero con casta y su final gustoso y prolongado. 2006 a 2012. lll
Château La Mission Haut-Brion
17,5 Un vino magnífico: aunque aún es muy juvenil y en esta fase está muy marcado por el reciente embotellado, con lo que resulta muy cerrado, es muy compacto y denso, con frutosidad magníficamente jugosa, taninos perfectamente maduros y sin embargo con casta, que soportan la gran plenitud del vino, y está lleno de temperamento. 2006 a 2020.
Château Haut-Brion
18 Un valor seguro de la añada: taninos de extraordinaria calidad, mezcla lograda de frutosidad, plenitud armónica y austeridad clásica. Un gran vino. 2008 a 2030.
Fronsac y Canon-Fronsac
Los mejores vinos de esta pequeña denominación situada en el triángulo entre los ríos Dordoña e Isle poseen nivel de «classé», y 1998 ha sido un año especialmente bueno: un motivo más para comprar un par de botellas de los mejores vinos… ¡mientras quede alguna!
Château Canon-de-Brem
14,5 Posee carácter, puede madurar: especiado, marcado por los taninos, fiable. 2006 a 2015.
Château La Dauphine
14,5 Elegante y agradable, con un registro comercial y amable. 2004 a 2012.
Château La Vieille Cure
14,5 Demasiada barrica, como siempre, tostado y ahumado, pero también jugoso y pleno, con taninos ásperos. 2006 a 2012.
Château Mazeris
14,5 Prometedor, fiable: compacto en boca, taninos ásperos que llenan la boca. 2004 a 2012.
Cuvée particulière
Château Tour du Moulin
15 Frutosidad delicada, taninos flexibles, firmes, bien ligados, excesivo peso del roble en esta fase: fiable, quizás no esté totalmente a la altura de la cata en primeur. 2004 a 2014. ll
Château la Rousselle
15 Factura moderna, la madera resulta como siempre algo excesiva, lo que le resta personalidad: jugoso, pleno, taninos sólidos y angulosos, por desgracia también algo amargos. 2004 a 2012. lll
Château les trois Croix
15 Esta finca se considera la gran esperanza de Fronsac. Las primeras añadas son de excelente factura, pero aún se orientan demasiado por los estándares de la moda: sería deseable algo más de finura y casta. Sin embargo son notables, con gran frutosidad y plenitud a pesar de las notas de maderas nuevas, con final que recuerda a confitura. 2006 a 2015.
Château Renard Mondésir
15 Magnífica nariz, notas frutales; abundante fruta fresca, pero también mucha madera, taninos ásperos. 2004 a 2010. ll
Château Barrabaque Prestige
15,5 Nicole Noël se merece un especial elogio. Su «Barrabaque», que en primeur aún resultaba muy áspero y anguloso, ha ganado cierta finura con la crianza, lo que le hace acreedor de un punto adicional. Presentación perfecta, agradables notas de madera, una buena dosis de alcohol, moderno y al mismo tiempo con carácter, gustará a todo el mundo. La auténtica sorpresa entre los Fronsac. 2004 a 2015. lll
Château Dalem
15,5 Como siempre, muy logrado y apetitoso, con sus agradables notas de tueste en nariz: jugoso y con casta, aunque le quitamos un punto con respecto a la cata en primeur. 2006 a 2012. lll
Château Fontenil
16 Si alguien necesita una demostración de lo que puede conseguirse en los terrenos de Fronsac, que se haga con una botella del Fontenil de Danny y Michel Rolland. Puede reprocharse a este vino que sea demasiado moderno, demasiado afrutado, demasiado internacional, pero en ningún caso que sea malo. Frutosidad abundante, maduro y pleno, taninos suaves.
2006 a 2015. lll
Château La Croix Canon
16 Ya nos llamó la atención en la cata en primeur, y ahora confirma que es el más agradable y moderno entre los Canon-Fronsac de la casa Moueix. Jugoso, vigoroso, pleno y prolongado. 2006 a 2015.
