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Clásicos incómodos

  • Redacción
  • 2004-04-01 00:00:00

Después del 2000, con sus vinos frutales y carnosos que llenan la boca, esta añada lo tiene difícil, a pesar de que su calidad es superior a la media. Pero la cosecha del 2001 es de un estilo mucho más incómodo, clásicamente áspero en cuanto a la estructura de taninos, pero también alcohólico y especiado. Así ocurre también con los vinos de la «orilla derecha» y de las regiones de Saint-Émilion y Pomerol, a los que dedicamos la primera parte de nuestro informe sobre la añada que se está comercializando en este momento. El 2001 resulta interesante por la caída de los precios del vino en general, y de los grandes burdeos en particular. Sin embargo, no siempre es recomendable, porque sólo han logrado resultados extraordinarios quienes han sabido equilibrar perfectamente las peculiares características de partida. Los que cayeron en la tentación de impresionar con el estilo del 2000 -algo imposible de conseguir en el 2001- han embotellado taninos verdes y vinos desequilibradamente alcohólicos. Los mejores 2001 son vinos para envejecer, pero no eternamente, porque también en este sentido es importante lograr el equilibrio óptimo entre los taninos y el alcohol. Por reducirlo a una frase, si el 2000 fue el año de la sensualidad, de las tripas, el 2001 es un año del intelecto. Barbara Schroeder y Rolf Bichsel cataron de nuevo todos los vinos que obtuvieron buenas calificaciones en primeur (cata en barrica) en el verano de 2002 o plantearon dudas en aquel momento. A continuación presentamos los mejores. Pomerol Este baluarte del Merlot nos ofrece una gama de vinos entre buenos y muy buenos, aunque no por encima de toda duda. En el peor de los casos, nos estorban los taninos verdes y el exceso de alcohol, mientras que en el mejor, disfrutamos de su frescura y su casta. Conviene atenerse a los valores seguros. 16 Château Lafleur Gazin Estructura plena y gustosa, bastante frutosidad, taninos apenas ásperos. Agradable, elegante, bien hecho, se disfruta. 2006 a 2010 16 Château Clinet El dulzor y la madera nueva se perciben ya en el bouquet, luego en boca es redondo, gustoso, suave y espeso como un postre, se disfruta sin ambages, es fiel a sí mismo. ¡No debe dejarse madurar demasiado! 16 Château Clos l’Église Un Clos l’Église de estructura firme, muy cuidado, con aromas complejos de tabaco, moka y bayas rojas; a pesar de la madera perceptible resulta denso, pleno y lleno de casta. 2008 a 2015. 16 Château Le Bon Pasteur Desbordante como de costumbre, lleno de jugo, frutosidad y plenitud, un auténtico zambombazo, pero, como siempre, resulta simpático porque sus valores son reales, no virtuales. Un vino juguetón que está para comérselo. 2005 a 2010. 16 Château Mazeyres Aroma de violetas y cereza, muy equilibrado, con promesas de futura elegancia, taninos ásperos pero bien ligados, final largo y afrutado: ha mejorado aún más con la crianza. 2007 a 2015. 16 Château Petit Village Muy marcado por la madera, pero en esta ocasión posee suficiente sustancia para digerirla, gran casta y duración; macizo, desde luego, pero con potencial de maduración: ha mejorado con la crianza, aunque sigue fiel a un estilo rico en extracto y no busca lo suficiente la finura. 16 Château du Domaine de l’Église Jugoso, gustoso y con casta al comienzo, después taninos muy ásperos y algo escabrosos anuque no agresivos, propios de la añada; posee carácter, pero debe madurar para encontrar un mayor equilibrio. 2006 a 2016. 16,5 Château Nenin De marcada elegancia y casta a pesar de la gran dureza de los taninos en esta fase, que sin embargo garantizan un buen envejecimiento, magnífico final afrutado y ligero. Un vino muy bueno que mejora de año en año: ¡podría alcanzar los 17 puntos! 2007 a 2015. 16,5 Château Trotanoy Muy serio y cerrado en esta etapa, con taninos ásperos y angulosos, un vino al que hay que aproximarse poco a poco, aunque después está lleno de carácter, complejidad y casta. Es imprescindible que madure para que vuelva a desplegar más esa finura que le reconocimos en primeur, con lo que probablemente también pueda mejorar su puntuación. 2008 a 2020. 16,5 Château Hosana Se extiende por la boca como una alfombra de terciopelo, sobre la que los aromas se deslizan danzando hacia la garganta, todo ello sostenido por unos taninos plenos y sólidos; el resultado es fogoso pero no agresivo, perfecto, una golosina para niños mimados. A la casa Moueïx, incluso los vinos de tipo internacional le salen mejor que a los demás. 2006 a 2016. 16,5 Château Certan Marzelle De gran elegancia y casta, no juega con los músculos y sin embargo permanece largamente en boca: la calidad de los taninos es ejemplar. Una de las sorpresas de la cata, al obtener punto y medio más que en primeur. 2007 a 2015. 16,5 Château Latour à Pomerol Jugoso, seductor, llena la boca, final largo, denso y áspero: terciopelo y seda. Un Pomerol auténtico. 2007 a 2014. 16,5 Château Le Gay La mejor nariz que quepa imaginar en esta etapa, con grosellas, violetas y notas especiadas; bien perfilado en boca, inicio esbelto y elegante, después algo áspero, pero fluido y con casta, final largo y aromático. Posee carácter. 2006 a 2014. 17 Château Gazin Nariz de maderas nuevas muy cuidada, pero también con componentes florales y frutales seductores; todo esto también está muy presente en boca, aunque envuelve bien la poderosa materia y equilibra hábilmente la dureza de los taninos. Posee complejidad y plenitud, pero también casta y elegancia. 2007 a 2015. 17 Clos du Clocher Compacto y áspero, taninos jugosos y angulosos, final denso y prolongado; como siempre, muy reservado, en su justo punto, con gran potencial, fiel a sí mismo: extraordinario. 2008 a 2020. 17 Château L’Évangile Bouquet cuidado e increíblemente seductor con vainilla y notas de tueste, cereza y mora; jugoso y fresco en el paladar, taninos angulosos, que en esta fase marcan el final; madurará magníficamente. 2008 a 2018. 17,5 Château La Conseillante De casta, densidad y duración auténticamente increíbles; el vigor, la plenitud y la riqueza se mantienen en equilibrio, los taninos son increíblemente presentes y apetitosos pero no agresivos, la impresión aromática se queda, y se queda, sin querer desaparecer. Un Conseillante increíblemente «masculino», que ha desarrollado de forma consecuente lo que prometía en primeur. 2008 a 2020. 17,5 Château Lafleur Original y peculiar ya en nariz, notas especiadas, flores y hierbas; empieza de modo aterciopelado, evoluciona con casta llenando la boca y desemboca en un final fogoso, áspero e interminable: sencillamente magnífico, sigue sus propios caminos. Lo más sorprendente es que ya se disfruta muchísimo en esta fase, y sin embargo puede madurar casi eternamente. 2006 a 2020. 17,5 Château La Fleur Pétrus Increíblemente seductor, con taninos aterciopelados, maduros, redondos, final apetitoso y frutal; sencillamente arrollador, seductor, estupendo. Mejor que describirlo es disfrutarlo sin inhibiciones en todas las etapas de su vida. 2007 a 2016. 18 Château Pétrus Especiado y con múltiples capas, pero aún muy juvenil en el bouquet, todavía cerrado; por ello sorprenden especialmente el inicio pleno y directo, la textura fogosa y áspera, el estilo anguloso pero no estricto, mayestático pero también increíblemente sensual: un vino maravilloso que debe madurar, pero no necesitará una eternidad para ser disfrutado. 2010 a 2020. 19 Vieux Château Certan Magnífico: compacto e increíblemente denso, duración interminable, taninos pulidos y plenos, elegantes y finos. El vino presenta un increíble potencial aromático: uno de los mejores vinos de la región. 