Château Pey Labrie
16,5 Uno de los mejores Fronsac: posee complejidad, casta, sabor, densidad, duración y potencial. Absolutamente recomendable. 2006 a 2015.
Château Villars
16,5 Es más fresco y áspero que la mayoría de sus competidores, y precisamente por eso nos ha gustado mucho: taninos sólidos y ásperos, quizás ligeramente estrictos en esta fase, pleno y largo. 2006 a 2015. ll
Château Moulin Haut Laroque
18 Color de tinta negra; magnífica nariz, notas minerales, madera y especias; denso, pleno y largo en boca, uno de los taninos mejores, más densos y maduros del año, final robusto, largo y fogoso. Es imprescindible conseguir un par de botellas para la bodega mientras aún queden. ¡Una bomba en cuanto a relación calidad-precio! 2008 a 2020. lll
Pomerol
Es la denominación que mejores resultados ha obtenido este año. Sin embargo, al igual que en Saint-Émilion, hay todo un abismo entre los vinos tecnológicos «simplemente buenos» y los «clásicos» elegantes y refinados. Entre los primeros, vinos como Clinet o La Fleur de Gay; entre los segundos, La Conseillante, Vieux Château Certan y la magnífica paleta de los vinos de Moueix. Esta famosa casa comercial se apunta los mejores éxitos de la añada con vinos como La Grave, Latour à Pomerol, La Fleur Pétrus, Pétrus y Trotanoy. Aunque sólo se comprarán por botellas dado su precio, más propio de borgoñas, no debe renunciarse por completo a ellos.
Château Ferrand
14 Un Pomerol decente, algo rústico, marcadamente especiado. Para disfrutar pronto. 2002 a 2004.
Château La Croix Saint-Georges
14 Un peso medio, con taninos maduros y redondos. 2002 a 2004. lll
Château Prieurs de la Commanderie
14 Vino de nivel medio, algo pesado, sin grandeza.
2004 a 2008. lll
Château Haut Maillet
14 Bien equilibrado y por consiguiente muy recomendable: compacto, con taninos ásperos, firmes, apenas secos. 2002 a 2006.
Château Bonalgue
14,5 En esta fase resulta algo decepcionante: afrutado y fresco, pero también algo estridente por sus notas de sobremaduración. 2002 a 2004. lll
Château Gombaude Guillot
14,5 Impresiona por su abundante extracto, por lo que gusta mucho en esta fase. Pero ojo: podría volverse seco muy pronto. 2003 a 2008. lll
Château La Croix de Gay
14,5 Bien hecho, fiable, agradable: frutosidad rolliza, taninos maduros. 2004 a 2010. lll
Château Lagrange à Pomerol
14,5 Un Pomerol de estilo estricto y contenido, muy adecuado para comidas fuertes: pleno, algo áspero y seco, ligeramente amargo. 2004 a 2008.
Château Clinet
15 Como siempre, en primeur resultó algo extravagante por sus aromas de chocolate y mermelada de cereza, y en botella le sigue ocurriendo lo mismo. No obstante, es tan afrutado como carnoso e incluso apunta una cierta casta. Es bueno, aunque no grande. No hay que dejarlo madurar. 2002 a 2008. lll
Château La Grave
15 Una de las fincas de Moueix de nivel medio (también en cuanto al precio), que está mejorando constantemente en los últimos años pero sigue constituyendo una recomendación confidencial: jugoso y con casta en boca, frutosidad alegre y densa, taninos vivos perfectamente ligados. 2005 a 2012.
Château Mazeyres
15 La crianza lo ha mejorado aún más: los que buscan un Pomerol elegante a buen precio lo encontrarán en este vino seductoramente frutal y muy equilibrado.
2003 a 2008.
Château La Fleur de Gay
15,5 ¡Qué decepción! El peso de la madera cubre la discreta frutosidad que tanto nos gustó en primeur. Se ha dejado llevar por la moda. 2004 a 2010.