2015 a 2030. No es una añada para vinos de garaje ni monstruos de madera nueva. En este año se han obtenido Saint-Émilions que van de fiables a muy buenos aquellos que apostaron por el equilibrio y la casta sin olvidar la elegancia y el pulido. Quienes desatendieron estas reglas embotellaron vinos con aristas, amargos, marcados unilateralmente por la madera y además horriblemente alcohólicos, que tal vez brillen en barrica pero quizá no lo vuelvan a hacer nunca más. 16 Château Berliquet Casta, aromas especiados y una cierta elegancia (aún oculta): sólo el final es algo seco en esta etapa, como en casi todos los vinos de esta procedencia. 2007 a 2016. 16 Château Grand Mayne Pleno y denso, rico en extracto, taninos todavía duros y angulosos con la casta necesaria, aunque el final es algo fogoso en exceso, incluso ligeramente ardiente; es imprescindible que madure. 2008 a 2016. 16 Château Pavie Macquin Intenso y pleno, con taninos angulosos, algo secos pero no agresivos y -en esta etapa- madera muy presente, que marca algo excesivamente el final amargo y dulce al mismo tiempo. Puede mejorar con la madurez. 2007 a 2018. 16 Château Troplong Mondot Muy concentrado, taninos ásperos, angulosos pero no agresivos: se ha trabajado perfectamente en la crianza, es más equilibrado de lo que cabía esperar tras la cata en primeur, lo que nos alegra mucho. 2007 a 2015. 16 Clos Fourtet Rico en extracto, compacto y anguloso, los taninos, la madera y el alcohol están muy presentes. Al envejecer se convertirá en un vino algo superficial pero aterciopelado, complaciente y fogoso. 2006 a 2014. 16 Château Clos de Sarpe Un vino agradable a pesar de su factura moderna pero intachable. Posee finura, equilibrio, taninos refinados: el disfrute está garantizado, en un registro complaciente. No debe dejarse envejecer demasiado. 2006 a 2012. 16,5 Château Beau Séjour Bécot Los taninos angulosos y ásperos se ven redondeados perfectamente por la madera. Un vino con carácter que debe madurar necesariamente. 2008 a 2020. 16,5 Château Belair El vino más floral y especiado en esta etapa, con notas de té; sin embargo, en boca todavía resulta muy cerrado, compacto, áspero y anguloso, con taninos cuya casta garantiza una larga maduración. 2010 a 2020. 16,5 Château Cros Figeac Sólido y anguloso, frutosidad jugosa, pero también promesas de elegancia, con la condición de que se le deje madurar lo suficiente: un vino agradable perfectamente elaborado. 2007 a 2016. 16,5 Château Trotte Vieille Posee casta, frescura, indicios de elegancia, duración, taninos apetitosos, ningún exceso de concentración sino, por el contrario, un gran equilibrio. Ya en esta fase resulta un vino muy bueno. 2008 a 2016. 16,5 Château de Pressac Increíblemente intenso, pleno, denso y largo, magnífica textura aterciopelada y áspera al mismo tiempo, lleno de carácter. Merece una mención especial: conviene no perder de vista esta propiedad. 2006 a 2016. 16,5 Château Magdelaine De gran elegancia y finura, como siempre aún muy reservado en esta etapa, taninos sin tapujos, madera apenas perceptible: muy buen vino. Tiene clase. 2006 a 2015. 17 Château Cadet Piola Sencillamente grandioso. Denso y pleno, taninos firmes pero perfectamente trabajados y sin dureza, gran complejidad aromática, buena duración: muy arisco en primeur, por lo que entonces lo valoramos de forma muy severa (al fin y al cabo es uno de nuestros favoritos, y con ellos somos especialmente estrictos), pero se ha convertido en uno de los mejores vinos del año. ¡Cómprelo ahora si no lo hizo antes! 2008 a 2020. 17 Château Canon Recatado, complejo, firme y carnoso, compacto y áspero, de longitud interminable, fresca y con casta: un gran vino en estado larvario, que sólo desplegará plenamente sus alas en diez años. Excelente, demuestra que esta propiedad está cada vez más en forma. 2008 a 2020. 17 Château La Serre Muestra indicios de elegancia, actualmente dominados por la gran casta y densidad, aún resulta muy recatado pero es exquisito en su estilo, complejo y largo: grandioso. 2008 a 2020. 17 Château Tertre Rôtebœuf Nariz prometedora con notas frutales de bayas gustosas y maduras, así como especias; taninos ásperos, firmes, con casta, que por desgracia terminan de modo algo ardiente. Apetitoso y seductor ya ahora, aunque madurará a la perfección. 2006 a 2015. 17,5 Château Angélus Sencillamente magnífico. Perfectamente trabajado, no sólo denso y pleno, sino también increíblemente fresco e interminable. Un vino muy bueno que se disfrutará en todas las etapas de su vida. 17,5 Château Cheval Blanc Lo que nos gusta es su gran complejidad aromática, sus taninos apetitosos, frescos y gustosos típicos del Cheval Blanc, que sólo al final dejan intuir algo de la dureza propia de la añada, reforzada por la intensa presencia de las notas de madera. 2008 a 2020. 18 Château Figeac De gran elegancia y casta, taninos perfectamente ligados a pesar de su aspereza, ni pizca de sequedad, duración interminable acompañada por fogosidad y plenitud: sencillamente grandioso, una de las mejores adquisiciones de este año. 2010 a 2030. 18,5 Château Ausone Presenta esa cierta severidad que conocemos de los grandes Ausone de años anteriores, increíblemente compacto y denso, de duración interminable aún incómoda, construido para una larga duración, un vino extraordinario, cautivador, pero, por así decirlo, aún intelectual en esta fase. También resulta excelente la segunda marca La Chapelle d’Ausone, que aunque más accesible sigue el mismo estilo de su hermano mayor. 2015 a 2030. Crus classés del Médoc y las Graves Después de años de auge, la región de Burdeos se ve una vez más amenazada por la crisis. Una de las víctimas podría ser precisamente esta cosecha del 2001, que si bien presenta una calidad notable, no alcanza a la del 2000 en cuanto a la fama y se ha vendido a un precio excesivo, más caro que la del 2002 que la iguala en calidad. Hoy, los mayoristas e intermediarios tienen grandes existencias no vendidas de esta cosecha (y de otros vinos de añadas anteriores). Quienes se encuentran en dificultades se deshacen de ellos como pueden, en el peor de los casos por debajo del precio de adquisición, lo que no contribuye precisamente a dar seguridad al consumidor, puesto que nunca sabe si en poco tiempo podrá conseguir aún más barato el vino que se dispone a comprar. Si dejamos a un lado el aspecto del precio, esta añada nos ofrece vinos grandiosos, sobre todo en las mejores tierras de la ribera izquierda del Garona. Por una parte, el 2001 aguanta cualquier comparación con cosechas anteriores, y por otra, la mayoría de los vinos tiene un formato clásico con una cierta frescura, aspereza y solidez, aunque la buena maduración, la riqueza de extracto y la plenitud hacen que la suavidad sea asombrosa. La conclusión es que los amantes de Médoc y Graves clásicos que no quisieron participar en el baile de precios de la cosecha del 2000 deben mantener los ojos abiertos y estudiar todas las ofertas con que se encuentren ahora y en los próximos meses. El 2001 es un buen sustituto, y sus mejores vinos son absolutamente recomendables, con un nivel parecido al del 2000. Como siempre, el grupo de los crus classés del Haut-Médoc está encabezado por La Lagune, que es uno de los mejores vinos del año. 15,5 Château La Tour Carnet Agradables notas frutales; textura apetitosa y jugosa, que debe valorarse especialmente en este año. Moderno y de factura perfecta, sin exagerar el uso de la madera. 2006 a 2012. 17 Château La Lagune Sutil de principio a fin. Aromas, extracto, taninos... todo sigue las leyes de la armonía. Muy buen vino. 2007 a 2016. Añada excelente en la denominación más grande del Médoc. La oferta de vinos magníficos es cada vez más amplia. Incluso los productos menos conocidos prometen un gran placer. El gran ausente es Palmer, que para gran desdicha nuestra no quiso participar. 