Château Le Bon Pasteur
15,5 Un vino sin ningún fallo, impresionante, de perfecta factura, pleno, maduro, jugoso, largo, frutosidad dulcísima. 2002 a 2006.
Château Vrai Croix de Gay
15,5 Robusto, algo anticuado pero precisamente por ello interesante, áspero, con una tremenda carga de tanino, que debería madurar algo. Desgraciadamente, la crianza parece haber amortiguado las buenas cualidades de este vino más que resaltarlas. 2008 a 2020.
Clos du Clocher
15,5 Ha flirteado con la sobremaduración y es muy rico en extracto, por lo que tiene menos casta que otros años, aunque sigue siendo agradable y recomendable. Buen potencial de maduración. 2004 a 2010.
Château Beauregard
16 Un Pomerol de ensueño al que en todo caso falta algo de profundidad: finísimo perfume de roble, regaliz; carnoso en boca, suave y redondo. 2002 a 2006.
Château Latour à Pomerol
16,5 Otro gran éxito de la casa Moueix que no debe uno perderse: tiene una dimensión auténticamente borgoñona por lo que se refiere a la frutosidad, es pleno, especiado, rico y prolongado, gustoso, magnífico. 2006 a 2015.
Château Petit Village
16,5 Ha confirmado todas sus promesas: el mejor Petit Village de los últimos 20 años. Gustoso, jugoso, taninos tan frescos como plenos. 2004 a 2012.
Château Gazin
17 Fiel a sí mismo: los amantes del Gazin no deben perderse esta añada. Aromas de almizcle, canela, alquitrán y bayas; pleno y abundante en boca, taninos maduros, aterciopelado, corpulento. 2004 a 2012.
Château Lafleur
17 Lo hemos catado en una fase difícil: aún es muy cerrado, pero tiene un potencial impresionante. Original, de gran elegancia, notas finales de turrón, chocolate blanco, especias. Un vino para los amantes.
2008 a 2020.
Château La Fleur Pétrus
17,5 Una de las mejores compras del año, aún mejor que en primeur. Tan denso, pleno, abundante y prolongado en boca como nunca, con taninos aterciopelados, plenos y al mismo tiempo ásperos y sólidos, perfectamente ligados; magnífico. 2006 a 2015.
Vieux Château Certan
18 Original, estilo borgoñón, excelente, creado para una maduración prolongada; taninos de gran finura, con tanto vigor como casta, acidez marcada, termina en seductoras notas de frambuesa. 2006 a 2010.
Château La Conseillante
19 Uno de los mejores Conseillante de los últimos tiempos. Posee más densidad que antes sin por ello haber perdido finura: elegante, con casta. 2006 a 2016.
Château Pétrus
19 Cuando la realidad supera a la leyenda, no podemos menos que entusiasmarnos: el cerebro nos señala complejidad, refinamiento, plenitud, riqueza alcohólica, taninos aterciopelados. Pero el paladar se limita a disfrutar de forma alegre y desinhibida. Arrollador. 2008 a 2020.
Château Trotanoy
19 El gran arte de la elaboración del vino resumido en una botella: ya la nariz nos insinúa algo extraordinario; en boca es tan jugoso y compacto que resulta casi milagroso, largo, áspero, anguloso, fresco… sencillamente genial. 2008 a 2020.
Saint-Émilion
Lo dicho de Pomerol vale para Saint-Émilion: hay muchos vinos tecnológicamente perfectos pero intercambiables, que pueden producirse en cualquier sitio, y un par de auténticas glorias (Ausone, Cheval Blanc, Angélus, Figeac). Un peligro adicional en Saint-Émilion es que la sobreextracción y la concentración artificial dan lugar en ocasiones a vinos de futuro incierto. Así que, ¡mucho cuidado con los productos de final ligeramente amargo y ardiente!