16 Château Ferrière Aunque los taninos aún son algo duros, la crianza los ha suavizado algo. Sin embargo, eso hace que la madera esté aún más presente, y también ha permanecido una ligera nota amarga al final. 2008 a 2016. 16,5 Château Brane Cantenac Increíblemente denso y pleno, con taninos firmes sólo una pizca secos, final largo y frutal. Muy buen vino. 2008 a 2018. 16,5 Château Durfort Vivens Muy arisco en esta fase, pero mantiene exactamente las características que nos gustaron tanto en primeur: densidad, casta, fuerza, potencial. Confiamos en su buena evolución. 2010 a 2020. 16,5 Pavillon Rouge de Château Margaux En el momento de la cata nos sorprende por su accesibilidad, sus seductores aromas frutales, su estilo suave y al mismo tiempo denso, fresco, incluso áspero. Ha ganado con respecto a la cata en primeur. Es la viva imagen del «grand vin» en una versión accesible. Debe disfrutarse en la fase frutal y no dejar madurar demasiado. Ideal para la mesa. Hasta el verano de 2004, y después de nuevo del 2007 al 2010. 17 Château Cantenac Brown La textura clásica de un Margaux, con taninos de frambuesa de la máxima finura, plenamente elegante y refinado, tan apetitoso que lo tomaría uno ahora mismo, aunque al mismo tiempo es asombrosamente robusto, firme y con carácter: ¡todo un éxito! 2008 a 2020. 17 Château d’Issan Al principio es muy reservado, pero se abre muy bien, notas frutales, textura angulosa y áspera, pero el final es enormemente largo y sostenido, con taninos nobilísimos. Un vino extraordinario que sólo desplegará plenamente sus cualidades en algunos años. 2010 a 2020. 17,5 Château Rauzan Ségla Aromas seductores y prometedores; estructura increíblemente plena e intensa, taninos de gran categoría, final largo pero frutal; un vino grande, extraordinario, uno de los imprescindibles de la añada en esta denominación. 2008 a 2020. 19 Château Margaux Sencillamente delicioso, y tan armónico y frutal que dan ganas de disfrutarlo ya. No se percibe madera alguna, sólo frutosidad de frambuesa, plenitud sedosa y taninos increíblemente refinados. Permanece interminablemente en la boca. Elegancia y amabilidad en estado puro, y suficiente solidez para durar. Grandioso. 2010 a 2020. Nos gustan especialmente los Pauillac sólidos y jugosos de esta cosecha. En general poseen un excelente potencial de maduración, pero después de cinco o seis años de reposo en bodega proporcionarán ya bastante placer. Haut Batailley y Grand Puy Lacoste no participaron en la cata. 16 Château Batailley Aromas increíblemente seductores, grosella sobre todo; gustoso y fresco, taninos agradables y densos de cierta elegancia, aunque el final está algo marcado por la madera en esta fase, lo que lo hace un poco seco, aunque esta nota desaparece al airearse y lo hará también con la futura maduración. 2008 a 2018. 16 Les Carruades de Lafite Rothschild Excelente. De magnífica frutosidad, con taninos angulosos, perfilado con precisión, largo, denso, con casta, debe madurar. Más bien arisco en esta fase, en la línea del «grand vin», por lo que se le debe dejar un tiempo prudencial para que madure. 2007 a 2015. 16 Château Pontet Canet También en esta fase está bastante marcado por la madera, por lo que resulta algo rugoso en boca, con taninos buenos y ásperos, pero la madera también marca el final: se encuentra en una fase difícil, la aireación le viene bien y saca a la luz la frutosidad, por lo que es imprescindible que madure. Fiel a sí mismo, fiable. 2008 a 2018. 16,5 Château Clerc Milon Este vino se caracteriza por su fuerza y plenitud contenidas; taninos angulosos típicos de un Pauillac, final afrutado y pleno. A diferencia del accesible d’Armailhac es un vino que debe madurar. 2008 a 2016. 17 Château Haut Bages Libéral Magníficos aromas especiados, notas de maderas nuevas, grosella, mora; denso y pleno, intenso y largo, con taninos deliciosos, termina de forma increíblemente frutal y carnosa, ya se disfruta pero tiene suficiente potencial de maduración: confirma su categoría. Ha subido un punto con respecto a la cata en primeur. 2006 a 2018. 17 Château Lynch Bages Magnífico, denso, pleno, interminable, a la vez aterciopelado y suave a pesar de los taninos ásperos, llena la boca y es fogoso al mismo tiempo: como siempre, obtiene una buena puntuación en esta etapa, mejor que en primeur, como ya se esperaba. 2008 a 2018. 17 Château Duhart Milon Los esfuerzos por la calidad del mismo equipo que elabora el Lafite parecen tener éxito: ésta es una de las mejores compras del año. Increíblemente denso y lleno de casta, con textura sedosa y frutal, elegante y refinado, fogoso y jugoso, pero áspero como tiene que ser un Pauillac. 2008 a 2018. 17 Château Pichon Longueville Comtesse de Lalande Aún muy juvenil, pero ya tiene un bouquet seductor de especias y bayas; en boca es anguloso y severo, como debe ser un Pauillac en esta etapa, con cuerpo y duración, taninos ásperos y vigorosos, termina con notas apetitosas de bayas frescas que mejoran aún más la buena impresión general. 2008 a 2018. 17,5 Château Pichon Longueville Baron Los aromas todavía están poco desarrollados en esta fase, pero los taninos son pulidos y muy maduros, el conjunto resulta increíblemente apetitoso y armónico; el final es frutal y jugoso. Un vino muy bueno, que no sólo posee densidad y casta, sino también elegancia. 2008 a 2020. 18,5 Château Latour Un Latour interesante muy conseguido, porque por una parte se nota el esfuerzo por lograr la máxima calidad y por hacer un vino moderno, pero por otra también se percibe claramente la antigua tipicidad del Latour, es decir, la poderosa y angulosa estructura de taninos. Se disfrutará durante mucho tiempo. 2012 a 2030. 19 Château Lafite Rothschild Aromas especiados reservados, pero al mismo tiempo complejos, florales, casi exóticos, perfil tremendamente nítido y factura precisa; plenamente elegante y refinado y de gran duración; exquisito. Un clásico. 2010 a 2030. 19 Château Mouton Rothschild ¿Por qué una nota tan extraordinaria? Porque un premier cru no sólo se caracteriza por constituir una buena inversión, sino porque ses delicioso. Y así ocurre con este Mouton, que posee exactamente lo que se espera de él: una dosis concentrada de frutosidad qe recuerda a moras frescas, mucho jugo y plenitud, densidad y casta, increíblemente opulento pero temperamental. Irresistible, para morder. 2008 a 2020. Esta vez no pudieron compararse dos grandes vinos: por desgracia, Montrose no participó, como tampoco lo hizo Calon Ségur. Nos consuela el extraordinario resultado de Cos d’Estournel. Lafon Rochet obtiene una buena puntuación y vuelve a estar entre los mejores. 15,5 Château Lafon Rochet Frutosidad gustosa y plena; en absoluto herbáceo, compacto y bien estructurado, con taninos de grano fino que terminan de forma jugosa y fresca. ¡Estupendo! 2006 a 2012. 19 Cos d’Estournel ¡Maravilloso! Aromas especiados, casi orientales, lo diferencian de todos los demás, taninos redondos y suaves, y al mismo tiempo densos y firmes; el conjunto se ve coronado por las notas finales de frambuesa. Es la prueba de que es posible ser moderno y al mismo tiempo un burdeos por los cuatro costados. 2008 a 2020. La que en su día fue la denominación estrella del Médoc se ha dejado arrebatar ese puesto por Margaux y Pauillac. No es que sus vinos sean peores, como demuestra la excelente puntuación de vinos como Branaire o Lagrange, o la extraordinaria clase de Léoville Barton. No: sencillamente, los otros se han vuelto aún mejores. Ducrou Beaucaillou no participó en la cata. 16 Château Branaire Ducru Fiel a su carácter, con sus personalísimos aromas especiados, el estilo algo rudo, pero también la frutosidad perceptible y jugosa; debe madurar para que ésta última puede expresarse. Tendencia positiva. 2008 a 2018. 