Château Cap de Mourlin
14 Aunque tiene una estructura bastante plena y densa, su finura es relativa; como siempre, hay un exceso de barrica. 2003 a 2008.
Château Chauvin
14 Esbelto, suave, densidad media, taninos herbáceos. 2004 a 2010.
Château Guadet Saint-Julien
14 Compacto, anguloso, algo quebradizo en esta fase, pero bien hecho, elegante. 2004 a 2008.
Château Haut Sarpe
14 Algo quebradizo, taninos angulosos; un vino decente. 2004 a 2010.
Château La Couronne
14 Digestivo y fiable: elegante, esbelto, final algo seco. 2002 a 2006.
Château Laroque
14 Bastante pleno a pesar de los taninos algo secos, de grano grueso. Tiene un potencial de maduración medio. 2003 a 2007.
Château Pavie Decesse
14 Un vino a la moda, sobreextraído y excesivamente maderizado, que impresiona por su extracto pero carece tanto de finura como de elegancia. 2002 a 2006.
Château Tertre Daugay
14 Un vino compacto, áspero, anguloso, algo quebradizo. 2002 a 2005.
Château Laroze
14,5 Elegante, de taninos suaves pero firmes; digestivo, buena labor de crianza. 2003 a 2006.
Château Balestard La Tonnelle
15 Robusto y anguloso, aún muy impetuoso, con cierta casta y mucho vigor. 2004 a 2012.
Château Faugères
15 Un vino de factura moderna que puede madurar algo: frutosidad jugosa, taninos perfectamente ligados apenas amargos, ligeramente secos. 2004 a 2008.
Château Grand Pontet
15 Poco fino, pero denso y agradable. 2004 a 2010.
Château La Gomerie
15 Marcado por la madera, jugoso, pleno, frutal, redondo y maduro, pero terriblemente aburrido. 2004 a 2008.
Château Larmande
15 Menos marcado por la madera que otras veces, más bien frutal y floral, aunque por desgracia esta impresión se ve seguida por muchos taninos ásperos y muy secos. 2004 a 2010.
Château Moulin Saint-Georges
15 Digestivo y bien hecho, seductor y afrutado, sólo algo seco al final. 2003 a 2008.
Château Quinault l’Enclos
15 Un vino moderno, aunque posee cierta frescura y elegancia a pesar de la plenitud y la riqueza de extracto. 2001 a 2005.
Château Troplong Mondot
15 Como siempre, comprometido con su estilo exaltado basado en la extracción, con cuerpo y vigor, taninos angulosos y amargos. 2006 a 2015.
Clos de l’Oratoire
15 Un vino tecnológico perfectamente perfilado, imposible de calificar como malo. Es notable, pero sin personalidad: denso, pleno, abundante, largo. 2004 a 2010.
Château La Dominique
15 La nota expresa la esperanza de que, con la madurez, este vino encuentre la elegancia que debería serle propia. En este momento impresiona más por el extracto y los taninos secos. 2006 a 2015.
Château Cadet Piola
15,5 Para los amantes de vinos tradicionales que aún pueden madurar: compacto, áspero, sin la plenitud de sus mejores añadas, taninos ásperos de grano grueso, pero con abundante frutosidad jugosa y rica. 2006 a 2015.
Château Canon La Gaffelière
15,5 Está mejor hecho cada año, y sin embargo da la impresión de haber perdido personalidad: un vino técnicamente excelente, aunque por desgracia también algo intercambiable, que ya en esta fase resulta muy agradable. Taninos con casta, pero también algo ásperos y secos, gustoso final afrutado. 2004 a 2010.
Château La Gaffelière
15,5 Agradable en todos los sentidos, quizá gane medio punto más con la madurez: fuerte y voluminoso en boca, abundantes taninos ásperos, final sólo ligeramente seco. Debe madurar. 2006 a 2016.