16 Clos du Marquis Un Clos muy masculino y áspero, que debe madurar; hoy no muestra tanto su lado amable como su sustancia y densidad. 2008 a 2016. 16,5 Château Léoville Poyferré Estructura firme, compacto y denso, aún reservado en esta etapa siguiendo su estilo, pero muy fiable. 2008 a 2018. 16,5 Château Talbot Muy recomendable, aunque a diferencia del 2000 no esté entre los primeros, por culpa de la madera algo excesiva, y los taninos ligeramente duros. 2008 a 2016. 17 Château Lagrange Impetuosidad y casta ya en el inicio, con taninos frescos y apetitosos, final vivo y largo: un vino muy agradable, que muestra plenitud, cuerpo y frescura y al mismo tiempo termina de modo marcadamente frutal. 2008 a 2016. 17,5 Château Gruaud Larose Uno de los mejores vinos del año. Los taninos son tan firmes como deliciosos, el extracto es fresco y frutal: posee casta y nobleza. 2008 a 2018. 17,5 Château Léoville Las Cases Componentes florales y especiados, estructura tremendamente firme, taninos ásperos, angulosos, incluso una pizca amargos en este estadio, se percibe la proximidad a Latour en este vino que puede madurar muchos años. 2010 a 2015. 19 Château Léoville Barton Bouquet impresionante de frutos del bosque y especias; una buena dosis de taninos compactos, firmes, densos, en absoluto agresivos, tras los cuales aparece un primer indicio de una frutosidad increíblemente delicada: uno de los grandes vinos de la añada. ¡Es imprescindible dejarlo madurar! Le concedemos esta puntuación por su tremendo potencial. 2010 a 2020. Merece mención especial Le Bahans, la segunda marca de Haut Brion, que este año se encuentra entre los mejores de su clase. 16 Le Bahans Haut Brion Especialmente interesante este año. De gran frescura y casta, con raro potencial aromático floral-frutal, de frambuesa, y una cierta aspereza que no molesta; un buen vino y uno de los mejores Bahans. Una sorpresa. 2005 a 2010. 16 Château Pape Clément Un vino que gustará, con sus claras notas de madera, sus taninos hábilmente cubiertos por el roble que dan la impresión de suavidad aunque al final son duros (lo que resulta típico de este vino) y de un alcohol perceptible. Aún puede mejorar su puntuación. 2008 a 2016. 16 Château Smith Haut Lafitte Sencillamente gustoso, jugoso, con taninos perfectamente trabajados, suaves pero sólidos. Desde luego no es un prodigio de carácter y profundidad, pero resulta tremendamente seductor y delicioso. Ya se disfruta, pero puede durar. 2005 a 2015. 17 Château La Tour Haut Brion Aún recatado en cuanto al bouquet, pero tremendamente pleno y frutal en boca, con taninos densos y firmes y final largo de moras; extraordinario, muy recomendable. 2006 a 2016. 17,5 Domaine de Chevalier Enormemente seductor, notas frutales y un soplo de café; estructura firme pero no basta, sino bien perfilada, con taninos angulosos y frescos: atraviesa una fase cerrada, pero su grandeza está clara. 2008 a 2018. 18 Château Haut-Bailly Un vino sencillamente impresionante. No sólo posee una destacada personalidad, densidad y casta, fogosidad y plenitud, que recuerdan a un Pomerol, sino también una buena dosis de elegancia ya en esta etapa temprana de su vida. Será uno de los grandes vinos de esta añada, vino que ha obtenido una puntuación aún mejor que en primeur. 2010 a 2020. 18 La Mission Haut Brion ¡Qué vino! Tremendamente carnoso y jugoso, denso y sólido, con taninos compactos muy presentes pero perfectamente pulidos, también con gran casta a pesar de su plenitud y cuerpo, con un final poco corriente floral y frutal. 19 Château Haut Brion El más ahumado de todos los vinos comparables, con esas notas de té negro, alquitrán y picea que se han vuelto raras; de increíble densidad y fuerza, pero no pesado ni mastodóntico, sino con gran casta y nobleza, y un final larguísimo en el que aparecen de nuevo las notas del bouquet. Magnífico, un clásico. 2010 a 2030.

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