Château Magdelaine
15,5 Seductor, amable y original, que en unos años resultará muy agradable: pleno y abundante en boca, denso, final agradablemente afrutado. 2004 a 2010.
Château Pavie
15,5 Este tipo de vinos resultan un misterio para mí: ¿cómo es posible que se embadurne esta frutosidad magnífica, de primera categoría, con tanto maquillaje de maderas nuevas? Sólo cabe confiar en que la fruta gane la lucha contra la madera. 2006 a 2012.
Château Pavie Maquin
15,5 Un vino equilibrado y bien estructurado, mucho menos arrogante de lo que hace pensar su color, negro como la pez. Tiene casta. 2004 a 2010.
Château Rol Valentin
15,5 Moderno y gustoso, pero bien hecho y armónico: notas de tueste, suave y pleno, presentación cuidada; aunque resulta intercambiable no es peor que otros vinos de este estilo. 2002 a 2004.
Château Trotte Vieille
15,5 Los progresos se hicieron esperar mucho, mucho tiempo. Pero ahora han llegado, y además sin concesiones a los gustos del público: un vino vigoroso, jugoso y de estructura firme, con taninos ásperos, angulosos, compactos, ligeramente amargos, la típica expresión de un gran terreno. Debe madurar. 2005 a 2013.
Château Yon-Figeac
15,5 Notable casta, denso, vigoroso y largo, taninos ásperos, angulosos y fuertes. 2004 a 2012.
Château Berliquet
15,5 Nos cautivó en primeur por su delicada frutosidad. Después de la crianza, la madera resulta algo excesivamente perfumada y presente. 2004 a 2008.
Château Grand Mayne
16 Bueno, sin compromisos, como siempre, lleno de carácter: fuerte y anguloso, taninos sorprendentemente duros al principio, aunque rápidamente se hacen más redondos, final prolongado. 2006 a 2016.
Clos Fourtet
16,5 Posee potencial para una larga vida, y presagia elegancia y casta para el futuro: ya el inicio está marcado por los durísimos taninos, vigorosos pero perfectamente maduros. 2006 a 2016.
Château Beauséjour Bécot
17 Uno de los vinos más armónicos del año: denso, pleno, abundante y largo, con taninos presentes pero no agresivos, voluminoso. 2004 a 2015.
Château Beauséjour-Duffau Lagarosse
17 Espléndido de principio a fin, porque no sólo posee plenitud sino también fuerza y casta. Suave y redondo en boca, abundante frutosidad gustosa, taninos vigorosos y compactos. 2006 a 2015.
Château Canon
17 Tras algunos años decepcionantes y de un cambio de propietario, teníamos mucha curiosidad por ver el resultado de este vino una vez embotellado, porque en primeur parecía anunciar el retorno a su antigua grandeza. Nuestras expectativas se ven incluso superadas: el vino del 98 posee finura, elegancia, densidad, frutosidad plena, abundantes taninos, robustos pero no rústicos, que se han pulido con la crianza. 2004 a 2016.
Château Figeac
17,5 Uno de los Figeac más plenos de los últimos años, aunque con más casta que, por ejemplo, el del 95; gustará a quienes reprochan a este vino falta de densidad. Nariz seductora de cerezas, chocolate, turrón, roble; jugoso en boca, taninos con casta, agradablemente redondeado por las notas de madera. 2008 a 2020.
Château Angélus
18 Los mejores taninos del año, con casta y grandeza: enorme fuerza, denso, larguísmo, fruta perfectamente madura, potencial gigantesco. 2006 a 2020.
Château Cheval Blanc
18,5 Posee precisamente esa nobleza que se espera de un «Premier cru»: fruta gustosa, taninos perfectamente maduros, elegancia y finura. 2006 a 2020.
Château Ausone
19 Uno de los mejores vinos del año. Densidad, fuerza, robustez y nobleza arrolladoras, aromas prometedores, aterciopelado, largo, denso, pleno: una revelación. 2008 a 2020.

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